El pasado día 22 de octubre, la Feria del libro de Sevilla
tuvo entre su concurrida agenda un acto un acto que vengo a destacaros y del
que disfruté muchísimo. Se trataba de la presentación de Una mujer y dos
gatos, la nueva novela de Ayanta Barilli, quien fuera finalista del
Premio Planeta 2018.
Con un escenario concurrido de público, la autora habló sin
tapujos de la situación que le llevó a escribir este libro y en las circunstancias
en las que le dio forma.
Enfrascada en otro proyecto literario, fueron sus circunstancias
personales y la pandemia la que le hicieron decidirse por aparcar en lo que
estaba trabajando y ponerse a escribir esta novela. Un libro que nace fruto de una separación
sentimental repentina, unida a hecho que sus hijos se independizaron y
abandonaron el hogar, Ayanta se encuentra en un piso sin muebles, sola y en
mitad de un confinamiento por una pandemia que no es la protagonista de la
novela, pero que si aparece como telón de fondo.
Una situación la de la escritora, que le da para pensar,
reflexionar en que momento se encuentra y sobre las circunstancias por las que está
pasando, de donde viene y quién ha sido. Como ella misma la define es una
novela autobiográfica, que, si bien no es una continuación de Un mar violeta
oscuro, si rescata a algunos personajes de aquella obra porque como
ella dice “para saber quienes somos hay que saber de donde venimos”.
Una obra sin lugar a dudas muy personal, fruto de un momento
complicado y delicado de la autora que no solo va a mostrar detalles personales
de la escritora sino la reflexión que ellos producen.
Aquí podéis ver un resumen de los mejores momentos en mi
opinión de lo que aconteció en la presentación.
Destacó la autora por su simpatía, la cual derrochó en todo
momento, su espontaneidad, y franqueza a la hora de hablar de cualquier detalle
que pudiera dejar claro toda el alma que ha puesto en esta novela.
Una mujer y dos gatos, más que una novela es
un frasco de píldoras de acción rápida, compuesta por capítulos cortos que
sirven para recordar lo que hemos vivido, lo importante que es la familia y por
qué no, utilizarlo para hacer examen de conciencia nosotros también.
La protagonista, trasunto de la propia autora, relata y desgrana una etapa de soledad, marcada por una ruptura sentimental y la marcha de sus hijos, cada uno a un destino que no puede visitar.
En el transcurso de estos meses, acompañada tan solo por sus dos gatos, la escritura se convertirá en el único acto de resistencia posible frente a la adversidad. Repasará los momentos clave de su existencia, vistos desde una óptica obligadamente distinta, en la que una mujer -que es también hija, madre y amante- se convertirá en una mentirosa.
La desobediencia será la luz que alumbrará su camino.
Gracias por dejarnos estos momentos y por presentarme a la autora, que no la conocía.
ResponderEliminarBesotes!!!
A mí su novela anterior, la finalista del Planeta, no te creas que me acabó de llenar y esta no sé si finalmente la leeré. Con tanto pendiente, al final tengo que descartar lecturas, no queda otra. Besos
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