Llegó el turno para la reseña del tercer libro que opta a
los Premios de novela 2017 Guillermo de Baskerville, organizado por la página
Libros Prohibidos.
En esta ocasión se trata de Augurio, del autor catalán David
Aceituno una novela cuya portada me atrajo bastante y me inspiró muchas hipótesis
sobre su argumento porque tengo que reconocer que no leí su sinopsis para no
verme sugestionado. Os adelanto desde ahora mismo que no acerté ni una sola de
mis apuestas sobre por donde irían los tiros.
Título: Augurio.
Autor: David Aceituno.
Editorial: Ediciones Paralelo.
Año: 2016.
Género: Narrativa contemporánea. Drama.
Páginas: 205 páginas.
Precio: 10,00 euros.
Sinopsis:
Atrapada en un matrimonio que se descompone y en la relación cada vez más tensa con su hija adolescente, Ingrid debe enfrentarse ahora a un dolor inesperado: la muerte de J. Como contrapunto al estado de ánimo en que la sume una noticia que no puede desvelar a nadie, la luz en la isla del Mediterráneo donde veranea y la cita ineludible en la playa junto a Silvia, su hija.
A medida que el último día de agosto avanza, la sensación de irrealidad nubla los pensamientos de Ingrid. ¿En qué momento se ha convertido Silvia en una extraña? ¿Qué es lo que no sabe de su hija? En cuanto a su matrimonio, ¿cuándo y por qué empezó a romperse? Ingrid rastrea las respuestas en su relación con J, desde que lo conoció en una asociación de voluntarios donde él daba clases de psicología hasta el momento en que sus caminos se separaron. De fondo, el ruido de una muerte que no sabe cómo descifrar.
A partir de esas premisas argumentales, Augurio enfoca el conflicto de dos mentes condenadas a no entenderse –la de una madre incapaz de protegerse de sí misma y la de una hija arruinada por su propia inteligencia– para ir revelando poco a poco una incómoda foto de familia, y en especial algo que ni Ingrid ni Silvia pueden ver: las grietas de la doble vida en las paredes de su casa.
Puedes leer su primer capítulo aquí.
Impresiones:
Suspiro es lo sale de mi boca en lugar de palabras a la hora
de comenzar esta reseña de Augurio. Suspiro con una mezcla de no sé por dónde
empezar y se me hace difícil esta reseña. Pienso recapacito y reflexiono en voz
alta diciendo que tengo que reconocer
que la idea que rodea al libro es brutal en algunas ocasiones, desagradable en
otras y terapéutica cuando llevas conviviendo con sus páginas un buen rato, y
te das cuenta que has llegado al meridiano y has dejado de removerte en el
asiento incomodo en su lectura para disfrutar momentos apoteósicos que no vas a
encontrar en ninguna otra parte.
En líneas generales Augurio es la historia de una isla donde
vive Ingrid, mujer de mediana edad con su marido Ray y su hija adolescente
Silvia. Ella colabora con una asociación de apoyo a los familiares de víctimas.
La misma asociación donde trabaja J, al amante de Ingrid. Hasta aquí dominamos
la escena, los personajes y en cierta medida la trama. Digo en cierta medida
porque la historia, que es el vehículo que os debe llevar a recorrer el interesante
tour que guía David Aceituno por la idea de la muerte, las relaciones sociales
entre las personas, entre madre e hija y unas vidas que viven situaciones no
deseadas y están en constante huida de lo que les toca vivir es frágil. No he
encontrado ese camino marcado en el suelo, un camino que te muestre por donde
vas mientras caminas por una novela y que a veces es muy necesario. Me costó llegar
hasta la mitad del libro para saber dónde estaba y fue entonces cuando deshice
el camino recorrido y comencé de nuevo y la sonrisa se dibujó en mi cara.
Augurio no es un libro para cualquiera, es un libro que uno
tiene que descubrir o llegar a él interesado por lo que tiene que contarte.
Lleno de reflexiones potentes y de frases lapidarias que lo convierten en
momentos de excitación literaria que son acompañadas por dosis de pedagogía, de querer explicar la razón para
que el ser humano reacciona de tal o
cual manera ante las situaciones de la vida. A veces incomodo, a veces frío, la
novela termina llamando la atención del lector una vez consigues poner tus
sentidos en lo que sucede y se explica en ella. Es entonces cuando uno va
reconociendo pequeñas partes de la vida propia en el libro y eso siempre sacude
nuestra zona de confort, el reconocerse dentro de un libro que hasta ese
momento le había sorprendido.
Dos personajes, madre e hija que relegan al resto a meras
comparsas con cierto grado de importancia para poder dar sentido al conjunto.
Dos vidas enfrentadas con muchos rechazos e inseguridades tapadas con sexo,
drogas, portazos. Un conjunto de ideas, reflexiones y temas secundarios que se
convierten en la idea principal cuando les llega su protagonismo y que explican
porque un libro como este está entre los finalistas cuando al comenzar el libro
dudé de del motivo en varias ocasiones.
Autor:
David Aceituno (Badalona, 1977) es licenciado en Filosofía por la Universidad Central de Barcelona, ciudad donde vive con su mujer y su hijo. Ha firmado los poemarios Sylvia & Ted (2010) y Hogar (2015) en la editorial Olifante y media docena de álbumes ilustrados, aparecidos bajo el sello Lumen.
No tiene mala pinta. De entrada, me gusta el título.
ResponderEliminarPues me has dejado completamente intrigada con este libro; sin duda me lo llevo anotado porque por lo que cuentas merece mucho la pena adentrarse en sus páginas.
ResponderEliminarUn beso
bueno, lo tendré en cuenta. Tiene buena pinta y se agradecen 200 páginas a menos de 20 €, porque últimamente..... qué ruina de mes.
ResponderEliminarBesos.
Yo creo que en estos momentos no es una lectura para mí, pero quién sabe en el futuro :-)
ResponderEliminarUn beso y felices fiestas :-)
No me llama tanto como para apuntarlo, pero me alegro que lo hayas disfrutado
ResponderEliminarBesos