“¿Serías capaz de matar a otra
persona?” De esta forma tan sorprendente empieza Ben, un
libro que desde la primera página ha conseguido engancharme a la historia de su
protagonista.
Hay personas que despiertan tanta fascinación como rechazo, que te atraen como un imán y a la vez te dan miedo y algo te dice que es mejor permanecer lejos de ellas. Esta es la historia de una de esas personas. Se llama Ben, y a lo mejor has oído hablar de él. De hecho, esta historia comienza en un funeral. El muerto no llegaba a los 24 años y ha sido asesinado. Unos tíos que lo odiaban decidieron matarlo a golpes. A su despedida solo han venido ocho personas. ¿Qué queda de aquellos a quienes quisimos cuando han muerto?
Nosotros. Quedamos nosotros. Nuestra memoria, nuestros recuerdos. Lo que hagamos con ellos.
El libro comienza con el funeral de Ben, al que acuden muy pocas personas, y ahí ya podemos ver cómo son pocos los que lo apreciaban de verdad. La madre de Ben muere siendo él muy pequeño, su abuela no lo quiere y finalmente tiene que vivir con su padrastro. No le gusta el colegio, y con el tiempo descubre el boxeo, cuando comienza a limpiar en un gimnasio, y también el póker, que le hará ganar dinero y mezclarse con gente no demasiado recomendable. Y su único vicio, contra todo pronóstico, es comer ositos de regaliz. A pesar de caerle bien a los profesores y ser descrito por ellos como un simpático con jeta, Ben es un tarugo en los estudios (como él se considera), un superviviente, un listo, un chaval con problemas que siempre se las ingenia para salirse con la suya. Y para sus verdaderos amigos en un chico de buen corazón impulsado por las buenas acciones y su rabia ante las injusticias. Porque no siempre conocemos a las personas que nos rodean, o no todos las conocen: “A veces la vida es como un iceberg. Nos muestra una parte, pero lo más importante es lo que queda debajo, oculto, la base de todo lo demás. Nunca pensamos en lo que no se ve. Solo damos importancia a lo que tenemos ante los ojos. El caso de Ben también fue como un iceberg. Uno tan grande que ni siquiera fuimos capaces de imaginarlo.”
Será a partir de su funeral, como la autora
comience a contar la vida de su protagonista, su pasado, su necesidad de ser
respetado y su fórmula de usar el miedo para conseguirlo. Esa forma de ver y
vivir la vida, y la necesidad de salir de la pobreza en la que ha vivido
siempre, será la que le llevará a tomar malas decisiones y coger la senda
equivocada, andar por un mal camino cuyo final será una muerte violenta sin
siquiera haber cumplido los 24.
Esta historia de Care Santos es
anterior a las otras novelas de la autora Mentira, Verdad y Miedo e
incluye personajes en común, aunque la historia se centre en Ben. Y es que este
personaje ya se menciona en las otras novelas, y se convirtió en uno de los que
más atrapó a la escritora y que la llevó a dedicarle un libro. De hecho, yo voy
a hacer el camino al contrario. También me ha atrapado la historia de Ben, y
voy a leer todos los libros de Santos para poder ampliar la historia.
No son demasiados los personajes
que aparecen en el libro, pero están bien descritos y llegas a conocerlos bien,
a sentir lo que ellos sienten. En la historia nos encontramos a María, madre de
Ben, que es abandonada por su pareja, un violador alcohólico, y acaba muriendo
joven, cuando su vida comenzaba a ir bien; a Anselmo, su padrastro, quien a
pesar de haberlo conocido desde pequeño, a todo aquel que le pregunta cómo era
Ben de pequeño, le responde lo mismo: “Ben era un misterio”. También nos
encontramos con Marcelo, hijo de la mujer de su padrastro y a Eric, su “primo”,
a quien Ben cuida al no ser tratado bien por su padre. Serán ellos dos los que
realmente echen de menos a Ben y sufran su pérdida. Y por último Kevin, antiguo
socio de Ben al que todos describen como un asqueroso que solo busca tapar su
culpa, culpa que tendré que descubrir en los libros anteriores.
Ben es un libro que
me ha encantado, tanto la historia y sus personajes como la forma en la que está
escrito. Usa una narrativa sencilla, de frases cortas, muy claras, casi
violentas en ocasiones, que parecen simular el carácter de Ben. Emplea la
enumeración, la descripción, pero sin aburrir, haciendo la lectura rápida y
amena. En todo momento quieres leer más, conocer más, entender más. También me
ha resultado curioso cómo hace guiños al lector, como cuando le pregunta si sería
capaz de matar a alguien o cuando hace como si fueras tú el que está investigando
lo que pasó con Ben. El final del libro es su comienzo, pero eso ya lo sabéis
al leer la reseña de la autora, no desvelo con ello el misterio. Y aún así, una
vez que lo terminas, tienes que volver a leerlo: “¿Qué queda de aquellos a
quienes quisimos cuando han muerto? Nosotros. Quedamos nosotros. Nuestra
memoria, nuestros recuerdos. Lo que hagamos con ellos”.
De Care Santos sólo he leído, y hace ya tres o cuatro años, "Media vida" que me gustó así como regular, o sea, no mucho. Sin embargo esta novela de título 'Ben' así como el resto de la saga a la que pertenece no las he leído. Veo por lo que Daniela dice en la reseña que es una novela dirigida a un público joven y que seguramente conseguirá animar a estos lectores a engolfarse en la lectura cuando sean adultos, ¡ojalá! Ya sólo por esto, Fesaro, creo que esta escritora merece la pena. No me importará leer alguna de estas novelas y comprobarlo por mí mismo.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola.
ResponderEliminarDe Care Santos leí Bel, amor más allá de la muerte. Fue hace muchos años pero tengo buen recuerdo así que igual te gusta también. Veo que es una temática parecida, y que la autora se desenvuelve bien y conecta con los jóvenes lectores a los que em principio va dirigido.
Desconocía estas novelas de Care Santos, pero me parecen un descubrimiento, al menos esta. Lo mismo a mi hija le gusta, se lo voy a decir. Besos
ResponderEliminarNo acababa de animarme con este libro, pero al final caerá :-)
ResponderEliminarUn beso.
Leí hace muchos años "Esta noche no hay luna llena" de la autora y me gustó mucho su prosa. Tengo pendiente leer más de la autora, pero lo cierto es que me echa para atrás el toque juvenil y las sagas. No termino convencida, la verdad.
ResponderEliminarMe encanta la juvenil. Desde hace tiempo conozco a Mare Santos y es un acierto seguro.
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