Encuentro con Toni Hill sobre Tigres de cristal.




Me gusta la literatura que escribe Toni Hill, sus novelas están muy bien perfiladas aunque luego tengan cabida en más de una de las estanterías, en las librerías dividen su género.

Conversar con él es fácil, uno lanza una pregunta y el no escatima en palabras a la hora de responder, tanto que muchas veces sin darte cuenta estas compartiendo con él historias de su vida personal (Tigres de cristal sin dudas se presta a ello) y juicios de valor que se agradecen porque es de esa manera por la que nos vamos a dar cuenta que su novela no está escrita de oídas.

Durante poco más de media hora hablamos sobre Tigres de cristal y sus personajes. De los componentes que dan forma a una trama que me ha resultado cercana aunque se desarrolle en Cataluña, dura porque la vida no es todo color de rosas y sin embargo desprende ternura en muchas de sus páginas, tanta que debo reconocer que alguna lagrima furtiva se me escapó leyendo el prólogo.


Tigres de cristal es un libro que da pie a que el lector reflexione y nosotros en nuestra conversación creo que pudimos hacer gala de que la lectura da para un debate mucho más prologando y con más detalles pero desgraciadamente todo eso se quedó en la grabadora porque no es plan de destrozar la novela a los que no la han leído aún.




A finales de los setenta, Víctor Yagüe y Juanpe Zamora fueron algo más que simples compañeros de clase. Su amistad, llena de confidencias y juegos, de alegrías y miedos, rebasó las paredes del aula y se extendió por las conflictivas calles de la Ciudad Satélite. Hasta el 15 de diciembre de 1978. Hasta el día en que un suceso trágico sacudió la conciencia de los vecinos. Hasta el momento en que los chicos se vieron obligados a escoger entre la lealtad y la salvación.
Treinta y siete años después, ambos vuelven a encontrarse en ese mismo escenario. Sus vidas han corrido suertes opuestas. Juanpe es un hombre a la deriva, sin futuro y con un presente turbio; Víctor, en cambio, puede considerarse un triunfador. Quizá por eso se siente extrañamente en deuda con su viejo amigo y decide enfrentarse a los claroscuros de un caso cerrado que, sin embargo, sigue envuelto de inquietantes preguntas que nadie quiere responder.
Pero lo que Víctor y Juanpe ignoran es que alguien, en la sombra, está escribiendo la historia de ese crimen. Un relato revelador que, tal vez, ninguno de los dos debería leer.
Toni Hill nos brinda una historia impactante y atmosférica que lo vuelve a confirmar como una de las grandes plumas del género de nuestro país.



Libros en el petate: La novela se titula Tigres de cristal en parte por aquellos tigres de Malasia que capitaneaba Sandokan. Es un libro donde la memoria juega un factor muy importante.

Toni Hill: La memoria y el olvido, los dos juegan un papel muy importante. La memoria por cuanto no puedes escapar de unos recuerdos aunque a veces quieras y el olvido porque en el fondo todos esos recuerdos que tienes tampoco son exactamente reales. Los recuerdos los vamos fabricando a medida que pasa el tiempo con lo cual hay un olvido personal, voluntario y luego está el que tu mente va alterando a través de los recuerdos. En el fondo se habla de un tipo de vida que ya no existe representada por los padres de los protagonistas y que con su final no quedará nadie para recordar cómo era esa ciudad donde vivieron los protagonistas.

"Tigres de cristal es mi novela más personal pero al mismo tiempo es una historia de ficción"

L.P: Puede ser tu novela más personal.

T.H: Si, yo creo que sí. Primero porque recupero un escenario que yo conozco muy bien, luego por el tema del acoso escolar que yo también viví y lo recuerdo pero no tan bien. Lo que ocurre es que al mismo tiempo es una historia de ficción en la que aparte de mis cosas hay muchas más.

L.P: Sabes que con el prólogo de tu libro van a ser responsable de las lágrimas de muchas personas.

T.H: Mi intención era que de alguna manera conmoviera porque los prólogos a mí me sirven para crear expectativas y dar el tono aunque no es una novela triste pero sí que es una novela que habla de realidades que algún momento pueden ser duras.

L.P: Más que una novela triste, es una novela real.

T.H: Si porque la vida tiene de todo y  aunque la parte nostálgica es bonita y divertida, creo que es una novela que se puede adscribir al género negro porque un crimen genera toda la trama pero que si yo no fuera Toni Hill y hubiera escrito anteriormente cuatro novelas y tres de ellas protagonizadas por el inspector Salgado a lo mejor nadie diría que es una novela negra.

L.P: Yo la definiría como un libro sobre la memoria social con tintes de novela negra.

T.H: Puede ser y de hecho esta novela lo que hace es tomar el acoso social como una forma de ver cómo era aquella época y como es esta. El tema de la novela en cierta manera sirve para decir que en los setenta se acosaba y las familias reaccionaban de una manera y en la actualidad esto ha cambiado y toda la relación social, familiar también ha cambiado. De hecho ha cambiado todo excepto la voluntad que tienen algunos niños de hacer daño a otros.

L.P: Quedan muchas cosas por cambiar porque dejas bien claro las diferencias entre épocas pero se puede decir como cantaban Presuntos implicados “y como hemos cambiado…”

T.H: Hemos cambiado mucho y es un poco falso decir que no. Una historia de maltrato doméstico como la que aparece en el libro hoy en día no se resolvería así, los vecinos no mirarían para otro lado. En el colegio aunque sigue habiendo acoso ha mutado, ahora hay más medios pero también se ha multiplicado la forma de hacer acoso y la gente a la que llega. Aquel momento y aquel barrio también tenía cosas buenas como es aquella especie de lucha social, un compromiso político para mejorar las condiciones de vida del barrio de todos y una solidaridad obrera fantástica donde si echaban a alguien de una fábrica, paraban todas. No era una huelga de una empresa, era un paro de toda la industria. Había una situación muy desigual contra la que había que luchar y en ella ayudaba hasta la iglesia. Ahora está todo más individualizado. Hemos vivido una crisis donde si echaban a tu compañero pensabas mira que bien que no me ha tocado a mí.

“Yo creo que la literatura tiene que aportar un poco de reflexión sin perder los valores de ocio”

L.P: Hablamos de un época donde se consiguieron logros que antes no había y el pensamiento era voy a luchar por lo mío porque ahora si puedo y me dejan.

T.H: Esa es la gran diferencia y además muchos habían cambiado un contexto campo por el de ciudad que de alguna manera favorece que uno se vuelva más reivindicativo. Aquella gente luchó por conseguir muchas cosas porque imagínate que en los primeros años la llegada de personas de fuera fue tan grande que no había ni colegios preparados para la absorción de tantos niños en el sistema escolar y muchos andaban por las calles sin escolarizar porque no tenían sitio. Por otra parte no todo era tan bueno porque el acoso escolar existía pero no tenía nombre, los malos tratos a las mujeres tampoco tenían nombre, eran cosas de casa y no había que meterse y esa era un poco la filosofía.

L.P: Yo he leído novelas sobre el acoso escolar pero han sido novelas juveniles o actuales y se desarrollan todas en la actualidad. Parece que antes no había ese acoso o es un tema que pocos refieren.

T.H: A mí eso me da rabia porque parece que no ha existido nunca y nos lo hemos inventado ahora pero en la actualidad lo que hemos hecho ha sido ponerle nombre. Lo bueno es que es el primer paso del reconocimiento de que existe un fenómeno/problema que hay que resolver pero estos temas han existido siempre. Desde que hay colegios se inventó el acoso.

L.P: Algo de crítica tiene tu libro. Te has mordido mucho la lengua.

T.H: No, yo creo que esa época era el final de una manera de vivir y hubo gente que le costó mucho adaptarse a los nuevos tiempos. No he querido ser extremo relatando cosas como el maltrato de los profesores o los padres pero no se puede negar que ocurría.

L.P: Tigres de cristal es una novela plagada de personajes con sus secretos, sus demonios y casi todos situados en una zona de grises, no son tan buenos ni tan malos. Yo me quedo el personaje del moco, un protagonista que para mi gusto nunca dejaron levantar la cabeza y poder realizarse. Tiene Toni Hill predilección por alguno.

T.H: Al contrario que tú, yo siempre termino quedándome con Mirian. De alguna manera es un personaje que parte de una situación injusta porque cuando todo ocurre ella es un bebe, vive en un ambiente triste, marcado por esa perdida que ella no puede sentir como propia porque ella ni siquiera lo recuerda y es una persona a la que le falta siempre mucha autoestima. Creo que es el personaje que más evoluciona dentro de la novela y tiene la capacidad de enfrentarse al pasado con honestidad.

L.P: Hay muchas frases de tu novela que me han encantado pero una de ellas dice: “Los muertos desaparecen de verdad cuando ya no queda nadie que los recuerde”. Has resucitado muchos muertos en esta novela a parte de ese barrio.

T.H: Si te refieres a personas reales la verdad es que no, aunque tengo que decir que he resucitado todo un colectivo.

L.P: Yo debo reconocer que en mi caso sí.

T.H: Sabes lo que me ocurre a mí, que me gusta utilizar experiencias personales porque creo que le dan a la novela un plus de autenticidad pero a partir de ahí soy muy pudoroso, con lo cual yo jamás contaría nada que me afectara a mí o cualquiera de mi circulo de una manera exacta. Yo me divido, cada personaje puede tener algo de mi experiencia pero no vuelco todo en uno solo. Cuando yo me pongo a escribir creo un mundo de ficción aunque ese mundo tenga pinceladas de gente que conozco pero están deliberadamente mezcladas.

L.P: Tu libro es un mapa de personajes todos relacionados entre sí más o menos en un microcosmos. No te habrá resultado fácil darle forma a ese entramado.

T.H: Para nada, lo difícil realmente ha sido eso, cuando todos confluían. En todo momento yo tenía hilos que tenía que converger y para que todo fluyera con la mayor naturalidad he estado muchas horas armando esta novela. No me gusta ponerle el calificativo de domestic noir  porque está muy denostado como genero  pero sí que es una historia de crímenes sin criminales. Una historia donde en cualquier momento cualquiera de sus personajes pudo ser el responsable en una historia que transcurre en los años 70 y donde las víctimas se convierten en verdugo y el verdugo en víctima y eso va a descolocar al lector porque no sabrá con quien ir. Me gusta cuestionar desde la literatura lo que no se cuestiona en la realidad, una realidad donde solo se leen los titulares y los detalles no importan.  El titular de esta historia seria “dos niños de doce años matan a otro de catorce” y mira todo lo que hay detrás solo para quedarnos con el titular. Esta novela engancha por el detalle de saber cómo pasó exactamente lo que origina la trama porque al comenzar a leer uno sabe que ocurrió pero no las circunstancias ni los hechos concretamente.



L.P: Toni un verdadero placer volver a verte y si es para hablar de una novela como esta mucho más.

T.H: Gracias a ti por sacar un hueco y encantado de volverte a ver.

8 comentarios:

  1. Creo que te comenté que tengo a este autor entre mis pendientes, pero será por poco tiempo, aunque será con su novela "Los ángeles de hielo" por donde me acerque a conocerlo.
    Muchas gracias por la entrevista, ha sido un placer leerla :-)
    Beso, Fesaro.

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  2. ¡Hola Fernando!

    ¡Qué suerte el poder charlar con Toni! He leído todos sus libros y este último lo tengo en casa desde que salió a la venta pero estoy retrasando su lectura hasta tener más tiempo libre porque quiero saborearlo...me encanta cómo escribe este hombre.

    Un beso

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  3. Gracias por dejarme conocer mejor a este autor. Lleva tiempo entre mis pendientes. A ver cuándo me animo. Este último libro parece estar bastante bien para estrenarme.
    Besotes!!!

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  4. Muy buena entrevista Fernando, tengo muchas ganas de leerla, por lo que nos cuentas de ella y por la cercanía de los escenarios. Un abrazo

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  5. Buen libro y buen conversador. Muy buena entrevista.

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  6. ¡Genial la entrevista!!! Tengo en casa esperándome "El verano de los juguetes muertos" y lo leeré pronto, porque tengo muchas ganas de leer a este autor del que hablan maravillas. Este último, el de "Tigres de cristal" Me atrae también mucho, puede que incluso más
    Besos

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  7. Muy buena entrevista, como siempre, y se dsfruta especialmente cuando se lee después de haber leído el libro, como ha sido mi caso. Un besazo.

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  8. Interesante entrevista, Fesaro. Es una novela muy atractiva, por la temática que toca, y por la época en la que se desarolla. Un abrazo.

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