Cocó (Natalia) y Tiriti (Gonzalo) son dos hermanos que, junto a sus amigos, van a vivir unas aventuras mágicas cuando deciden abrir el arcón del capitán, objeto que da título a este libro y al diario de Tiriti.
Un
día, Cocó descubre una casa que parece vacía o abandonada, y la curiosidad la
lleva a investigar que hay en ella. Y para eso cuenta con la compañía de sus
amigas, Sara y Patricia. Cuando consiguen entrar, ven que allí vive un viejo
marino que, aunque al principio les da un poco de miedo, pronto se convierte en
su amigo y las invita a que vuelvan a su casa, y cuando lo hacen, van
acompañadas de Tiriti. Allí, el marino les cuenta sus historias y les enseña
recuerdos acumulados de su etapa en el mar. Uno de esos recuerdos, que
rápidamente llama la atención de los niños, es un baúl con unas letras que
deberán interpretar para poder abrirlo, a pesar de que la historia cuenta que,
el que abra el arcón del pirata Morgan Stanley o El Flaco Morgan, sufrirá
graves consecuencias. Y para resolver este primer enigma, contarán con la ayuda
de Freedy, antiguo mercenario propietario del bar del pueblo al que los amigos
suelen acudir.
Y ahí empieza la verdadera hazaña. Los niños viajan a través del arcón a un mundo de fantasía lleno de hadas y duendes del que no saben cómo regresar. Allí se encuentran además con una guerra entre reinos que dificultará su vuelta a casa. Pero los niños no se rendirán, ayudarán a unos seres mágicos y lucharán contra otros, hasta localizar el camino de regreso.
Lo
primero que pensé del libro cuando lo vi, es que había
demasiadas palabras y
ninguna imagen. Es lo que tiene hacerse mayor, que los libros cambian pero no
dejan de ser buenos por eso. Y de hecho, este libro es muy bueno. O al menos a
mi me ha gustado mucho y lo voy a recomendar a mis compañeros. Es entretenido,
divertido, tiene suspense, magia, aventura… Describe tan bien a los personajes
que es como si los conociese. También tiene amistad, y amor de hermanos, porque
los protagonistas siempre se ayudan entre ellos y nunca dejan al otro atrás. La
historia te engancha de tal forma que, llegando al final, no puedes parar de
leer. Y creo que, tal y como queda la cosa, podríamos tener una segunda parte.
Eso le pediría al autor del libro.
De la
lucha de Cocó y Tiriti por volver a casa, me quedo con su esfuerzo y su
capacidad de pelear por lo que quieren. Y con una frase: “no hay peor esfuerzo
que el que no se hace”. También me ha gustado ver cómo los niños dan una
oportunidad al capitán, que estaba solo porque todos temían acercarse a él, y
resulta ser una persona agradable que solo se había vuelto solitaria porque en
lugar de acercarse a él, la gente pensaba que podía ser una mala persona. Y
otra cosa, la curiosidad puede ser divertida pero también es peligrosa, por lo
que no debemos dejar de investigar pero siempre que los que nos quieren sepan
lo que estamos haciendo o dónde vamos (esto me lo ha chivado mi madre 😉).
Una reseña muy cuqui. Qué capacidad para razonar, enhorabuena ;)
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