Ya estamos entrando en esos días de frió donde como ocurre en verano con la toalla o la piscina, uno gusta de hacerse fuerte en el sofá con una manta y una buena taza de cualquier liquido de nuestra preferencia a devorar páginas y páginas de una buena historia.
Hoy os traigo una novela de sombras, de lugares oscuros y fríos,
con malos que bien podrían ser modelos a diseccionar por un comité de expertos psicólogos
en contraposición de los buenos, personajes a los que ellos no les gustaría que
se le etiquetasen como héroes, pero que arrojan luz sobre esas sombras de las
que hablábamos antes.
Todos nosotros es una novela policíaca que para el que no me
quiera seguir leyendo solo le pido que se lleve el nombre en la memoria y que
cuando pueda la lea porque sin lugar a dudas su historia, sus personajes y todo
el trasfondo que está sumergido entre sus páginas merecen la pena. Se acercan
fechas de regalos y esto es apostar a caballo ganador para quien guste del género
negro.
Título: Todos nosotros.
Autor: Javier Menéndez Flores.
Editorial: Planeta.
Año: 2020.
Género: Novela Policíaca.
Páginas: 536 páginas.
ISBN: 9788408232858
Sinopsis:
Madrid, 1981. Una pareja de inspectores de policía investiga el atropello mortal de una joven completamente desnuda cuya autopsia revela unas terribles lesiones previas al accidente. Poco después, dos chicas de edades similares desaparecen. Las tres fueron vistas por última vez en locales de copas. Comenzará así una absorbente intriga criminal, que abarca dos décadas, en la que la acción y la psicología de los personajes se entrelazan con maestría. El Madrid del final de la Transición, en donde los feroces métodos franquistas seguían vivos, contrasta con el de una democracia ya asentada aunque expuesta a los peligros del mundo globalizado.
Una novela que no da tregua al lector gracias al ritmo, el suspense y la violencia, con un final épico, tan sorprendente como demoledor, que reflexiona sobre la complejidad del ser humano y sus zonas más oscuras, pero también sobre la fuerza todopoderosa del amor.
Puedes leer los primeros capítulos aquí
Impresiones:
Todos nosotros tiene un buen comienzo, uno de esos intrigantes
que te dejan con ganas de saber más, una figura abstracta lo suficientemente
atractiva como para entregarte al proceso que unos cientos de páginas te harán llegar
a ese dibujo completado.
Mientras tanto la trama comienza con el atropello de una
chica desnuda en una calle de Madrid en una fría noche de 1981. El caso se lo
asignan a los inspectores Diego Álamo y Roberto Guzmán. El primero un inspector
de la nueva hornada, de la primera promoción de la policía que vio la luz con
la democracia. Roberto Guzmán, su compañero, es un policía de la vieja guardia,
de aquellos que vivieron la dictadura, sus normas y una forma de trabajar distinta
a como se intenta en los nuevos tiempos de democracia. En definitiva un clásico
con mal humor, pero que en el fondo no es un mal tipo.
Descubren que Elena Vicuña, la chica atropellada había sido secuestrada y
tal vez en un descuido de su o sus captores huyó, cuando por accidente un coche
la atropelló. Investigando les llega la información de que existen otras dos
denuncias de chicas de edad similar que también han desaparecido sin causa
aparente y que su último paradero conocido fueron locales de la noche
madrileña.
Comienza así una investigación contrarreloj vertiginosa en
la que nuestros dos protagonistas muestran como era el trabajo policial en una
época donde no había móviles, cámaras de seguridad ni los avances científicos que
hay hoy en día y que facilitan mucho más las cosas para los policías y en jaque
a los malhechores.
La novela discurre en forma de capítulos cortos, llenos de
intriga, emoción y que pone en vilo al lector. Una estrategia por parte del
autor que hace que nos sea difícil despegarnos
del libro.
En esta primera parte de la trama (la novela consta de dos,
una que se desarrolla en 1981 y una segunda que transcurre veinte años después)
se alternan los capítulos de investigación de nuestra original pareja con otros
muy oscuros y duros narrados por una de las chicas secuestradas. Estos últimos
son capítulos duros, violentos que harán encogerse nuestro corazón y desear que
nuestros policías salven a la chica pronto. En esta parte el autor sabe contagiar
a los lectores de cierta angustia ante los hechos.
En la segunda parte, en el año 2001 en un corto periodo de
tiempo vuelven a desaparecer varias chicas jóvenes que habían salido de fiesta.
Todo hace recordar a lo sucedido veinte años atrás y en los estamentos
policiales volverán a saltar las alarmas ante la posibilidad de desenterrar un
caso que abrió una herida incurable.
Esta novela es una auténtica máquina del tiempo que te lleva
a los ochenta y a principios del siglo XXI con tal fidelidad que uno parece
vivirlo in situ. Todo ello gracias a los continuos de detalles culturales como
películas, música, obras de teatro y hechos notables que ocurrieron en esos
años. El libro resuma nostalgia con su poquita caspa postfranquista por todos
lados. Una novela llena de simbolismos donde el autor va dejando un montón de
situaciones que nos harán reflexionar sobre diversos aspectos de la condición
humana, de cómo uno es algunos momentos no deja de ser esclavo del tiempo que
le toca vivir.
Los personajes son dignos de conocer, los buenos agradan y
uno se entrega a ellos y los malos provocan repulsión. De todos ellos sin lugar
a dudas destaca Diego Álamo, un hombre que representa al policía vocacional,
ese hombre que entiende que su trabajo le gusta y que lo más bonito es servir y
ayudar al prójimo. A pesar de esto queda retratado de forma edulcorada, al
contrario, es un tipo que tiene todo para triunfar, pero la suerte es esquiva y
salvo momentos de felicidad vive instalada en una continua melancolía del que
necesita cerrar puertas abiertas para poder vivir en paz.
Una historia muy recomendable porque tiene un escenario
atractivo, una trama que no da respiró y llena de giros que en todo momento la
hacen atractiva, unos personajes que seducen con su personalidad y un caso
intrigante hasta su resolución al final de la novela.
Y solo me queda preguntaros ¿Dónde estabais vosotros
entonces?
Autor:
Javier Menéndez Flores (Madrid, 1969) es autor de una quincena de libros. Ha publicado
las novelas Los desolados, El adiós de los nuestros y, junto con el periodista Melchor Miralles, El hombre que no fui —basada en el crimen de los marqueses de Urquijo—, la cual fue finalista del Premio Rodolfo Walsh de la Semana Negra de Gijón 2018.
También ha firmado libros de entrevistas —Miénteme mientras me besas, Arte en vena—, un ensayo cinematográfico —Guapos de leyenda— y exitosas biografías de grandes figuras de la música española, entre las que cabe destacar la trilogía dedicada a Joaquín Sabina —Perdonen la tristeza, En carne viva y No amanece jamás— y el único volumen autorizado sobre el grupo Extremoduro, De profundis.
Periodista cultural de larga trayectoria, ha colaborado en diversos medios. Sus artículos y entrevistas han aparecido en cabeceras como Interviú, Rolling Stone y El Mundo.
Ya sabes que, en general, coincidimos en conclusiones. La novela es realmente entretenida y mantiene al lector en vilo hasta el final. Besos.
ResponderEliminarHola, Fesaro:
ResponderEliminarTe hago caso y me la apunto porque puede que esta Navidad acabe bajo el árbol de alguien ;-)
Un beso.
Pues tomo buenísima nota, que tiene una pinta tremenda.
ResponderEliminarBesotes!!!
Coincido contigo, Fesaro, en el aprecio por esta estación de otoño e invierno en que el frío y la lluvia obigan a quedarse en casa arrellanados en el sofá con un buen libro y una bebida caliente. ¡Uff, qué placer!
ResponderEliminarEl libro que reseñas me resulta atractivo. Tomo debida cuenta de él. Las novelas negras que suceden en Madrid siempre me atraen.
Un saludo
Aunque ahora mismo no me apetece leer novela policiaca lo apunto para más adelante o para regalo. Besos
ResponderEliminarPues yo no sé si me animaré, pero sí que te voy a hacer caso a eso de opción de regalo, por lo que cuentas es ideal para un par de personas de mi entorno. Un besote!
ResponderEliminarTanta unanimidad no puede ser casualidad y yo la tengo requeteapuntada para leerla.
ResponderEliminarBesos
Tengo la sensación, después de leer muchas y variadas opiniones que esta novela gusta más a lectores de edad cercana a la mía que a otros más jóvenes, reconocen nombres, canciones, situaciones. Yo en principio no me animé pero ahora ya sí lo tengo en el punto de mira.
ResponderEliminarBesos
Hola Fesaro!! Me alegro de que te haya gustado tanto y gracias por el descubrimiento, creo que podría estar bien. ¡Gran reseña! Besos!!
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