Entrevista a Daniel Rosende sobre Filosofía para bípedos.

Daniel Rosende es profesor de filosofía, una de esas asignaturas que junto al latín, el griego o a la historia hacían suspirar de tedio a muchos (y así nos va tal vez por eso) pero a las que yo me fui de cabeza. Se declara un enamorado de sus grandes tres pasiones que son la enseñanza, la tecnología y la filosofía y no necesariamente en este orden. Es el creador de Unboxing Philosophy, el canal de filosofía académica en español que por el momento ha alcanzado más seguidores. 

"La filosofía nos invita a pensar lo que pensamos e intentar mejorar nuestras ideas".




Libros en el petate: “La filosofía no se puede definir”. Esto supone un problema en sí. ¿Empezamos bien no?

Daniel Rosende: En efecto, definir la filosofía es en sí mismo un problema filosófico. Cualquier intento de definición será debatido y rebatido por mis colegas. La filosofía puede entenderse como actividad, como disciplina, como forma de vida. En el ámbito filosófico somos especialistas en destruir las verdades establecidas para vernos obligados a pensar, repensar y replanteárnoslo todo, incluido el valor de nuestra disciplina.
En definitiva, somos especialistas en crear problemas desde tiempos inmemoriales.

L.P: Kant decía “Atrévete a pensar”. Sin pretender generalizar cree que pensamos poco.

D.R: Lo fácil es mantenerse en la minoría de edad intelectual y dejar que sean los demás los que piensen por nosotros. Cada día vemos como en las redes sociales repetimos eslóganes enunciados por diferentes partidos políticos. Es difícil darse cuenta de que gran parte de nuestras ideas no son nuestras, no las hemos generado nosotros. Las hemos asimilado, las hemos hecho nuestras. La filosofía nos invita a pensar lo que pensamos e intentar mejorar nuestras ideas.




Qué es eso de la filosofía? ¿Sirve o ha servido para algo? ¿Tiene sentido la filosofía ahora que existe la ciencia? ¿Puede la filosofía cambiar el mundo? 

En este libro, el profesor de filosofía Daniel Rosende hace un recorrido gamberro por la historia de la filosofía y los filósofos más importantes, desde Tales de Mileto a Hannah Arendt.







L.P: “La filosofía deba volver a la calle” dice usted.  Yo tras leer su libro pienso que debe volverá la calle y a las aulas y a nuestras vidas.  No solo a una mera clase anecdótica en bachillerato. ¿Nos convertimos por ello en unos antisistema?



D.R: Desde luego que es importante que la filosofía siga presente en la academia, es indignante que nuestros políticos hayan recortado la filosofía y con ello la capacidad de pensamiento del pueblo. También creo que es importante que la filosofía vuelva a las calles, lugar en que nació. Que las y los filósofos salgan en los medios, en tertulias. Por ejemplo, en Argentina es habitual que inviten a Darío Sztajnszrajber a programas televisivos o que salga en los medios problematizando cuestiones que allí se están debatiendo como el derecho al aborto. En España tenemos dos figuras mediáticas, José Antonio Marina y Fernando Savater aunque últimamente no se dejan ver demasiado.

Lo que reclamo es que la filosofía no se quede exclusivamente en la academia. Debemos popularizar la filosofía para que tenga mayor presencia en nuestras vidas.

L.P: En su libro utiliza constantemente el humor pero la visión que se tiene de la filosofía es la de señores serios. ¿Nos la han vendido mal?

D.R: Hay muchas historias posibles y muchas formas de contar la historia. En nuestra tradición académica, le concedemos gran importancia al idealismo en oposición al materialismo. No estudiamos con la suficiente profundidad a las filósofas, a los filósofos escépticos o a quienes festejaban el cuerpo. El filósofo Michel Onfray ha hecho un fantástico trabajo de Contrahistoria de la Filosofía, si no lo conocéis, os animo a que busquéis su obra.

L.P: Ha confeccionado un libro muy divertido e interesante que resulta muy atractivo para el público. ¿Crees que la filosofía se ha adaptado bien a los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías?

D.R: Una prueba de que la filosofía se puede adaptar bien a los nuevos tiempos y nuevas tecnologías es el éxito indiscutible que ha tenido la serie Merlí. Espero que busquemos el modo de otorgarle mayor presencia al saber filosófico en los medios de comunicación, que pronto hagan más series de filosofía: Netflix, HBO, tomen nota.

También creo que quienes nos dedicamos a la divulgación de la filosofía no hemos sabido traducirla de modo tal que interese a un gran público.  Filosofía suena a algo viejo, caduco y estéril. La filosofía, sin embargo, trata cuestiones que a todos nos interesan: ¿cómo debemos conciliar el interés particular con el bien público? ¿Qué es el bien o la justicia o la igualdad? ¿Qué necesitamos para vivir una buena vida? ¿Qué es la felicidad?

A veces hay que recordar que la filosofía no murió en Grecia. Hay filósofas y filósofos actuales que siguen haciéndonos pensar y repensar nuestras ideas. Un ejemplo es Peter Singer, quien trata cuestiones como los nuevos retos que se derivan de vivir en un mundo globalizado.

L.P: Tiene un canal en youtube titulado Unboxing Philosophy que es todo un éxito. Cómo surgió y tras unos años en funcionamiento, qué reflexión puede sacar de la respuesta que ha tenido el canal.

D.R: Decidí combinar mis tres grandes pasiones: la tecnología, la filosofía y la educación. Tres años más tarde, el canal supera las 12 millones de visitas y ronda los 180.000 suscriptores/as. Todavía me cuesta creerlo. Debo reconocer que lo que más me impacta no son las cifras sino los comentarios de agradecimiento del alumnado. Cada día recibo palabras amables que me hacen darme cuenta de lo afortunado que soy.


L.P: Cambiando de tercio. Viajar para saber puede ser  la solución si nos fijamos en los griegos.

D.R: Viajar puede ser una cura al miedo o rechazo a los extranjeros, nos puede ayudar a relativizar ideas, a darnos cuenta de que aquello que consideramos “normal” no es más que una convención socialmente establecida. Hoy en día podemos viajar a otros países desde nuestro ordenador, conocer a gente de otros lugares, conocer la historia de otros países. 

Tengo la impresión de que no aprovechamos la oportunidad. La hegemonía cultural está marcada por EEUU y Europa ¿cuántas personas saben que entre los diez idiomas más hablados se encuentra el Bengalí o el Hindi? Un síntoma de que nos vendría bien viajar, sea físicamente, sea navegando en la red.


L.P: Invita a la reflexión constantemente en este libro. ¿Cree que reflexionamos poco, mucho o mal?

D.R: No puedo responder a una pregunta tan genérica. Lo que creo es que cada uno de nosotros/as debería formularse la pregunta que me haces. ¿Empleamos adecuadamente las herramientas del pensamiento? ¿Sabemos deducir, inducir, analizar, sintetizar, conceptualizar? ¿Pensamos por nosotros mismos o repetimos lo que otros han pensado?


L.P: Recordando el contenido de su libro no puedo evitar pensar que la gente hoy en día quiere vidas sencillas y no complicarse pensando. Los que nos dirigen están encantados de que eso sea así y trabajan para ello.

D.R: La escuela tradicional buscaba obreros sumisos y obedientes, no gente creativa con pensamiento libre, crítico y autónomo. Creo que deberíamos desconfiar de los planes educativos que tratan de recortar el pensamiento y las humanidades, otorgándole importancia únicamente a los saberes científico-técnicos.

L.P: Qué pensaría Platón, Sócrates, Kant o el mismísimo Maquiavelo si de pronto aparecieran en nuestra sociedad.

D.R: Es una fantástica pregunta y desde luego, no sabría como responderla. Ya quisiera yo tener la capacidad de pensar como pensaban estos grandes genios.

Me imagino a Sócrates empleando el método irónico-refutatorio y la mayéutica en las redes sociales. A Platón, preguntándose si internet nos ayuda a librarnos de la caverna o es una caverna más. Me imagino a Maquiavelo analizando cómo ha evolucionado el arte de la guerra: los bloqueos económicos, las guerras tecnológicas, las campañas mediáticas de contrapublicidad.

Por último me imagino a Kant, comprobando con lástima que vivimos en la era de la posverdad, en que hay quien defiende pese a las evidencias, que la tierra es plana. Necesitamos más que nunca, el lema kantiano: Sapere aude! Atrevámonos a pensar.

L.P: Completo, claro y escueto son características que he podido ver en Filosofía para bípedos sin plumas. ¿Cuesta muchos quebraderos de cabeza el resultado o ha sido más fácil de lo que pensamos?

D.R: Creo que para el profesorado, el mayor enemigo es la pedantería, el deseo de mostrarle al mundo las palabras tan técnicas y especializadas que dominamos. Es difícil hacer una traducción del saber filosófico tradicional a un lenguaje asequible, divertido e interesante para el alumnado. Cuando relacionas los mitos clásicos con Instagram descubres que prestan mucha más atención. Lograr hacer esa traducción respetando el rigor académico no es sencillo.

L.P: Puede ser Sócrates el top, pero a quién destacaría usted y un motivo para ello.

D.R: No soy seguidor incondicional de ningún filósofo o filósofa. Me interesan ideas muy variadas de autores/as muy variados. Destaco a Hannah Arendt, cuyo pensamiento nos sirve como antídoto al fascismo o al ya citado Peter Singer, que nos hace pensar sobre multitud de problemas actuales: ¿deben tener derechos los animales? ¿Cómo podemos combatir la pobreza? ¿Debemos permitir que cuestiones metafísicas indemostrables se empleen en debates ético-políticos como el que se da respecto del aborto o la eutanasia?

L.P: Muchas gracias Daniel por su tiempo, por el regalo para la mente  que es su libro para los lectores y por todas esas semillas de curiosidad que espero vayan dejando a todos los que le escuchen.

D.R: Muchas gracias a vosotros por estas interesantísimas preguntas y por el trabajo que realizáis.

1 comentario:

  1. Uf, no me acerco a la filosofía desde COU... Ya ha llovido. Clarito y sencillo parece este libro. A ver si me animo con él.Muy buena entrevista.
    Besotes!!!

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