El día que se perdió la cordura. Javier Castillo

Javier Castillo y “El día que se perdió la locura” son uno de esos sucesos literarios que afortunadamente ocurren en el mundo de las obras autoeditadas y que demuestran que ese mundo está lleno de auténticas joyas por descubrir, sólo hay que creer y atreverse a buscar teniendo confianza. Sus números hablan por sí solos, cerca de cuarenta mil copias vendidas y semanas en los primeros puestos de la listas de ventas en una conocida plataforma digital.

Título: El día que se perdió la cordura.

Autor: Javier Castillo.

Editorial: Suma de letras.

Año: 2017.

Género: Thriller, Novela Negra.

Páginas: 449 páginas.

ISBN: 9788483659052.

Precio: 17,90 euros



Sinopsis:

«A veces el destino nos pone a prueba para que sepamos que existe».

Centro de Boston, 24 de diciembre, un hombre camina desnudo con la cabeza decapitada de una joven. El doctor Jenkins, director del centro psiquiátrico de la ciudad, y Stella Hyden, agente de perfiles del FBI, se adentrarán en una investigación que pondrá en juego sus vidas, su concepción de la cordura y que los llevará hasta unos sucesos fortuitos ocurridos en el misterioso pueblo de Salt Lake diecisiete años atrás.

Con un estilo ágil lleno de referencias literarias -García Márquez, Auster, Orwell o Stephen King- e imágenes impactantes, Javier Castillo construye un thriller romántico narrado a tres tiempos que explora los límites del ser humano y rompe los esquemas del género de suspense.

(sinopsis facilitada por la editorial)

Impresiones:

 La obra de Javier Castillo es un thriller con todas sus letras al más puro estilo americano donde ya con la sinopsis se nos muestra una historia vertiginosa, llena de misterio, de ritmo ágil y trepidante  cuya velocidad puede dejarnos sin respiración. Mis palabras pueden parecer muy entusiastas pero debo reconocer que en el ámbito que he descrito la novela está construida a partir de capítulos cortos, hasta un total de 89, con un contenido que nos provocara  en toda la novela una sensación de necesidad de leer  para saciar la acuciante falta de respuestas a muchas interrogantes. El autor proveerá de esas respuestas pero a cambio nos dejara más sombras que iluminar. El recurso de los capítulos cortos tengo demostrado que funciona muy bien si la trama es interesante y Castillo aquí lo ha utilizado de una forma magistral ya que todo guarda relación y la estructura de su novela forma un auténtico puzle  ambicioso.

La novela comienza con la imagen de un hombre  desnudo por las frías calles de Boston, aterrando a todo peatón que se cruza con él por el “curioso” detalle de llevar la cabeza de una mujer decapitada entre las manos. Un inicio que nos deja con la boca abierta y mucha intriga por saber de dónde surge tan siniestra estampa. Confinado en un centro psiquiátrico bajo la tutela de uno de los más reputados psiquiatras del país y custodiado por Oficina Federal de Investigación será el comienzo de una trama más atroz aún y la narración en una cierta sucesión de flashblack que arrojaran luz al por qué de muchos de los acontecimientos sucedidos y los orígenes de parte de las vidas de nuestros personajes. Unos personajes que como si de una novela coral se tratara irán apareciendo fragmentos de momentos claves  que poco a poco  van conformando una visión global de la trama. En esta carrera narrativa de episodios cortos el autor es listo y nos va mostrando ideas o posibles explicaciones a diversos sucesos pero de una forma donde siempre falta algún detalle y nos surge nuevamente  esa necesidad de leer un poco más.

“El día que se perdió la cordura” es una novela y me reitero  con mucha acción y con una frase que figura en su trasera que da sentido a sus personajes “a veces el destino nos pone a prueba para que sepamos que existe” porque estos tal vez carecen de la fuerza y la profundidad de no estar completamente desarrollados  (creo que el ritmo, el número de páginas y las circunstancias no lo permiten) y esa falta de fuerza provocan  al lector empatizar poco con ellos pero sí obligarnos a  ponernos en su pellejo para pensar por un momento que haríamos nosotros en su lugar. Aun así, el equilibrio entre ellos es muy bueno y su planteamiento permite fácilmente seguir la estela de todos.

No puedo dejar de mencionar que tal y como dijo su autor en el encuentro que tuve con él hace unas semanas y que podéis leer aquí, existe una segunda parte de la novela que ya está terminada y que desvelara algunas incógnitas que se han quedado para mi gusto con la necesidad de ser explicadas como puede ser de donde vienen la razón de actuar así de algunos personajes. Tiene un final, como todo en esta vida  pero con invitación a una nueva entrega, así que aviso para navegantes, esto aún no ha acabado pero el viaje, por lo leído merece la pena comenzarlo.

Por lo leído en esta novela, Javier Castillo tiene un futuro como escritor muy prometedor  y su segundo libro si sigue los pasos de este primero en su forma de trabajar y con esa imaginación portentosa a buen seguro será mucho mejor que este. 

Autor:

Javier Castillo creció en Málaga, se diplomó en empresariales y estudió el máster in Management de ESCP Europe, en el itinerario Madrid-Shanghái-París. Actualmente trabaja como consultor de finanzas corporativas en una compañía con presencia nacional. Escritor de relatos cortos desde la adolescencia, El día que se perdió la cordura es su primera novela y un éxito comercial en internet, habiendo permanecido durante más de 365 días entre los más vendidos de Amazon con más de 40.000 ejemplares vendidos.