Encuentro con Benito Olmo sobre La tragedia del girasol.

A Benito Olmo lo conocí hace ahora unos 5 años más o menos con Pérez Gellida que fue quien me lo presentó. Ha pasado tiempo desde entonces y aunque no nos vemos mucho cada vez que coincidimos me encuentro con un escritor que gana en madurez pero que sigue siendo el mismo tipo simpático y con una gran dosis de humildad a pesar que el éxito este tocando a su puerta.

Hablamos de baloncesto, carnavales y de La tragedia del girasol su nueva novela de la que ya os di cuenta en otra entrada que podéis ver aquí. Me encanta hablar con Benito porque habla sin tapujos, suelta tacos, te dice lo que no le parece bien y reconoce errores. Habla tanto que en nuestra conversación hubo varios “pero esto no lo pongas luego” entre risas de una charla que dio pena que se acabara.


Uno sale reforzado de encuentros así porque la ilusión que desprende por lo que hace es contagiosa y ciertas confesiones que tuvo auguran que lo mejor esta por llegar y vamos a tener Bianquetti para rato.



Suspendido de empleo y sueldo, el exinspector de policía Manuel Bianquetti se ve obligado a malvender sus servicios como investigador privado hasta que recibe un encargo aparentemente sencillo: proteger a un importante empresario durante su estancia en la ciudad.

Sin embargo, lo que parece un trabajo rutinario desembocará en un reguero de muertes que obligará a Bianquetti a dar rienda suelta a su instinto de investigador para sobrevivir, llevándole a descubrir que, a menudo, el sol que más calienta también es el que más quema.




Libros en el petate: La tragedia del girasol es un título tan original como el de tu anterior novela. Cuéntanos de donde lo sacaste.

Benito Olmo: Tengo que confesarte que los títulos de mis dos últimas novelas me los puso Cesar Pérez Gellida. Yo tengo que confesar que no soy bueno poniendo títulos por eso Cesar, quien es uno de mis primeros lectores y que tan despiadado es y me dice todo lo que no le gusta, en cuanto la leyó dijo La tragedia del girasol. Me encantó y lo incorporé.

L.P: Por qué estos títulos tan peculiares.

B.O: Es una forma de crear marca. Yo quiero que cuando alguien mire mis libros entre la marabunta de novedades editoriales repare en mi título y le haga pensar y sienta curiosidad por saber de qué van. A partir de ahí quiero que relacionen mis títulos con Bianquetti y crear títulos peculiares que sean fáciles de asimilar por el lector.

L.P: Por tu mente ronda la idea de que haya saga para rato.

B.O: Mi idea es hacer saga pero evidentemente cada nueva novela es un nuevo desafío. Yo escribí La maniobra de la tortuga sin saber si los lectores me iban a demandar más Bianquetti y por mucho que yo haya creado un personaje hecho para una saga, si la gente no cree en él  no tiene sentido darle continuidad y es abocarse al fracaso. La gente ha pedido más y yo he escrito La tragedia del girasol que me ha costado una barbaridad y ya tengo la tercera de Bianquetti en mente. Si los lectores le dan el visto bueno a este segundo libro yo estaré encantado de construir la tercera.

L.P: Ahora mismo te ves siendo infiel a Bianquetti.

B.O: No creo que pueda denominarse ser infiel, de hecho tengo muy avanzada una novela donde no aparece Bianquetti pero es para oxigenarme. La tragedia del girasol me ha costado mucho escribirla porque lo hice a continuación de la anterior. Para mí fue como si escribiera una sola novela en lugar de dos y eso me ha agotado muchísimo y he terminado harto de Bianquetti. Una manera de desconectar es escribir otra cosa y en este caso es totalmente diferente, es también novela negra protagonizada por un personaje distinto pero bajo mi punto de vista está quedando muy bien. El remedio me está sentado bien porque me están entrando ganas de seguir escribiendo nuevas novelas de la saga. Si todo sale bien mi idea será alternar saga con otro tipo de novela.

L.P: En cierto modo es un arma de doble filo porque si funciona uno sigue con esa apuesta pero por otra puedes llegar a encasillarte.

B.O: No tengo miedo a encasillarme como me imagino que no lo tendría Vázquez-Montalbán o Michael Connelly. Yo quiero seguir con Bianquetti y este personaje tiene cuerda para rato (y cuando yo muera no quiero que sea recuperado por nadie, quiero que sea enterrado conmigo dice entre risas). Escribiré sobre Bianquetti pero quiero escribir otras cosas porque no soy solo escritor de novelas del policía de Cádiz, quiero pensar que soy mucho más que eso.

L.P: He visto en esta ocasión un Bianquetti más cascarrabias y más cansado de todo.

B.O: Tenemos a un Bianquetti suspendido de empleo y sueldo no lo olvides.

L.P: Creo que está en un punto  donde no aguanta ni la más mínima y responde a situaciones donde antes ni les hubiera prestado atención. No te entra nada por ese cuerpo castigándolo tanto.

B.O: Para nada, además con lo grande que es soporta lo que le echen. Ten por seguro que voy a seguir castigándolo porque en la siguiente novela le espera mucho más. Yo creo que aguanta bien los castigos y al fin y al cabo estos castigos lo humanizan. Un personaje para que sea humano tiene que tener muchas debilidades, muchos defectos y algunas virtudes también. Todo ello lo hace más humano, más cercano a los lectores y más verosímil. Para que la novela parezca real, el personaje tiene que ser real y tiene que pasarlo mal igual que lo pasamos nosotros porque la vida es muy perra.

L.P: Bianquetti es un imán para las desgracias y las penurias. Dejando aparte su personalidad creo que me atrae más este protagonista por su mala suerte. No crees que puede ocurrir con los demás lectores lo que te menciono.

B.O: Puede ser pero por momentos parece que quiere ser ese imán, que no se conforma con la verdad más sucia o con la justicia más evidente. Creo que esto ya lo hable contigo en otra ocasión, Biaquetti tiene un sentido de la justicia muy primitiva, muy racional y está más cercano del que la hace la paga que del custodio de las leyes y la sociedad. Si ve algo mal no puede estarse quieto y es un rasgo que lo idéntica y creo que se merece muchas de las cosas que le pasan.

L.P: Ves diferencia entre La maniobra de la tortuga y La tragedia del girasol como escritor.

B.O: Veo mucha diferencia. Principalmente porque yo quería que fuera diferente y por ello en esta novela a diferencia de la anterior donde había dos protagonistas y dos tramas que transcurrían en paralelo, en esta quería darle el protagonismo solo a Bianquetti para comprobar si puede ser un personaje de saga y tiene capacidad para aguantar ese recorrido. La otra razón por la que pienso que es diferente es porque me ha costado un montón escribir una nueva novela con un mismo personaje porque yo pensaba, ingenuo de mí, que iba a ser más fácil porque el personaje ya está hecho y sólo hay que retomarlo pero he querido que sea se pueda leer independiente de la anterior, no contar cosas en las que el lector tenga que ir a la maniobra de la tortuga para conocer de que hablo y eso cuesta.

L.P: Te he visto más suelto en los diálogos. Es por esa dificultad que comentabas o porque has insistido mucho en ellos.

B.O: Me lo he currado mucho porque ten en cuenta que La maniobra de la tortuga puso el listón muy alto porque gustó muchísimo y varias personas entre los editores, Pérez Geillida y otras muy cercana a mí me insistían en que debía currármela mucho porque si después de una novela buena sacaba una mala corría el riesgo de desaparecer de las preferencias de los lectores. La he corregido muchas veces y cuando dije que ya no cambiaría nada más trabajé mucho en los diálogos y eso se nota con respecto a la anterior. El primer borrador tenía 600 páginas y al final la novela se ha quedado en 400 así que imagínate la de cosas que he quitado.

L.P: En mi opinión los diálogos en esta ocasión siguen teniendo la esencia del personaje pero se le ha añadido más chispa.

B.O: Cuando uno escribe y empieza en esto y esto lo dice Víctor del Árbol, al final el objetivo es encontrar tu propia voz, tu propia forma de mirar, de ver las cosas y de narrar. Yo creo que sigo en el camino de encontrar mi voz y el estilo de La tragedia del girasol se acerca mucho a lo que quiero conseguir.

L.P: En La tragedia del girasol encontramos una novedad con respecto a la anterior novela y creo que con todas tus anteriores obras. La introducción de una “mujer faltal”. Cómo ha sido la experiencia.

B.O: Ha sido muy complicado (risas). Yo soy un novelista muy clásico y tenía muchas ganas de introducir ese elemento en mis novelas pero me he dado cuenta que es complicado introducir una mujer de ese estilo en una novela sin caer en los clichés de siempre. Este es un personaje que he tenido que construir y reconstruir varias veces hasta que me quedase como yo quería. Un personaje ambiguo, inteligente aunque por momentos ingenua y en otros malvada y pérfida. Me ha costado mucho trabajo dar carácter a ese personaje y eso lo ha convertido en uno de mis favoritos.

L.P: Decía la comparsa Calabazas en aquel pasodoble del carnaval de 1991…
“Y mi vecino solo es un camello, con sus dos jorobas, brotan en una muerte y en otra dinero.
Tengo amigos que de rama en rama se van haciendo el mono”
Qué siente uno cuando tiene tanto campo (Campo de Gibraltar por ejemplo) donde inspirarse.

B.O: Que Bianquetti tenía que tener su novela sobre el narcotráfico era inevitable y más leyendo un artículo donde indica que el 87% de la cocaína que se incauta en este país se hace en  Cádiz. El narcotráfico es una realidad en Cádiz y por eso Bianquetti tenía que tener su novela como trama. Sabes que me gusta retratar un Cádiz de verdad, uno real y por eso la droga tenía que aparecer.

L.P: Pasamos de la violencia de genero al tema de drogas en estratos de alto standing. Cuando dabas forma a la novela veías a Bianquetti en esos ambientes.

B.O: Me gustaba la idea de meterlo en esos ambientes al estilo Stephen King, coger a personajes normales y meterlos en ambientes terroríficos para ellos y eso lo hace muy divertido para mí y de ahí saco sus opiniones, sus contestaciones. No es que me lo haya imaginado, es que lo he obligado a vivir esas situaciones.

L.P: Hablamos de la película. Me he enterado que andas también metido en dar forma al guion.

B.O: Estoy asesorando.

L: P: Estarás aprendiendo un montón.

B.O: No te lo puedes ni imaginar, es un mundo totalmente diferente al que estoy acostumbrado y son dos mundos distintos. Yo no quería meterme en la adaptación porque prefería dejarles a ellos, a los que saben hacer cine pero en cierto modo me han obligado un poco y tengo que reconocer que me lo estoy pasando genial y es un campo que merece la pena explorar y no descarto adentrarme en un futuro en él porque me lo estoy pasando muy bien.

L.P: Si la maniobra va a ser una película, esta podría ser una serie.

B.O: No sé yo, tal vez está la vea mejor para una película también y de hecho conmigo no ha contactado ninguna productora pero si he hablado del tema con una directora de cine muy conocida pero de momento solo hemos charlado sobre el tema y la posibilidad porque le gustaba la novela.

L.P: Hablamos del final y yo sé que no esta bonito si se trata de una novela. No crees que has cerrado muchas puertas para un futuro con ciertos personajes.

B.O: Al contrario, lo tengo todo bien pensado y hay personajes que parece que no van a estar más pero mi intención es que aparezcan con más fuerza en un futuro. Pero no desvelemos ni anticipemos acontecimientos.

L.P: Bueno Benito mejor nos callamos porque se nos esta calentando el pico y al final vamos a contar más de los que debemos.

B.O: Desde luego, al llegar a casa vas a tener que borrar media entrevista (risas)

L.P: Benito como siempre un verdadero placer charlar contigo.


B.O: El sentimiento es mutuo. 















7 comentarios:

  1. Me ha encantado. Qué suerte tienes de poder tener esas charlas y ese desparpajo.
    Besos

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  2. Qué buena entrevista! Encantada de saber más cositas de Bianquetti!
    Besotes!!!

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  3. Me ha encantado. Muy currada, como siempre. Un besote!

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  4. Fantástica la entrevista. Además justo he terminado hoy su segundo libro
    Besos

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  5. Un tipo noble y humilde... Espero que no cambie nunca. Buena entrevista.

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  6. Gran entrevista ;) Espero leer los dos libros del tirón este verano.
    Un beso ;)

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  7. Que suerte. Yo me muero de ganas de tomarme unas cañas con Benito que me tiene prometidas no sé desde cuando...

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