Siempre he pensado que escribir un libro de relatos o cuentos es un proyecto o una aventura (según quieras mirarlo) muy valiente. Uno tiene que reunir en un puñado de historias con calidad, intensidad, equilibrio y una serie de valores y características más con la que deben revestir sus relatos para que el lector se sienta cómodo entre tanto cambio de escenario, personajes y demás situaciones.
Es complicado y de gran merito porque a la que menos te descuidas, el lector puede dejar la lectura a sabiendas que una vez leído un relato, el resto seguirán esperando sin temor por su parte a perder el hilo de la historia.
Título: Las voces del mar.
Autor: Andrés González-Barba.
Editorial: Samarcanda.
Año: 2017.
Género: Cuentos, Relatos.
Páginas: 130 páginas.
ISBN: 978841703330
Sinopsis:
A través de las doce historias que integran este libro, el lector se adentrará en un universo donde lo cotidiano se somete a un principio de incertidumbre capaz de generar variados estados emocionales. Las voces del mar y otros cuentos muestra el lado más vulnerable de unos personajes que no pueden escapar de la adversidad, aunque traten de rebelarse contra lo establecido. En estos relatos se indaga esencialmente sobre la condición humana, desde el amor contemplado en sus más diversas manifestaciones hasta la violencia como signo inequívoco de identidad de los tiempos actuales. A través de estas breves narraciones se puede experimentar el vacío que produce la soledad, el vértigo que se siente hacia lo eterno o el sentimiento de desasosiego de aquel que se ve marcado para siempre por su propio destino.
(sinopsis facilitada por la editorial)
Impresiones:
Andrés González-Barba, escritor sevillano descendiente de
familia de letras que llegaron a codearse
con aquella generación del 27 del
que todos más o menos nos sabemos algún que otro integrante. Al leerle se le
nota que de casta le viene al galgo. Apasionado de la escritura, es periodista
aunque hablando con él se le nota que vive para y por la escritura en todas sus
vertientes. Da envidia y contagia la emoción con la que habla de sus proyectos
literarios futuros y eso en cualquier aspecto de la vida es admirable.
Viendo su estilo nos recuerda a esos escritores de épocas
pasadas con aires de nostalgia, que cuidan con detalle los escenarios que les
rodean para que el lector se sienta presente en
el lugar que comparten con los personajes. Crea la atmosfera con cierto
mimo para que una vez nos hallemos dentro
solo quedé bucear en el alma humana, explorando hasta qué punto es capaz
de alcanzar una persona sometida a
circunstancias extremas en episodios cotidianos de la vida.
Son relatos que no guardan ninguna línea temporal ni un hilo
argumental común. En algún momento cierta pista nos dará la clave para
situarnos en cierto año pero lo importante no es cuando ocurre sino qué ocurre,
por qué y sobre todo llegar al final y descubrir el desenlace. Totalmente independientes entre sí, vamos a
encontrarnos historias donde transcurren situaciones diversas, originales,
cotidianas, unas veces violentas y otras
entrañables, pero siempre con un punto final para la reflexión.
Andrés es de buen manejo de la pluma, trata bien el lenguaje
y gusta de adornarse convirtiendo ciertos pasajes en momentos de cuento de tal
belleza, que llegan a detener el tiempo. Si fuera futbolista, uno de esos amos
del balón que hacen maravillas con el esférico puede que en algún momento de tal
o cual partido le sobre un regate, un driblin o peque de individualismo. Se
llama pasión por el juego bonito y creo que Andrés no es de este tiempo, se
siente más cerca de la época victoriana que del siglo XXI en cuanto a estilo
literario se refiere y eso forma parte de su sello personal, de su estilo y de
su identidad como escritor.
El libro lo componen doce pequeñas historias que retoma la
idea original para la que estaban hechos los cuentos, para mostrar una
moraleja, un mensaje o una paradoja de lo que es la vida y muestra que este
mundo da muchas vueltas y nunca sabemos que nos va a deparar. Por eso Andrés
defiende el hecho de ser buena persona como son casi todos los personajes de
sus relatos.
Comienza el libro con el cuento que da título al libro Las
voces del mar, un relato que nos muestra la cara más feliz que puede
tener la vida pero que advierte lo frágil que somos. Pasaremos de la alegría a
la tristeza en medio párrafo, y usaremos el final para reflexionar y digerir
qué es lo que ha ocurrido. Nadie puede sentirse indiferente ante este cuento.
El ascensor me ha encantado, imagino que la portada esta
inspirada en este relato que refleja como todo es posible y además en el lugar
más insospechado. A veces un libro es el mejor vehículo para acortar la
distancia entre dos personas.
La decisión final es una historia entrañable y preciosa, con un
final arrollador al igual que La delicada mirada ausente un relato
que me ha robado unas lágrimas y me ha traído muchos recuerdos a la memoria.
Cierra la colección de historias Un día en la vida un
broche que los que conocemos algo del autor, pensamos que es el mejor homenaje
que podría haberse dedicado a su persona y con el que hay que aplaudir.
Pero si hay un relato que me ha dejado con la boca abierta
porque considero que es sencillamente magistral es Aeternum, uno de los
mejores relatos que he leído en mucho tiempo y comentar cualquier cosa sobre él
es privar de un gran descubrimiento.
En una valoración global, la media es de mérito porque mantener una calidad en
doce relatos es difícil y Andrés lo consigue de una u otra forma, ya sea con la
calidad abrumadora de alguno de ellos, como de la originalidad y mensajes
finales de muchos de ellos. Donde alguno puede parecer impredecible, la
moraleja o el sentido final es muy acertado y eso se nota en todos, rebosan
sentimiento en lo más cotidiano de la vida.
Autor:
Andrés González-Barba (Sevilla, 1974). Periodista y escritor que debutó en el mundo literario con Regent Street (2010), un homenaje a Sherlock Holmes y su creador. Posteriormente ha publicado El último tren de la estación del norte (2015), obra a medio camino entre la novela negra y el relato de terror, y El enigma Murillo (2017) una novela gótica ambientada en la Sevilla invadida por las tropas napoleónicas. Autor de novelas juveniles como El sueño de Titania (2014) y del libro de relatos La noche de Lear y otros cuentos navideños (2016). Ha sido finalista del I Concurso Internacional de Relatos Cortos Ciudad de Sevilla por su cuento Las voces del mar.
A mí también me gustó por encima de todos Aeternum. Un buen libro de relatos, sin duda.
ResponderEliminarCoincido con la definición de libro de relatos, que todos juntos tengan un sentido, una intención. Me apunto el libro a ver qué pasa con es aeternum y todo lo demás.
ResponderEliminarPues sí que es difícil mantener la calidad en todos los relatos. Me apunto bien el título, que me ha llamado muchísimo la atención. Y ya sabes que disfruto con el género.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me gusta un buen libro de relatos y, por lo que nos cuentas de este, tiene todos los ingredientes para ser una lectura atractiva. Apuntado me lo llevo. Un abrazo.
ResponderEliminarNo me lo llevo, no soy asidua al género
ResponderEliminarBesos
Pienso lo mismo que tú sobre los relatos, así que tomo nota :-) Besotes.
ResponderEliminarLo primero es que me descubres una editorial, no la conocía de nada. Ya de rebote, también un autor del que nada sabía.
ResponderEliminarAnoto, pero tendré que indagarlo antes.
BEsos.