Hay ciertos momentos en los que me gusta refugiarme en la
poesía, al igual que en los relatos o cuentos. Tiempo en que el cuerpo me pide
sensaciones rápidas que duren lo que dura un trayecto de bus, la espera en la
consulta del médico o el rato sentado en un banco al sol mientras los perros
desfogan en el parque.
Conocí a Diego Agúndez con su anterior trabajo Acto
de creación que podéis leer aquí , y me gustó tanto que cuando
supe que publicaba nuevo trabajo no podía perdérmelo pues considero que es un
autor muy original con sus trabajos y nunca deja indiferente. El
habitante del tiempo comienza con una frase de Lucrecio que resume
brevemente la idea que el autor quiere plasmar en poco más de cincuenta poemas.
“Todo, nos recuerda,
se renueva sin cesar. Unos mortales crecen, otros decrecen, y en un corto lapso
las generaciones van sucediéndose y se pasan, igual que corredores, la antorcha
de la vida”
Título: El viajero del tiempo.
Autor: Diego Agúndez.
Editorial: Cuadernos del laberinto.
Año: 2017.
Género: Poesía.
Páginas: 71 páginas.
ISBN: 9788494759543.
Sinopsis:
Unos versos del poeta clásico Lucrecio adornan el frontispicio de estos poemas: Todo, nos recuerda, se renueva sin cesar. Unos mortales crecen, otros decrecen, y en un corto lapso las generaciones van sucediéndose y se pasan, igual que corredores, la antorcha de la vida.
El flujo del tiempo, que es algo casi siempre más constatado que percibido, es el nexo común de los poemas reunidos en este libro, pero no como melancólicos cantos de nostalgia ni recuerdos del pasado, sino desde la emoción simbólica y el sentido de lo maravilloso.
Encerrados en estas páginas combaten como dos boxeadores el amor y la muerte; murmuran las piedras de una silenciosa abadía; se pierden los niños en el laberinto de espejos. El fuego vive en la muerte de lo que arde y como cometas también arden, contigo, los poemas. (sinopsis facilitada por la editorial)
Impresiones:
Silencio, sol, pájaros, tiempo, existencia, siglos.
Nuevamente la poesía y ciencia se dan la mano para caminar entre palabras
llenas de vida y muerte, de sentimientos y golpes al alma. Cargado de
simbolismo, la prosa de Diego Agúndez tiene un significado concreto, pero a la
vez posee el don de la reinterpretación década lector. En este libro se ve
claramente el poder de la palabra, esa palabra que convertida en frases, obra
en el lector sensaciones y sentimientos que te golpean y crean la necesidad de
la pausa, de la reflexión para volver a leer nuevamente las estrofas e
imaginar.
“Igual que negros caballos vaporosos ciertos poemas te
Caminan por el alma”
Somos habitantes del tiempo y Agúndez nos recuerdas que como
la belleza como efímeros y nuestra fecha de caducidad es caprichosa pero real.
Un paseo contemplando la huella del hombre, el irremediable
paso del tiempo y sus cicatrices marcadas en la vida. La victoria final de la
naturaleza sobre la huella humana explicada a golpe de sensaciones, de
sentimientos y de imágenes llevadas al extremo. Un trato entre la simbología y la ciencia que traza un recorrido a ojo vista
por el paso del ser humano por la vida.
Escrito en primera persona donde el autor es testigo y
protagonista de los versos en muchos casos, sus versos están cargados de una profundidad
máxima usando para ello elementos con los que el Agúndez se maneja muy bien
como son la ciencia, la naturaleza y la vida, demostrando que la vida es igual
de cíclica que de efímera que solo somos motas de polvo en este universo
espacio temporal y que lo importante es vivir el momento.
“Este viaje tuyo no será muy lago.
Tus pasos forman líneas de anécdotas
Donde se apagan las palabras
como susurros en la noche”
La vida es un viaje que no tiene retorno así que aprovéchalo
porque no sabremos cuando viene el villano del reloj.
Autor:
Diego Agúndez (Cáceres, 1979). Se licenció en Periodismo, Teoría de la Literatura y Ciencias Políticas en distintas universidades de Madrid, donde vivió el cambio de siglo. Después de trabajar como corresponsal en el sur de Asia, en la actualidad se encarga de la política de medios de comunicación de la Comisión Europea, en Bruselas. Su labor poética comenzó hace más de dos décadas, aunque la mayor parte de su producción está inédita, excepción hecha de unos pocos poemas publicados en revistas y de Acto de creación un poema extenso publicado en el año 2016
Pues no lo conocía. Aunque tampoco me acabo de ver con él.
ResponderEliminarLa editorial Cuadernos del laberinto tiene muy buenas propuestas poéticas, yo conocía a Diego de su anterior trabajo y me gustó también este poemario. Un abrazo
ResponderEliminarEn contadas ocasiones acudo a la poesía. Tengo un par de volúmenes en casa por leer pero me suele costar.
ResponderEliminarNo me lo llevo,no me suelo dejar caer por la poesía
ResponderEliminarBesos