Son las 16,15 horas y en Sevilla luce un sol que nos
recuerda que la primavera llega siempre con adelanto a esta ciudad. Sentado en
el mítico Picalagartos Julio Muñoz nos recibe con una sonrisa, que no
abandonará en toda la entrevista y su mítica camiseta de las presentaciones, un
tributo a Silvio que se está convirtiendo gracias a él en prenda de
coleccionista y de culto.
Con un millón de preguntas acumuladas en todas esas
presentaciones y ocasiones en las que no he podido coincidir con él la
conversación rompe todas las formalidades y entre bromas recuerdos de toda índole
y el descubrimiento de conocidos comunes me voy dando cuenta que Rancio
Sevillano es igual que Julio Muñoz pero con más salero y Julio Muñoz es igual
que Rancio pero más completo y multidisciplinar. El tiempo se pasa rápido
hablando con él, descubriendo a un gran amante de su tierra pero que no es
para nada excluyente con lo que viene de fuera aunque defienda lo que le guste
porque él es alguien que se que se precia de tomar el pulso a la calle y vivir
descubriendo más que enterándose de las cosas.
Tal vez por eso su personaje y sus libros hayan tenido tanto
calado y es que representa todos esos momentos y placeres que nos han hecho
felices en alguna que otra ocasión y que sientan tan bien leer o comentar sobre
ellas.
Se acaba el encuentro, las risas y las bromas con las que
Julio ha compartido su confianza se acallan y uno se da cuenta que muchas veces
la sencillez con arte es el camino más corto hacía el éxito popular. Don Julio todo un placer y por favor la
próxima que sea con un par de botellines como testigos.
La desaparición del Oso y el Madroño es el explosivo inicio de Operación chotis en adobo. Pichi, un camarero gato de seis generaciones, recibe la noticia de que sus dos hermanos heavies, que normalmente charlaban pacíficamente en Gran Vía, han sido secuestrados. 500 kilómetros más al sur, una famosa pareja de cantantes de sevillanas ven amenazados los derechos de su gran éxito, una pegadiza canción que hizo bailar al planeta entero, y encargan su protección a un ingenioso y caradura abogado repeinado con gomina y rizos en la nuca: Megías.
Pichi, de cocido, Megías de puchero; Pichi de caña, Megías de botellín; Pichi de zarzuela, Megías de sevillanas; uno y otro, tan distintos, tendrán que investigar qué está pasando en Madrid, y por qué es tan importante un antiguo disco del que ni siquiera los coleccionistas de El Rastro han oído hablar.
Libros en el petate: Tu nuevo libro se llama Operación chotis en adobo
pero este no tiene nada que ver con el anterior o me equivoco.
Julio Muñoz: Todos mis libros son más o menos
independientes y la idea es que tú pudieras comprarte o regalar los libros y
pudieras disfrutar cualquiera de ellos sin problemas.
Con este libro yo quería demostrar dos cosas: La primera el
reto de crear un personaje que estuviera al nivel de Jiménez, uno de los
protagonistas de los otros libros y al que más cariño le tiene la gente y por
otro lado enganchar con algo nuevo a la gente que no hubiera entrado en
contacto aún con el universo de mis libros con un personaje nuevo que empezara
de cero y tuviera que ver con lo hecho anteriormente. El fin es que al que le
guste puede continuar con lo hecho anteriormente pero sin la necesidad de haber
leído todo lo anterior.
Ha sido una manera de retarme y tratar de hacer un nuevo
personaje que gustara a la gente y estoy muy contento porque al personal le ha
encantado.
L.P: Retos y más retos:
J.M: Yo creo que las cosas hay que hacerlas o intentarlas
siempre todas. A mí me falta tiempo en el día pero siempre que me piden
colaborar en algo intento hacerlo. Fíjate hasta que punto llega la cosa que en
navidades me pidieron presentar un libro y al preguntar de que iba me dijo el
autor pero si me escribiste el prólogo y yo ya ni me acordaba de tanto que
intento llevar para adelante.
Esto se trata de apoyarnos unos a otros y yo en la ciudad he
tenido suerte que he caído en gracia y si puedes ayudar a todo el mundo para
que culturalmente Sevilla se mueva y salgan cosas nuevas pues mucho mejor.
L.P: Quién es Megias:
J.M: Megias es un amigo de Jiménez que como todos los amigos
tiene cosas en común unos con otros pero la mejor definición y la que mejor se
entiende es que cuando salen juntos Jiménez se vuelve antes, Megias tiene un
puntito de maldad y Jiménez es más inocente y bobalicón. Megias es de los que
salen poco pero cuando lo hacen es a saco y son capaces de quemar a cualquiera
y acaba a las tantas de la mañana. Es el típico abogado con un despacho en el
barrio de los Remedios, algo rancio de esos que tienen muchos diplomas en la
sala de espera y que recibe el encargo de dos cantantes de sevillanas llamados
"los de la charca" de encontrar un disco que es una leyenda y que no
se sabe si existe o no pero que puede poner en tela de juicio que el patrimonio
generado por el éxito de esos dos cantantes titulado "La Magdalena"
pase a otras manos. Este personaje será el que juegue un poco el papel de
protagonista de la aventura en Madrid.
L.P: Esta sacado de estereotipos o te has fijado en alguien
para darle forma.
J.M: Los estereotipos están ahí y son accesibles a todo el
mundo, lo que yo intento que sea diferente es que el lector reconozca ese
estereotipo en perfiles de gente de su o nuestro alrededor. A mi no me interesa
tirar de la imagen que todos conocemos del sevillano o madrileño típico y por
eso no podría hacer un rancio gallego o asturiano porque no los conozco . Yo a
Sevilla si la conozco y en Madrid llevo viviendo ocho años y soy capaz de darle
forma de una manera concreta a un rancio sevillano o madrileño.
Lo ideal es como cuando haces un gazpacho en la Thermomix,
sabes lo que hay que echarle y la cantidad justa pero atrévete a innovar y
tienes que darle tu toque para que sea algo tuyo. Entonces mis personajes se
nutren de gente que conozco y lo mejor es que ellos se reconocen.
L.P: Con la Thermomix hemos topado, cuidado que en ese tema
hay mucho purista rancio.
J.M: A la Thermomix hay poca gente le pueda llevar la
contraria pero en el salmorejo mi mujer puede confirmar que según ella lo hago
mejor que el de la máquina. De eso se trata de a lo que conoces darle un poco
de tu impronta.
L.P: Yo me he leído todos los que has escritos y creo que
este es tu obra más universal, cómo lo ves tú.
J.M: El otro día me contaba alguien que no conocía y que
para ponerme en antecedentes decía que él que se había leído más de quinientos
libros entre ellos todos mis anteriores novelas que ya podía felicitarme porque
con el último había comprobado que yo había aprendido a escribir (risas). Creo
que es el que está más hecho y me gusta que me digas que es el más universal
porque eso es condición para que pueda entrar gente que podía pensar que mis
libros eran demasiado locales.
En Operación chotis en adobo he intentado domesticar la
historia algo más, sin traicionar el humor de aquí porque es mi esencia y mi
cuartel general pero que fuera más accesible a la gente de fuera.
L.P: Creo que el de la mermelada fue un intento pero en este
lo has conseguido y mucho.
J.M: Al final todo movimiento se demuestra andando y se
aprende a caminar paso a paso y este ha sido el ejemplo que lo demuestra aunque
la figura de la correctora ha molado mucho porque la que me ha tocado era la
bomba y me ha ayudado a corregir la bromas que un madrileño no entendería y eso
me ha hecho buscar bromas que le gustaran a un sevillano y a un madrileño por
igual.
Por ponerte un ejemplo, en una escena del libro, los
personajes hablan de un disco de Obús cuando se llamaban Balín, la correctora
me preguntó si me refería a Richard Balín un cantautor americano y le dije que
no, que balín es como llamamos en el sur a los plomillos y al final hubo que
cambiarlo para que todos entendieran el chiste.
L.P: El secreto para tanta inventiva donde esta porque tus libros tienen más salidas que un
pueblo chico.
J.M: Al final es ser un poco esponja. Yo tengo cero memoria
pero si soy ocurrente y la única manera de trabajar es tener siempre la
lavadora de pensar puesta y el móvil en la mano y a medida que se me van
ocurriendo cosas o voy escuchando cosas interesantes las voy apuntando y de ahí
saco una lista de miles de pamplinas que voy tachando y ordenando las que me
sirven para una trama o un chiste. Es un método que también utilizan los
raperos, tengo amistad con Tote King y él hace lo mismo.
L.P: El tiempo tan preciado para la gente ocupada de donde
lo sacas porque yo trabajo, tengo que cuidar de tres perros, dos comunios y un
futmundo y me las veo y me las deseo, tú cómo lo haces.
J.M: Yo me he quitado de comunio, veo menos series que antes
y el proceso de escritura lo adapto al poco tiempo que tengo y aunque suene
pedante ante otros escritores yo lo que hago es pedirme una semana de
vacaciones y en esa semana lo escribo todo dedicándome por completo a montar
todas esas pamplinas, escenas y tramas que a lo largo del año he ido dándole
vueltas.
Durante esa semana me encierro en una biblioteca pública de
9 de la mañana a 21 de la noche y vomito todo sobre el papel durante cuatro o
cinco días y luego los dos o tres siguientes para corregir, perfilar y de ahí a
la editorial.
Yo no tengo talento para escribir una historia en seis meses
porque se me olvida o me costaría mucho mantener en la cabeza una trama a lo
largo de meses.
L.P: Hablando un poco de ti, en las redes sociales te has
convertido en un referente. Julio Muñoz es igual que Rancio o tienen
diferencias.
J.M: Rancio esta contenido en Julio Muñoz, no tendría
sentido que twitterara cosas que no siento y mi relación con Sevilla es de
enamoramiento absoluto e incondicional. Sevilla ha sido a veces como una ex
novia con momentos en que me ha tratado mal porque me han ido mal las cosas
pero no he dejado de sentir por ella y a pesar de la distancia mis ganas de
volver a verla están ahí y por eso todo lo que representa rancio lo llevo
dentro pero Julio Muñoz tiene más cosas y mi trabajo con la selección española
puede tener detalles que son contradictorios con la imagen de rancio. Recuerdo
cuando nadie me conocía que me hice una foto en twitter con un botellín en la
mano y salía un reloj de running y la gente me decía ese reloj no es de rancio,
es de modernito que corre. Por eso intento reivindicar la complejidad de las
cosas, uno puede ser rancio pero gustarle la música electrónica, que te guste
la semana santa pero un año irte a la playa y no pasa nada, no eres menos
sevillano por eso. Llevamos mucho tiempo encerrados en un prototipo de
sevillanía que en parte es la que está asfixiando a la ciudad y que debemos
intentar romper de alguna manera.
A mi Silvio en parte me gusta tanto por eso, porque era la
concepción de Sevilla que a mí me gusta, de un tío que era rockero y cofrade,
que coge el Stand by me y lo adapta a una marcha de Virgen sevillana,
sevillista y que ha hecho una de las mejores canciones que se han hecho del
Betis.
Eso es lo que mola y lo que nuestra ciudad aporta, la
coherencia es un coñazo, ser siempre igual es un aburrimiento, lo bonito es que
un día te puedas comer una pizza y al día siguiente te infles a montaditos de
pata de mulo pero no renunciar a nada.
L.P: Tú has abierto un camino, has hecho que muchos abran
cuenta en twitter solo para saber de tí y seguir tus comentarios. Con el paso
del tiempo como ves esta historia tuya.
J.M: Muchas veces lo pienso porque es como un salto
cualitativo en poco tiempo. Yo estoy muy contento aparte de por los libros que
me han dado muchas alegrías tanto económicas (aunque no me dan para vivir de la
literatura) como personales porque gracias a la cuenta me han conocido en
muchos sitios donde antes iba mucho de forma anónima y ahora puedo decir que
algunos de ellos son hasta colegas míos. He conocido a Soto, a los Morancos
gracias a los libros y esa difusión me ha servido para poder realizar un montón
de proyectos que han salido adelante gracias a esa popularidad como poner el
nombre de Paco Gandía a una calle o estamos hablando con el chaval que hizo un
grafiti del Pali para hacer un crowdfunding y con una pared que nos ceda el
ayuntamiento hacer un grafiti de Silvio.
Al final muy humildemente y sin que suene fantasma he
utilizado esa repercusión para modificar la ciudad en cosas que son chulas y
creo que necesarias. Además vas viendo que surgen cuentas parecidas con las que
me río mucho y que hacen un humor parecido y con las que hemos conquistado
twitter a través del humor rancio.
L.P: De eso quería hablarte. Hay una cierta cantera en las
redes sociales de donde las editoriales están tirando para sacar libros.
J.M: Es genial, a veces me preguntan si no me da coraje que
me imiten. Al contrario, es maravilloso que yo haya sido inspiración para que
otros se hayan sentado a escribir un libro o contar cosas de nuestra ciudad. Ese
es el verdadero merito que puede tener esto, que haya esa repercusión. Yo estoy
encantado que el Capitán adobo, Brioche saquen libros al igual que Colussos y
Kukletas. Todo lo que podamos hacer para que una ciudad tan creativa como
Sevilla materialice esa creatividad es gloria bendita. Para que se lean El
código Da Vinci mejor que se lean las aventuras del Capitán Adobo.
L.P: Nadie te ha dicho que eres el nuevo maestro Araujo de
las redes sociales y la literatura. Has hecho una guía gastronómica de Madrid y
Sevilla en tus libros.
J.M: No por Dios. Ojala aunque tengo pendiente hacer un mapa
con mis sitios preferidos para tapear y que no piense la gente que me pagan por
mencionar esos lugares porque no es verdad (risas).
Hay sitios en Sevilla que son únicos. Yo tenía una novia de
Barcelona con la que tenía un conflicto sano, porque cuando yo iba a su ciudad
ella me intentaba llevar a sitios rancios y cuando venía aquí yo le quería mostrar sitios modernitos y no había color. Barcelona no puede competir en
sitios rancios con Sevilla y nuestra capital pierde por goleada antes los
sitios chic de la ciudad cataana. Lo mío es un poco vender nuestra movida,
nuestros sitios y nuestros secretos.
L.P: Tendremos más Megias.
J.M: Yo creo que si. Le he cogido cariño aunque ahora mismo
quiero dejar descansar un poco el tema libros porque hay un montón de lectores
que nada más salir el libro se lo leen en un momento y a los dos o tres días ya
me están preguntando para cuando el siguiente. tengo seis libros y me parecen
una barbaridad pero hace poco me enteré que Corín Tellado escribió unas cinco
mil novelas así que creo que me puedo permitir que caiga alguna más.
L.P: Julio ha sido todo un placer conocerte y gracias por tu
tiempo que imagino tienes una agenda muy apretada.
Muy buena enrevista (qué gracia me hace la cubierta y el título del libro). Ya sabes que es asignatura pendiente. Todo se andará! Besazos!
ResponderEliminarJejej más salidas que un pueblo chico! Jejej.. qué bueno estuvo eso.
ResponderEliminarCon lo de la Thermomix me habeis matado, jaja. No me importaría nada leer esta novela y echarme unas risas. Besos
ResponderEliminarHe leído casi todos los libros de la serie anterior y me gustaría también leer éste. Me lo paso en grande con este escritor
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