Tras varios caminos de Santiago, numerosas rutas, escalar diversas montañas de menor categoría, alguna de ellas en condiciones climáticas muy desventajosas y tener la naturaleza como un medio para disfrutar de la vida y aprender, he llegado a la conclusión de que me faltaba en mis estanterías un libro como este para qeu tuvieran un poco más de valor.
Título: Tras las huellas de la fauna ibérica.
Autor: Victor J. Hernández
Ilustraciones: Eduardo Rodríguez
Editorial: Tundra
Año: 2014.
Páginas: 96 páginas.
Género: Naturaleza.
ISBN: 9788494311222
Precio: 20 euros
Sinopsis:
Un apasionante viaje de descubrimiento de la fauna salvaje ibérica, a través de la cuidada selección de las mejores pinturas e ilustraciones naturalistas de Eduardo Rodríguez Marín y los relatos de vivencias reales, extraídos de los cuadernos de campo, de Víctor J. Hernández, en busca de las joyas de nuestra fauna por las indómitas soledades de los bosques, montañas, costas, desiertos y humedales ibéricos.
Sinopsis facilitada por la editorial.
Autores:
Victor
J. Hernández (La Vall d´Uixó).
Naturalista, escritor y divulgador científico y ambiental, es autor de una
treintena de libros y otras publicaciones, incluyendo la coautoría de tres
enciclopedias. Comprenderemos mucho mejor su obra si se sabe de él que es
Técnico especialista en seguimiento y gestión de fauna salvaje y en paisajismo
y restauración ambiental. Cuenta en su haber con numerosos galardones
relacionados con sus iniciativas de investigación y conservación de la
Naturaleza y por su labor de divulgación para salvar la naturaleza, la difusión
y su sensibilización.
Impresiones:
Hay
libros que uno escoge el lugar donde leerlos y este es uno de ellos, de los que
invitan a buscar un rincón acorde a los sentimientos que le despiertan su
temática.
Mis
perros juegan a perseguirse, mientras yo aprovecho para disfrutar del tibio sol
que despunta en estas fechas sentado en
un banco del parque. Con las primeras páginas, el primer sentimiento me viene a
la cabeza, envidia sana hacia el autor porque en sus palabras uno vislumbra la
pasión, no es difícil intuir que su afición llevada hasta el extremo, le
procura vivencias que busca y que consiguen salir del interior para describir donde unos no ven nada, otros como Victor
Hernández, ven vida.
Esto me
recuerda aquel proverbio ruso que citaba “Hay quienes pasean por el bosque y sólo ven
leña para quemar”.
Con
movimientos lentos, casi inconscientes, me acurruco en el banco y mi primera
acción es agazaparme agarrado al libro y del mismo modo que el autor, observar
mimetizado con el paisaje a los animales. Ya desde mi posición de lector
privilegiado, me dispongo a vista de pájaro
unas veces o desde pie de página a ser testigo directo de las historias
que otros han vivido en lugares privilegiados y cotidianos, para que yo pueda
sentirlas como propias mientras dure su lectura.
Tras la
mirada de un lobo en su portada, que a veces parece real, encontramos un libro
ameno, en forma de diario de un naturalista, con un diseño brutal, ideal para amantes de la naturaleza, que sientan y vean como pequeños milagros cada escena que nos
describe su autor, acompañadas con los dibujos detallistas de Eduardo Rodríguez
nacidos de su milagrosa pluma. Creo que este libro no sería lo mismo sin los dibujos de Eduardo acompañando a las palabras de Victor, pero son estas palabras las que dan mayor vida a los dibujos de ilustrador por lo tanto la simbiosis perfecta.
La
crítica en pequeñas dosis, enseñar
mientras nos aconsejan de una forma sutil y casi descuidada, momentos para la
comicidad y la risa circunstancial con un toque cariñoso del protagonista que
sabe que hay momentos que merece la pena guardarlos en clichés con una sonrisa
burlona, y que cunden más que una mala experiencia.
Reflexionando
y mirando un poco atrás en su lectura le doy mayor importancia a la forma que
tiene Victor Hernández en transmitirnos momentos que duran un segundo y que
para captarlos el ha necesitado horas y horas de paciencia y que en unas líneas
condensan puro sentimiento para nuestro disfrute e imaginación, por ello es
altamente recomendable para gente que no tiene tiempo para vivir ciertas imágenes
de la naturaleza pero que sabe volar con su imaginación y las pinceladas del autor
y los dibujos de Eduardo como ayuda referencial a cualquier lugar, en espera
que su contenido nos haga recapacitar y nos enseñe cuanto nos perdemos con no
mirar con los ojos adecuados.
Personalmente
me ha devuelto a lugares remotos donde mis pasos eran mis únicos compañeros en
un camino que me enseño a conocerme un poco mejor. A un café con migas tras una jornada con mi
padre contando apenas ocho o nueve año , donde ejercía de cicerone de la
naturaleza y donde me enseñaba como coger sin dañar la naturaleza espárragos,
tagarninas, erizos llenos de castañas y un largo etcétera.
No
puedo dejar sin mencionar el poder de la imaginación en las palabras del autor,
impactante en muchos de sus relatos, igual de impactante como debe ser escuchar
en plena naturaleza el aullido en vivo del lobo. Por eso recomiendo dejarse
llevar por sus escenas y dibujos y tras cada descubrimiento puntos suspensivos
que den paso a nuestra imaginación como lectores.
Como
conclusión, un relato que pone todo un broche final, que sabe enternecer a quien
lo lee y que nos abre los ojos y nos recuerda que la vida es todo lo que pasa a
nuestro alrededor y que sólo debemos saber mirar mejor para disfrutarla.
Me gustó mucho este libro y como tu dices destaco la pasión del autor en su trabajo. Me encantaron las ilustraciones!
ResponderEliminarUn beso
Ays, quiero este libro...
ResponderEliminarBesotes!!
Un libro precioso sin duda.
ResponderEliminarA pesar de todas las opiniones positivas que he visto es un libro con el que no me animo
ResponderEliminarBesos
Parece un libro estupendo, pero no creo que lo elija como lectura en el futuro... beso!
ResponderEliminarHe disfrutado, y disfrutaré, un montón con este libro.
ResponderEliminarBesos.
Yo lo quieroooooooooooo!!! Desde que leí la primera reseña estoy enamorada de él ;) Un beso!
ResponderEliminarEste libro merece muchísimo la pena. Lo disfruté un montón. Besos.
ResponderEliminarParece un libro para disfrutar con él.
ResponderEliminarUn saludo.
Lo quiero, la edición es preciosa
ResponderEliminarbesos
No me convence como lectura única pero sí para ir leyendo con calma
ResponderEliminarBesos
No me importaría leerlo. Veo que os está gustando bastante a todos :)
ResponderEliminarBs.