El
pasado 4 de Noviembre tuvo lugar la presentación de los Premios de novela
Ateneo de Sevilla 2015 que fueron fallados el pasado 18 de Julio como bien os
comenté en su día en una entrada. Los premiados fueron Edmundo Díaz Conde con
la novela El hombre que amo a Eve Paradise y Jimina Sabadú, en la categoría de
novela joven con Los Supervivientes.
Ejerció
de maestro de ceremonias como en anteriores ocasiones el Presidente del Ateneo Don
Alberto Pérez Calero el cual hizo gala de su acostumbrada felicidad y alegría por celebrar un año más, una nueva
edición de estos premios que aportan un grado de calidad al ambiente cultural
de la ciudad de Sevilla.
Acto
seguido del Presidente del Ateneo, este cedió la palabra al editor de Algaida,
Miguel Ángel Matellanes quien presentó a los autores haciendo una breve
referencia a ambas obras de las que dijo que trataban temas, que
desgraciadamente están en nuestro presente de rabiosa actualidad como son los éxodos
forzosos a otros países y el acoso escolar. De la novela de Edmundo Díaz
destacó lo interesante de su propuesta, narrando la emigración andaluza y
gallega a Estados Unidos, un hecho casi invisible para muchas personas. Me
llamó mucho la atención el hincapié que hizo el editor sobre la fortaleza de la
obra.
Sobre
la novela de Jimina Sabadú , la describió como una novela blanca, aparentemente
inocente, narrada con humor pero donde encontraremos momentos que nos helará la
sangre por su dramatismo, toda una alegoría a los últimos tiempos que nos ha
tocado vivir.
Terminado
el turno de Miguel Ángel Matellanes , este cedió la palabra a Edmundo Díaz que
inició su intervención hablando de cómo surgió la idea de su novela , teniendo
un recuerdo para una Esperanza, la mujer que le contó la historia de su abuelo
y cuya experiencia sirvió al autor como punto de partida para comenzar a tejer
la trama. Mientras nos narraba esos viajes buscando una vida mejor por parte de
estos españoles, Edmundo mostró a los asistentes un panfleto propagandístico donde
se anunciaban pasajes gratis para todos aquellos que quisieran emigrar a las islas
Hawai. Toda esta información es consecuencia de que dicha emigración es la
columna vertebral de la novela, que ha llegado a ser definida por su autor en
varias ocasiones como de crímenes (la investigación gira en torno a unos
asesinatos que siguen unos patrones comunes) y besos (porque el amor y el sexo
son fundamentales en la obra).
Me
fascinó de manera notable saber que el asesino de la novela está basado en la
figura real de John Hickey , el asesino de las cartas postales, un personaje de
Nueva Inglaterra que tiene el dudoso honor de de ser el primer asesino en serie
documentado, antes incluso que Jack el destripador . La propuesta de Edmundo es
que el lector se convierta en otro investigador más en la trama, ¿lo conseguirá?.
Jimina
Sabadú por su parte nos contó como todo surgió mientras veía videos en Youtube
de antiguos alumnos, contando sus experiencias. Esto llegó a plasmarlo en un
pequeño cuento que terminó convirtiéndose en novela.
La
autora explico su novela dándonos varios apuntes en forma de frases muy
significativas, “la cultura es maravillosa, pero por desgracia, no te mejora si
tus instintos son bajos y tu no los cambias”.
En su
obra habla de sueños que se corrompen, en una época de un internet incipiente.
El deseo de la autora es que el lector llegue a comprender el motivo que le ha
llevado a escribirla.
Con una
defensa de sus obras más que interesantes, los autores hicieron gala del amor
que le tienen a sus criaturas y en parte supieron ganarme con sus argumentos.
Por un lado Edmundo, el cual no abandona nunca esa melancolía gallega salvo
cuando saluda, que ya lo hace a la manera del sur, siendo generoso en abrazos y
de sonrisa franca mientras te mira a la cara.
Nuevamente pone voz a esos personajes olvidados que tienen pequeños
fragmentos historia que contarnos.
Jimina
Sabadú con todos mis respetos, me recordó a esas niñas grandes que usan la
literatura para contar en un libro muchas de esas cosas que sienten que son
injustas y tienen la necesidad de denunciar.
Para
finalizar el Señor Alcalde de Sevilla, Don Juan Espadas puso el colofón a la presentación
antes de las preguntas de los presentes, entre una gran alegría de la organización
ya que era la primera vez que un alcalde asistía a una entrega de premios de
los Ateneo de novela.
Gracias por la información. Ya los tengo apuntados a ver cuando se les puede hacer hueco.
ResponderEliminarBesos
Qué maravilla poder asistir! A ver qué nos cuentas delos libros cuando los leas.
ResponderEliminarBesos
Qué concurrido el evento. Me gusta la idea de la novela de Edmundo, la emigración de españoles y los años en que se sitúa, además le han dado una presentación (portada) preciosa, todo hay que decirlo, el de Los supervivientes me llamaba menos, pero esa comparación que haces al final y el gusanillo de denuncia, eso sí que me llama.
ResponderEliminarBesos
Que bien que te lo debiste pasar, gracias por contárnoslo, besotes
ResponderEliminarUnos muy merecidos premios, si señor. No me importaría leer ambos libros.
ResponderEliminarBesos
Qué envidia!!! Excelente crónica. A ver que te parecen los libros :)
ResponderEliminarBs.
Qué bien lo pasas, pendejo :-) Buena crónica :-)
ResponderEliminarGracias por esta buena crónica! Atenta estaré a tus impresiones de estos libros.
ResponderEliminarBesotes!!!
El de Edmundo me parece de los más interesante¡¡¡ Un abrazo
ResponderEliminarGracias por contarnoslo. Envidia me das.
ResponderEliminarQue nos gustan estos saraos! Besos
ResponderEliminarGracias por la crónica!! Qué manera de ponernos los dientes largos. Besos
ResponderEliminarQue buena crónica te ha salido y que buena pinta tienen estos premios siempre. Besos
ResponderEliminarLes seguiré la pista, el año pasando leí la ganadora y me gustó mucho :)
ResponderEliminarQué interesante! este año me atraen bastante la verdad.
ResponderEliminarUn beso!
Este año las novelas premiadas tienen una super pintaza increíble.
ResponderEliminarUn beso.
Una buena crónica que incita a leer los libros, a ver si nos cuentas lo que te han parecido cuando los leas.
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