Hace unos
días publique la reseña del libro sobre
la vida de Blas de Lezo, El almirante Mediohombre, la cual podéis leer aquí y
no hace mucho tiempo, tuve la oportunidad de hablar con su autor, mi paisano y
tocayo Don Fernando de Artacho, conocido escritor sevillano con el que me cité
en un lugar ya habitual de de encuentros literarios como es La Mercería Café, en la c/Regina.
En un
ambiente familiar y con un autor tranquilo, afable y que invitaba constantemente
a hacer nuestra la entrevista y a preguntar sobre su novela, mantuvimos una
charla muy animosa de la que pudimos salir reforzados en nuestra satisfacción
por su novela, y de paso nos llevamos un saco de anécdotas y curiosidades tanto de
Sevilla, como de diversos personajes históricos.
Libros en el petate:
La pregunta
es obligada por qué Blas de Lezo.
Blas de
Lezo era un personaje que yo conocí hace bastante tiempo, pero me decidí a
investigarlo más al conocer a un experto colombiano que era un gran admirador su figura y estuvimos intercambiando
información y al cumplirse este año su aniversario he decidido rescatar un
libro cuya idea nació hace seis años. Con motivo de este aniversario se han
publicado muchas novelas sobre la figura del almirante pero una gran parte
hablan del tema de Cartagena pero Blas de Lezo era un héroe desde los dieciséis
años, un hombre al que el rey llamó a su servicio debido a sus hazañas.
Leyendo
la novela cuesta pensar que haya hombres así, cuanto de ficción y de realidad
hay en su libro sobre la figura del almirante.
El
heroísmo de Blas de Lezo era mítico, un hombre arriesgado, sin miedo a nada,
siempre en primera línea de combate y esto lo demuestra que teniendo la
posibilidad de estar en la corte junto al rey el eligió estar junto a sus
hombres luchando y sus mutilaciones son
prueba de ello. Era un hombre que estaba hecho para la guerra, servir al rey y a
Dios.
Las
mutilaciones ha sido siempre para los militares como medallas siempre y hasta
hace poco los militares llevaban en sus uniforme condecoraciones por sus
mutilaciones de guerra.
Me ha
gustado mucho la parte de su novela que se desarrolla en Sevilla y no puedo por
más que comentarle que Sevilla en la época de la carrera de Indias debía ser un
lugar idóneo para el germen de historias.
Es
apasionante Sevilla, pero no sólo en el sigloXVIII, en el XVII o en el XVI
encontramos santo oficio, epidemias y argumentos para un sinfín de historias
más.
Los
diálogos y el trato que hay entre los personajes, son un tanto caballerescos,
los ha querido reflejar así o realmente esa era la forma de expresarse de la
época.
Era
así, yo he traducido muchos documentos y eran así. Un trato correcto incluso en
los enfrentamientos, cuando se enfrenta el almirante con el padre de su amiga,
es un trato correcto, elevando la voz y las amenazas claras y directas “guardad
la espalda porque la espada solo se debe sacar en defensa del honor, de Dios y
del Rey”.
Me
gustaría saber su opinión, de Blas de Lezo, conocemos las calles, plazas que
llevan su nombre y algo de su historia pero no cree usted que esto luego no se
plasma en la enseñanza.
No,
no se plasma en la enseñanza en ninguno de sus grados, de Blas de Lezo estamos
conociendo muchas cosas, y ahora porque es su aniversario. Desgraciadamente la figura de Blas de Lezo no
es un caso aislado, Puedo ponerte de ejemplo la figura del Conde de Gálvez que fue
uno de los artífices de la independencia americana mucho más que Lafayette. El
español es muy desagradecido y gracias a Dios Blas de Lezo está siendo
recuperado pero hay muchas figuras muy importantes olvidadas.
Da la
sensación de que España no quiere a sus hijos, parece que no gusta recordar los
logros y si conmemorar los desastres.
Es increíble,
este es el último año que celebramos el triunfo de España contra Napoleón pues
resulta que los propios españoles se empeñan en recordar la batalla de
Trafalgar que se perdió, no por culpa de los españoles porque Churruca y
Gravina eran grandes almirantes sino por culpa del almirante francés que era un
inútil. Conmemoramos una batalla que hemos perdido siendo aliados de los
franceses y no hemos conmemorado todos esos triunfos militares que tuvimos
contra Napoleón en la celebración del aniversario de la guerra de la
independencia.
Un
absurdo porque tanto ingleses como franceses llevan a gala sus victorias. Sin ir
más lejos en el epitafio de Vernon pone “Conquistador de Cartagena hasta donde
le dejaron” cuando fue derrotado, humillado y destrozado.
La
batalla de Cartagena fue la flota más grande que ha cruzado el océano y ha
desembarcado hasta el desembarco de Normandia. Vernon tenía un odio visceral
hacia los españoles, decía que era un grupo de borrachos y harapientos. El se
enfrento a unas fuerzas muy inferiores en número en Cartagena y salió
derrotado.
Hay que tener en cuenta que en aquella época los
hombres no solían morir directamente por los disparos de las armas, sino más bien
por las infecciones que las balas producían en las heridas. En mis
investigaciones he encontrado un estudio
de un especialista en armas donde ya indica que en el siglo XVII ya se medito volver
a utilizar la ballesta ya que era un método para matar al enemigo más eficaz
que las armas de fuego.
Una
curiosidad, sus personajes Martín de Sepulveda y Diego de Zuñiga no hemos
encontrado nada sobre ellos, son personajes de ficción.
Son
inventados, yo he cogido una historia paralela para hacer una novela más agil.
Martin de Sepulveda, un estudiante díscolo, enamorado de una dama de la alta
sociedad le lleva a tomar un camino en la vida que le llevara a ser quien fue.
Diego de Zuñiga será su gran enemigo de juventud el cual su destino se verá
ligado estrechamente a Martin.
Lo que
no es ficción son los hechos históricos y la narración de las batallas que se
describen en el libro, son ciertas las escaramuzas, el episodio de la peste
negra, que muchos murieron contagiados. Blas de Lezo era un hombre muy
inteligente y supo aprovechar las dificultades del terreno para que jugara a su
favor. Los ingleses sufrieron doce
mil bajas y los españoles en torno a cuatrocientas.
La
figura del almirante Blas de Lezo me ha cautivado en su novela, con esto me
asalta una curiosidad, si extrapoláramos un personaje como él a nuestro tiempo, podría
tener cabida.
Ahora
mismo no, un hombre de ese talante es difícil, hoy en día sus valores suenan
antiguos a fuera de lugar, no le
encuentro lugar en la actualidad.
La
personalidad caballeresca que tenían los
españoles en un tema tan candente en el libro como es la guerra contra Inglaterra,
les perjudico en cierta medida frente a unos ingleses sin escrúpulos.
Los
españoles tenían al honor, Dios y el rey por encima de todo y eso ha estado hasta
hace poco, yo recuerdo haber oído hablar a las señoras que estaban en mi casa
que su familia había servido al rey. Son ideales que se pierden y más en las
ciudades que en los pueblos. Hoy en día
hay personas en los pueblos que tienen un señorío natural sin tener estudios, que ya lo
quisieran los más educados de cualquier ciudad.
La mala
prensa siempre se ha cebado con España. Es curioso como el rey de Inglaterra
ejerce una censura contra España llegando a amenazar con cárcel al que hablara
o publicara algo sobre el desastre de Cartagena.
Pero el
primero que habla mal del español es el propio español. Cuando Blas de Lezo
muere, si no llega a suceder dicha muerte, Blas se hubiera enfrentado a un
tribunal militar porque Eslava lo quería acusar. Eslava era una familia
poderosa, tenia miembros en los consejos de Hacienda y similares de la época.
Hablando
de la estructura de la novela, su inicio es demoledor, sabe atraparnos desde sus
primeras páginas y sabe conjugar muy bien los datos históricos que más allá de
resultar farragosos, lo condimenta espléndidamente con una aventura magistral.
Cuesta trabajo dentro del rigor histórico no dejarse llevar por esa acción en
las aventuras.
Claro,
desde mis las primeras páginas yo intento enganchar al lector y evidentemente
intento reflejar cómo era la acción, estudiando mucha batallas navales y la
forma de combate de la infantería española. Tenía una fama terrible, era
temible, en el momento en que los garfios españoles volaban, el enemigo
temblaba, eran autenticas máquinas de guerra. Decían los franceses que el
español era villano porque esgrimía espada y puñal, y ya algunos barcos se
rendían antes de entablar cuerpo a cuerpo con los españoles.
La
novela cuenta con unos personajes que son auténticos paladines, cuesta trabajo
pensar entre tanta burocracia, trapicheo y corrupción que un imperio como el
español en ultramar pudiera sobrevivir tanto tiempo si no es por hombres que lo
sustentaran del estilo de personajes como los descritos en su libro
La
corrupción se ha dado siempre en todos los imperios y en todos los sitios, pero
ha habido grandes hombres que han hecho de su vida una entrega y un sacrificio
para sus ideales. Lezo va la primera vez
al Caribe para acabar con la corrupción y el contrabando de los ingleses. Yo
siempre he dicho que España no tenía colonias sino provincias españolas de
ultramar y estas eran totalmente patriotas y se defendían directamente como
territorios españoles.
Existe
un fin pedagógico al a hora de escribir este libro.
Por
supuesto, yo quería que Blas de Lezo se conociera. Hace poco se presento un
libro en un cuartel militar cuyo autor era un coronel y en dicho evento se crítico
mucho a los novelistas y se defendió la figura de Eslava por encima de Blas de
Lezo. Al finalizar el acto di mi
opinión, que no era otra que dar a conocer la obra de Lezo en una novela porque
un libro como el que se presentaba allí vendería por poner una cifra unos
quinientos ejemplares, en cambio una novela podían leerla miles de lectores.
Sólo me queda agradecerle su tiempo, la oportunidad de haber disfrutado de su obra y su clase de historia particular.
Gracias a vosotros por vuestro interés.
Spain is different... Aquí nos regodeamos más en las derrotas que en las victorias... Un libro que me ha gustado leer y un personaje del que me ha gustado saber. Muy buena entrevista!
ResponderEliminarBesotes!!!
No he leído la novela pero es muy interante la entrevista.
ResponderEliminarTengo ganas de que me llegue. Tiene una pinta estupenda y creo que el autor tiene razón cuando dice que Sevilla es una ciudad especial y apasionante para la literatura... y para más cosas :)
ResponderEliminarBs.
NOTA: la próxima vez que vaya a Sevilla tendré que visitar la Mercería Café. No la conozco :)
Tengo la novela pendiente en la estantería esperando turno así que me viene muy bien la entrevista, a ver si me pongo con ella
ResponderEliminarBesos
Una entrevista muy interesante. Me gusta la novela histórica, esta la tengo en el punto de mira
ResponderEliminarBesos
¡Hola! No conocía esta novela pero la entrevista me ha parecido muy interesante. ¡Enhorabuena! Un saludo.
ResponderEliminarSin duda, disfrutaste mucho de ese encuentro. Besos
ResponderEliminarLa usual colección de baladronadas y tonterías. Lamentable.
ResponderEliminar"la forma de combate de la infantería española. Tenía una fama terrible, era temible, en el momento en que los garfios españoles volaban, el enemigo temblaba, eran autenticas máquinas de guerra. Decían los franceses que el español era villano porque esgrimía espada y puñal, y ya algunos barcos se rendían antes de entablar cuerpo a cuerpo con los españoles". Esta es una baladronada tan increible que no sabe uno si reir o llorar de pena.
ResponderEliminar"La batalla de Cartagena fue la flota más grande que ha cruzado el océano y ha desembarcado hasta el desembarco de Normandia. Vernon tenía un odio visceral hacia los españoles, decía que era un grupo de borrachos y harapientos". Ni lo fue ni Vernon dijo nada por el estilo.
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