Laura Mas. Foto: Julio Díaz |
Hay libros que son pequeñas alegrías por diversos motivos y La
maestra de Sócrates reúne varias de esas razones para recordarlo con
cariño y recomendar a los curiosos a que se atrevan a conocerlo. Por una parte
me ha resultado un libro original porque nos presenta, a un personaje como Diotima de una forma que nunca antes se había
tratado en la literatura. En su primera
novela, Laura Mas se atreve a darle el papel protagonista en su trama.
Resulta una apuesta valiente porque a todos
nos gusta subrayar citas filosóficas pero pocos nos atrevemos a interesarnos
más por una ciencia como la filosofía que nos ayuda a ser mejores y que sin darnos cuenta esta
tan presente en nuestra vida. Historia, filosofía, amor platónico y algo de intriga están presentes en La maestra de Sócrates, demostrando una buena combinación de elementos.
Atrévase sin miedo con esta novela, pero no
olvide los post-it porque los va a necesitar ya que su autora derrocha entre
sus páginas, la misma pasión que irradia
cuando habla de su libro y de cómo la
cultura de la Grecia clásica ha llegado a atraparla.
Una oportunidad de lectura para leer tranquilos, sin prisas que eviten hacernos disfrutar de cada enseñanza y
de cada dialogo entre sus personajes. La reflexión y el ansia de conocimiento son dos invitados con los que
tenemos que acudir a esta lectura para que el goce sea completo y me atrevo a vaticinar
cual oráculo, que es una apuesta segura para deleitar al lector y más contando como cuenta, con dos protagonistas de invitados de lujo y al
amor platónico de plato fuerte como tema
de discusión
Año 440 a.C. El político y orador Pericles solicita la ayuda de la sacerdotisa Diotima de Mantinea para librar a Atenas de la peste. Durante la ceremonia de purificación, un Sócrates de treinta años queda fascinado con la sabiduría de esta mujer. En seguida, el filósofo descubrirá a través de sus diálogos con Diotima que no sabe nada sobre el amor y empezará a conocer de la mano de la sacerdotisa los misterios de Eros.
En una época en la que las mujeres debían renunciar a todo, la condición de sacerdotisa sin voto de celibato de Diotima le dará la libertad de estar a solas con el pensador más relevante de su tiempo, al que instruirá secretamente, así como de participar de la vida política y filosófica de Atenas. Sin embargo, pronto se extenderán rumores acerca de una relación íntima entre maestra y alumno debido a sus frecuentes encuentros. En plena Edad de Oro, asistiremos al esplendor de una ciudad que acabará conformando los cimientos de la cultura occidental, a la vez que seremos testigos de una relación entre Sócrates y Diotima cada vez más estrecha, y de las lecciones que le dio la que pudo ser la inspiradora de la filosofía occidental.
La maestra de Sócrates se adentra en la figura de una mujer valiente y adelantada a su tiempo cuyas ideas son el origen del concepto de amor platónico. En El banquete de Platón, Sócrates revela al resto de comensales: «Todo lo que sé del amor lo aprendí de ella».
Libros en el petate: Antes de empezar a hablar sobre tu obra
quiero felicitarte porque verdaderamente es una apuesta muy valiente, original
y el resultado sin lugar a dudas hace que merezca la pena leer La
maestra de Sócrates.
Laura Mas: Gracias porque palabras como esta me emocionan
mucho al ser mi primera novela, con lo cual es una alegría inmensa para mí
porque aunque ha salido en un momento que no es el ideal, estoy recibiendo
muchas muestras de cariño y muy buenos comentarios de la gente y eso me llena
de gratitud.
L.P: Una curiosidad y aunque suene a tópico. ¿Cómo llegas a
esta historia?
L.M: Con total transparencia y de nuevo gratitud reconozco
que llegué a esta historia a través de unas clases de filosofía a las que
asistí en una librería de Barcelona llamada Laie y donde la profesora Rosa Rius
mencionó la existencia de Diotima, indicando que fue la maestra de Sócrates,
aunque tengo que reconocer que no dijo nada más de ella pero a mí me impactó
tanto escuchar esa revelación que me llevó a indagar en casa leyendo El banquete de Platón donde aparece ella
mencionada y a descubrir como Sócrates
afirma que todo lo que aprendió del amor fue gracias a Diotima.
"El
propósito era dar a conocer a esta mujer, volverla a situar en la palestra,
rescatándola del olvido porque me parecía muy injusto que una figura con tanto
peso en nuestra cultura no haya tenido hasta ahora una novela"
L.P: ¿Tenías alguna intención con este libro más allá de
contar la propia historia que se nos narra en sus páginas?
L.M: Es una novela que no relata la vida de esta mujer. Lo
que hago es centrarme mucho en los encuentros que pudieron haber tenido
partiendo de la base que lo hago es crear una ficción basándome en personajes
reales en el contexto histórico de esa Atenas del siglo de oro de Pericles.
Me centro mucho en esos encuentros que tienen
mucho de lección no solo sobre el amor sino también sobre la vida en general.
El propósito era dar a conocer a esta mujer, volverla a
situar en la palestra, rescatándola del olvido porque me parecía muy injusto
que una figura con tanto peso en nuestra cultura no haya tenido hasta ahora una
novela. Mi impulso principal fue pensar que tenía una historia muy potente que
merecía ser contada y hacer algo de justicia histórica.
L.P: Llevas más de una década dedicada al mundo editorial y
es ahora cuando públicas. ¿Por qué esa resistencia?
L.M: Tengo treinta años y aunque con veintidós años ya me dedicaba
al periodismo cultural, pienso que hasta ahora me encontraba muy verde para
enfrentarme a la escritura de una novela y de hecho siendo honesta, hace unos
cuatro años escribí una primera novela que quedó en un cajón y aunque la
experiencia me vino muy bien y no descarto recuperarla algún día, siento que nos movemos por intuiciones y creo que mi momento para escribir una
novela era ahora y la vida me está demostrando que es así. Ten en cuenta que
hasta hace no tanto, no tenía tan claro que iba a dedicarme a ello, más que
nada por el respeto que me producen las letras y el amor que me produce la
literatura.
L.P: Por tus palabras entiendo que volveremos a ver el
nombre de Laura Mas en la portada de otro libro.
L.M: Por supuesto. Creo que ya que me he estrenado no voy a
parar porque me faltaba ganar cierta seguridad y tener algo en lo que creer
fervientemente y se ha dado el caso con lo cual a partir de ahora, espero
empezar una carrera que ojala sea solida porque este es un mundo muy complicado
y tengo los pies en el suelo, pero me daré por satisfecha si a lo largo de mi existencia
puedo seguir haciendo lo que me gusta y está claro que escribir es algo que
forma parte de mi vida.
L.P: Pues para ser la primera novela te has atrevido con un
hueso duro de roer.
L.M: No te voy a engañar porque ha sido un reto muy difícil
que me ha exigido mucha documentación y la parte de los diálogos ha sido
extremadamente complicada porque además
Sócrates, que por aquel entonces contaba con treinta años y estaba
empezando a utilizar la mayéutica (diálogo metódico por el que el interlocutor
interpelado descubre las verdades por sí mismo) y era muy complejo meterse en
el pensamiento de unos personajes tan remotos en el tiempo que difieren tanto
de nuestros días.
"Una de mis intenciones, de algún modo es trasladar el pensamiento de los origines de la
filosofía occidental a nuestros días"
L.P: La maestra de Sócrates es un libro que a la hora de
catalogarlo dentro de un género me pilla con los sentimientos divididos porque tiene
historia, filosofía, algo de intriga y por eso quiero que sea la propia autora
quien nos hable de él.
L.M: Yo huyo de las etiquetas, creo que nada es blanco o
negro y que todo tiene muchos matices pero entiendo que una librería tiene que
clasificar un libro, pero mi novela no creo que sólo sea una novela histórica
porque además no es nada convencional porque me he documentado mucho y creo que
puedo haber logrado una buena ambientación de la Atenas clásica, pero mi
intención era narrar esta historia entre dos personajes, metiendo algunos
elementos de aventura, ciertos giros
argumentales y reconociendo que puede
encuadrarse un poco en novela filosófica, porque algo muy bonito que me ha
sucedido es que en las primeras impresiones que he tenido de los lectores, en
casi todas coinciden que han subrayado muchísimas frases del libro y eso es algo
que me halaga mucho porque una de mis
intenciones, de algún modo es trasladar el pensamiento de los origines de la
filosofía occidental a nuestros días.
L.P: Diotima y Sócrates hablan en este libro del amor y yo
quiero preguntarte si ese amor del que hablan estos dos personajes en la Grecia
clásica tiene cabida en nuestros tiempos en los que se ha perdido un poco esa
inocencia con las redes sociales y ligar resulta tan fácil.
L.M: Creo sinceramente que sí y de hecho tiene mucho sentido
que en nuestros tiempos se predique este tipo de amor porque en sus ideas
Diotima predica un amor que va más allá de la pasión corporal y de la belleza
física. Ella defiende el amor por el alma de las personas, el ver el mundo con
bondad. Comenta en un momento dado que “quien mira el mundo con belleza será capaz
de amar verdaderamente”.
L.P: Hablemos de Diotima, su protagonista. Una mujer que
rompe moldes y cuyas conversaciones con Sócrates me parecen brutales en el
libro y es por eso que me gustaría que una mujer tan excepcional sea descrita
por la escritora que le ha dado vida en esta obra.
L.M: Diotima fue sobre todo una mujer fuerte, independiente,
valiente y muy adelantada a su tiempo porque fue capaz de expresar su
pensamiento, de alzar la voz y que su idea sobre el amor verdadero triunfase e
influenciase al mismísimo Sócrates, y por tanto, posteriormente a Platón. Es
por ello que las ideas que ella va desgranando a su discípulo, acaban generando
el concepto de amor platónico y por eso es una figura muy relevante en los
orígenes de la filosofía occidental y hay que tenerla muy presente aunque su
existencia se discute mucho y da lugar a debate porque datos históricos sobre
ella no hay casi nada. Sea como fuere simplemente por aparecer en una obra como
El banquete y que se hagan esas afirmaciones en boca suya, como mujer es tan
relevante que vale la pena tenerla presente.
L.P: Se habla que no está probado cien por cien que este
personaje existiese y por lo que dices, entiendo que Laura Mas si ha llegado a
creer en la existencia Diotima.
L.M: Nunca voy a afirmar al cien por cien algo que no está
probado, pero quiero creer que sí y lo que nos acogemos a la defensa de su
existencia argumentamos que está demostrado que todos los personajes que va
mencionando Platón en sus simposio están demostrado que existieron por lo tanto
no hay razón para pensar que con Diotima hiciera una excepción. Por otra parte,
me parece muy interesante un teoría que presupone que Diotima pudo ser Aspasia
de Miletos (otro personaje muy potente de mi novela), una cortesana que terminó
siendo compañera de Pericles, que fue una gran maestra de la retórica, muy
inteligente y con mucha personalidad e ideas propias. Se habla que era ella
misma, la que redactaba los discursos a Pericles y que pudo incluso ser maestra
de Sócrates. Quienes defienden esta
teoría sostienen que Platón para proteger a la que era la pareja de Pericles,
no quiso afirmar directamente que era Aspasia quien le daba las lecciones sobre
el amor. Es una pena que no sepamos más sobre toda la verdad de este asunto y
ojalá que algún día se descubriera mucha más información que arrojara luz sobre
este personaje
L.P: Hablando de su contertulio masculino. Nos presentas a
un Sócrates “que huele mal, desgarbado, de dentadura amarilla”. ¿Ha sido una
sorpresa para ti este Sócrates?
L.M: Yo tenía una idea de Sócrates mucho más solemne porque
tendemos a que los grandes pensadores de aquellos tiempos eran gente muy seria
con una gran presencia, pero a raíz de leer y documentarme sobre él, varios
historiadores afirmaban que era una persona poco higiénica. No es el prototipo
de persona ideal pero puedo asegurar que al final Sócrates llegó a enamorar a
más de una persona gracias a su intelecto.
L.P: Entre las páginas de tu novela no solo aparecen Diotima
y Sócrates, también aparecen otros personajes reales como Pericles, Aspasia,
Calímaco, Querofonte etc. A la hora de
abordar a estos personajes históricos en
un libro ¿siente uno mucha responsabilidad cuando de darles vida se trata?
L.M: Por supuesto. Impone mucho y por eso intento hacerlo
desde la máxima honestidad y el máximo respeto. Los personajes que están en mi
novela y que existieron en la vida real han pasado por mucha documentación
porque nunca me pondría a hablar de alguien sin haber leído sobre su vida. Lo
que sí ha sido toda una experiencia es tener que empatizar con ellos a través
de los diálogos y por eso es una gran responsabilidad poner en boca de Sócrates
ciertos pensamientos. Por eso he
intentado ser fiel en base a esa documentación sobre lo que podrían haber dicho
o pensado estos personajes.
L.P: Otro personaje en la novela es la Polis. ¿Conocías esa
Grecia?
L.M: Tenía algunos conocimientos sobre la Grecia clásica y
sobre mitología pero para nada conocía este periodo con tanta profundidad como
puedo tener ahora. A mí lo que me impulsó principalmente fue conocer la
existencia de alguien que ejerció de maestra de Sócrates y a partir de ahí me
sumerjo en la suficiente documentación para abordar un escrito como este. Gracias a esta novela si te puedo decir que
he seguido leyendo sobre este periodo y reconozco que he quedado completamente
atrapada por él.
L.P: Vamos a encontrarnos en tu novela una Grecia clásica
con unas peculiaridades sociales que hoy en día nos sorprenderían ¿Qué es lo
que más te ha sorprendido a ti?
L.M: Una cosas que me sorprendió mucho fue que en aquella
época estaba bien visto, y formaba parte
de la vida de la gente, el hecho de que un hombre fuese mentor de un chico
adolescente (se denominaba eromenos y
erastes) para formarlo sexualmente por decirlo finamente. Es decir, era una
relación de alumno y maestro en el terreno sexual que contaba con el
consentimiento de los padres. Por otra parte, sabía que las mujeres en aquella
época estaban silenciadas pero no conocía la profundidad y la complejidad de
toda esa injusticia, porque el hecho de que las atenienses estuvieran tan
apartadas de la vida pública y que estuviesen consideradas como simples seres
destinados a engendrar hijos y encargarse de las tareas del hogar me parece
increíble. Me sorprendieron muchas cosas y aunque haya puesto estos ejemplos
también hay sorpresas que nos son tan negativas. Por ejemplo me produce
admiración que tuvieran tanta fe en los dioses y curiosidad que creyeran tanto
en el oráculo.
L.P: Uno de los aspectos que más me ha gustado de La
maestra de Sócrates son los duelos dialecticos entre Diatima y el filósofo
que forman parte de la trama del libro. Los encuentro de un gran valor y por
eso quería preguntarte si han sido muy difícil crear esa parte de la novela.
L.M: Ha sido de las partes más complejas y más ardua porque
ha sido todo un reto y si me dices que lo he logrado estoy muy agradecida por
tus palabras porque me rompí mucho la cabeza para llevar a cabo esa parte
porque una cosa es escribir las ideas que te vienen en mente para mantener un
dialogo y otra es conseguir el tono adecuado para cada personaje y que pueda
resultar verídico. No te voy a engañar, la parte de los duelos dialecticos ha
sido extremadamente complicada y algo que también he tenido que hacer, ha sido destilar todos
esos mensajes filosóficos porque yo quería llegar tanto a personas muy
ilustradas en materia filosófica, como a un lector que nunca se ha interesado
por la filosofía y que estando delante de mi libro entienda lo que está leyendo
y los mensajes que se están trasmitiendo en estos diálogos. Por lo tanto mi
intención ha sido hacer diálogos simples y sencillos porque yo creo mucho en el
poder de la sencillez, aunque lo que parece sencillo a veces cuesta más
trabajo.
L.P: Para finalizar y sin querer desvelar nada, nos vamos a
la escena con que concluye el libro. En esa escena final, que confieso que me ha gustado mucho y que invito a todos los
que lean la novela a que sean partícipes de ella porque no deja indiferente a
nadie, quería preguntarte si estaba premeditado o surgió a medida que escribías
la novela.
L.M: Siendo sincera te diré que me surgió ya casi al final
de la novela. Yo tenía bastante claro por donde quería enfocar mi novela pero
esta experiencia me ha demostrado que soy una escritora que me dejo sorprender
mucho a la hora de escribir y han sido los propios personajes los que se han
ido decantando por unas situaciones u otras y eso lo convierte en un momento
mágico cuando ocurre algo así.
L.P: En tu libro hay una frase que dice que “el amor
verdadero nos conduce a la inmortalidad” y yo espero que tu libro tenga un poco
de esa inmortalidad en el mundo literario y que se la otorguen los lectores.
L.M: Te lo agradezco de corazón Fernando. Muchas gracias.
Muy buena entrevista. Y desde luego la autora ha sabido dejarme con ganas de leer su novela.
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias por la entrevista. EStupenda, como siempre.
ResponderEliminarMe ha encantado la entrevista, Fesaro. Y no descarto leer el libro, aunque se salga de mi zona de confort :-)
ResponderEliminarBesos.
La novela me gustó mucho, tiene un planteamiento muy original y frases maravillosas. Tu entevista, estupenda, pero eso no me extraña nunca. Besos
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