Algo tendrá el agua cuando la bendicen dice el refrán. Por
eso cuando hablamos del Certamen Internacional de Novela Histórica Ciudad de
Úbeda tenemos que afirmar que cada año va a más con cada edición (y ya cuenta
con once a sus espaldas). Fruto de la buena labor de su organización y de la
calidad humana que imprimen todos aquellos que participan (de aquellos mimbres
estos cestos recurriendo de nuevo al refranero español) se ha podido constatar
el éxito de esta edición.
Del 5 a al 10 de octubre la novela histórica, las
recreaciones y las actividades culturales toman las calles de una Úbeda que no
olvidemos está catalogada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad lo que
confiere al marco un valor añadido para su disfrute.
Se suceden los días y en todos se aprende algo, se descubre
un autor o libro interesante o la sorpresa acude a nuestros sentidos porque el
Certamen al final se ha trabajado duro en su realización para conseguir llegar
a quien quiere vivirlo.
El pistoletazo de salida lo dio el día 5 Sebastián Lozano
con Los sueños efímeros, su segunda novela que cuenta una
historia de amor durante el ocaso de la dictadura española y el conflicto de
las relaciones personales, en una época de muchos cambios. Una presentación que
contó con la sorpresa musical del cantautor Paco Ortega, quien cantó dos
canciones inspiradas en la novela.
El día 6 descubrimos junto a un autor de la tierra como es Marcos
López Herrador, que hay periodos de la historia romana oscuros, con poca documentación
y poco tratados, pero que su novela El final de los días puede arrojar
algo de luz para quien guste como cantaba otro autor de la tierra, “una de
romanos”. Y de un autor veterano, a otro que con su segunda novela está
demostrando que va a más con cada nuevo trabajo. Santiago Mazarro y su obra
El fuerte de la Florida nos confirmó que nuestra historia esta
llena de grandes obras y grandes hombres que nos son desconocidos y que es a
través de las novelas que son rescatados del olvido de la historia. Fuerte Mosé
y el gobernador Manuel de Montiano son gracias a Mazarro, parte del nuevo interés
de muchos de los que allí los conocimos.
A partir del viernes el certamen llega a su apogeo y la
agenda a penas tiene huecos para dar respiro. Hablábamos de autores jóvenes y
con mucho futuro como Santi Mazarro y tenemos que continuar con Alan Pitronello,
antiguo ganador del Premio literario del certamen y que presentaba Vientos
de conquista un viaje literario original que nos muestra en formato aventura, como era organizar y abastecer una de esas expediciones al nuevo mundo,
recuperando para el conocimiento popular una figura no tan destacada en la
literatura como es Pedro de Alvarado.
Nieves Muñoz con Las damas de la telaraña puso
la nota emotiva de la jornada, explicando que con su novela había querido dar
visibilidad a todos esos personajes anónimos que existen en un conflicto bélico.
Creo que su novela, su discurso y sus pelochos formaron parte de una
presentación que tardará Úbeda en olvidar.
Y como su personaje dijo o se le atribuye Veni, Vidi,
Vinci, así se puede decir que fue el paso de Santiago Posteguillo
por su presentación de Roma soy yo. Encandiló a los asistentes
con sus historias y ese humor inglés del que suele hacer gala en estos actos.
Ni que decir tiene que la cola para la firma de un ejemplar del autor bien podía
confundirse con una columna romana de alguna legión perdida de Bétula.
Faltaba picante en el evento y José Luis Corral se lo
dio con su Matar al rey, donde el autor rescata la figura de un
rey Alfonso XI eclipsado por su Alfonso X según la opinión del escritor.
Interesante la charla de José Luis
animando a ir a las fuentes originales para conocer la verdadera historia. No
estuvo exenta de polémica sana algunas de sus declaraciones, pero nada que una
buena conversación posterior entre muchos de los asistentes no se pudiera saldar
en tablas regadas con algún vino del lugar.
Llegó el momento de uno de los actos señalados del
viernes y fue la entrega del Premio Cerros de Úbeda otorgado por la
organización a la mejor novela histórica publicada durante 2021, que este
año recayó en Juan F. Ferrándiz con su novela El juicio del agua,
una epopeya medieval donde el derecho romano es rescatado por su importancia en
la sociedad en una autentica aventura histórica con personajes muy humanos y de
gran calidad.
El sábado comenzó temprano. Se iniciaba la mañana y nosotros
nos trasladábamos al Imperio del Sol naciente de la mano de Paloma Orozco
y su novela La hija del loto, una novela muy espiritual que
muestra el Japón feudal desde sus personajes. Pero no sería la última aventura
que viviríamos en tierras niponas porque David B. Gil llegó más tarde
para presentar Forjada en la tormenta, una novela que recrea una
investigación a raíz de las extrañas desapariciones de unas jóvenes en una
aldea.
Pero antes viajamos a los Países Bajos en plena Segunda
Guerra Mundial y concretamente a Ámsterdam, a su gueto judío con La casa
de los niños, una novela de Mario Escobar necesaria y que hace justicia
a todas esas personas que se entregaron a ayudar a desconocidos sin pedir nada
a cambio. Toda una lección de vida la que dio el autor ante el público allí congregado.
Certamen Internacional y hacemos hincapié en lo de internacional
porque del país vecino nos visitó para hablarnos de sus reyes y nuestras princesas
Isabel Stilwell con su novela Dos hermanas para un rey, donde
relata la historia de Manuel de Portugal y sus esposas españolas Isabel y
María. Una historia interesante que se desarrolla durante una época en la que
España y Portugal eran auténticas potencias en el mundo.
Desde el otro lado del charco, concretamente desde Argentina
pudimos disfrutar de una autora que es un auténtico fenómeno de masas en su
país, Viviana Rivero y que vino a presentar Un luz fuerte y
brillante, una novela que salta en el tiempo entre dos épocas en un país
tan exótico como Siria.
El momento estrella llegó de la mano de la comisión lectora
y la entrega del Premio a la novela ganadora del Certamen de Novela Histórica Ciudad
de Úbeda, que este año ha recaído en CovaDónnica de Yeyo Balbás
una mirada a la batalla de Covadonga.
Continuó la jornada María Reig, una autora que pese a
su juventud ya cuenta en su haber con tres grandes novelas hablando por calidad
y por tamaño de páginas. Con ella viajamos al Cádiz posterior a la proclamación
de la Pepa. La autora interesada en imaginar como era vivir en momentos históricos
reales a través de dar vida a sus personajes con Los mil nombres de la
libertad.
Un momento muy interesante de la jornada fue cuando tuvo
lugar la mesa de editores de novela histórica en la que Penélope Acero (Edhasa)
y Carlos Alonso (Pàmies) hablaron sobre la actualidad del mundo editorial y de
la salud que tiene la novela histórica. Curiosidades, algún que otro secretillo
y confesiones varias fue lo que deparó un coloquio, que resultó más interesante de
lo esperado.
Cerró la jornada del sábado en cuanto a presentaciones Mario
Villén, un autor con una
novela que le da una visión particular a la Iliada “Allí, donde la leyenda, el
mito y la historia se difuminan, Homero nos recibe en la llanura”. Mario es un
escritor al que hay que conocer, ambicioso con las tramas que escoge, es otra de
las grandes promesas hechas realidad de la hornada de escritores de novela
histórica que están apareciendo en el panorama nacional.
Si parecía que ya lo habíamos visto todo, la jornada del
domingo nos deparaba grandes alegrías y momentos para su disfrute. Porque es
una verdadera delicia disfrutar de como vive, siente y respira la historia Dativo
Donate y descubrir de “su pluma” a un personaje tan peculiar y grandioso
como La isla de Caravaggio y los secretos que se esconden en sus
pinturas.
Y seguimos descubriendo tesoros literarios como el de Olalla
García que trata un tema desconocido y tan interesante en La
buena esposa, como la historia de Francisca Pedraza, la
primera mujer que consiguió el divorcio en España allá por el siglo XVIII.
El siguiente en aparecer con morrión en ristre fue Víctor
Fernández Correas, con una novela de nombre impronunciable como es Mühlberg , pero que no puedes olvidar cuando la has leído. La novela no es la historia de
una batalla, es la historia de unos personajes cuyas vidas se vieron
condicionadas por una batalla. Tercios, Flades, Emperador Carlos V creo que no
hay más que decir y si mucho por leer.
Tercer acto institucional y que cerraban las presentaciones
del domingo fue la entrega del Premio Ivanhoe que se da para reconocer
la trayectoria literaria de un autor o autora y que se otorgó en esta ocasión a Paloma Sánchez
Garnica que aprovechó el acto para hablarnos de su novela Los últimos
días en Berlín, novela finalista del Premio Planeta del año pasado.
El lunes finalizó el Certamen con la presencia de Espido
Freire quien tuvo un encuentro literario en la sede de la UNED.
Pero no sólo de presentaciones vive el amante de la historia.
Las calles de Úbeda se llenaron de forajidos, sheriff, colonos americanos y de
nativos americanos. De muchos nativos americanos cuyas tribus formaban el
publico asistente a cada recreación histórica que se presentaba en la vía pública.
Tiroteos, ataques a fuertes militares o ajusticiamientos fueron los motivos
para transportarnos por unos instantes al lejano y salvaje oeste.
El saqueo de Vethula, a manos de las tropas romanas intentó
ser impedido por los iberos ¿Lo consiguieron? Si no estuviste presente tendrás que
leerlo en alguna novela o manual de historia
¡¡Y ojo!! porque por unos momentos las calles se llenaron de
un clamor popular patriótico contra los soldados franceses cuando estos
entraron marchando al mando del duque de Angulema por la calle Real para
sofocar el levantamiento del general Riego. Un encarnizado combate entre tropas
españolas y francesas dio lugar entonces sobre el empedrado de la ciudad… Si quieren
saber cómo terminó deberán esperar a la edición del año que viene donde la organización
recreará con motivo del aniversario de su ejecución lo que aconteció en 1823.
Emocionante fue disfrutar de las recreaciones. Sentir en
vivo lo que ocurrió, escenas que bien podrían ser las mismas o parecidas a lo que
sucedió hace cientos de años. Verlo a la par que te lo explican. Conocer,
aprender, disfrutar, descubrir.
Uno de los objetivos del Certamen es acercar la historia de
manera divertida y lúdica a los más jóvenes, por eso durante todo el año, la
organización ofrece recreaciones a los centros educativos de toda la provincia,
que así lo soliciten. No obstante, con esta iniciativa también se pretende
despertar el gusto por la lectura entre los jóvenes.
En esta edición, el autor ha visitado el IES “Francisco de
los Cobos” Olalla García, Nieves Muñoz y Santiago Mazarro, que han compartido
con el alumnado del centro educativo, como es el proceso creativo que sigue
todo escritor/a así como algunos detalles de las novelas que han presentado en
la Ciudad de Los Cerros, que son: “La buena esposa”; Las damas de la telaraña”
y “El fuerte de la Florida”.
Terminar hablando de libros y de sus autores. En esta
edición he vuelto a descubrir novelas que me han cautivado, donde una
charla, una frase o un motivo han hecho que ese libro se venga conmigo a casa
en la maleta. Una conversación en la Beltraneja, charlar de tú a tú con un
escritor/a al que tienes mil preguntas que hacerle. Compartir gustos con otro
amante de los libros, de la historia. Saber que hay gente que siente pasión por
tus mismos gustos y que un solo comentario puede dar pie a horas y horas de
charla. Hablar de Alvarado, de Aquiles, del Duque de Alba como si los conociéramos
desde chiquititos. Defender con pasión que un soldado de un tercio es el
personaje más atractivo para la literatura de época que ha podido parir madre y
eso lo saben en Mühlberg o en Pekín y lo demás son otros Cantores.
Me despido con una imagen en la retina, la que guardo tras
vivir un certamen más. La sonrisa en la cara de toda persona escuchando una
conferencia, consiguiendo la dedicatorio en su libro de aquel que lo escribió,
de conversar con tal o cual escritor o escritora al que antes veía en la
distancia y ahora allí de pie a tu lado sabes de su cercanía y de que es de
carne y hueso. La ilusión de comprar un libro tras una conferencia espectacular
porque no lo olvidemos, el certamen no deja de ser una máquina del tiempo que
te permite viajar a numerosas épocas y momentos de la historia, y un libro la
posibilidad de vivir una aventura y viajar sin salir de casa gracias a quien
invirtió horas y horas escribirlo.
Gracias a la organización y los que lo hacen posible por hacer
un año más de este evento, un lugar de encuentro y de disfrute para todos los
amantes de la historia y de la literatura de novela histórica.
Sabes que coincidimos en impresiones y en sonrisas. Ya se ha convertido en una cita indispensable cada año.
ResponderEliminarUna resumen y unas vivencias maravillosas, me encanta como lo cuentas. 😍
ResponderEliminarMuchas gracias, Fer, por compartir esos maravillosos momentos pasados en este certamen de novela histórica. No sabes cuánto te envidio por poder asistir a ese evento. Besos
ResponderEliminarGran crónica, Fernando. Fue un fin de semana espectacular. Eva LHEML
ResponderEliminar