La bicicleta amarilla. Matteo Pelliti y Riccardo Guasco

Suelo acudir a la poesía sobre todo en viajes muy cortos, donde el rato de lectura va a ser fugaz y necesito pequeñas dosis que no me hagan desear llegar a casa para continuar con una trama que quedó cortada de improvisto. Verdad es  que ciertos libros de poesía necesitan de lugares especiales que detengan el tiempo durante su lectura pero en definitiva es un género con el que me suelo llevar muy bien y me resulta muy socorrido según donde consumirlo.

El libro de hoy tal vez no sea de ese tipo de poesía a la que hacía referencia en los dos casos anteriores, pero es también un libro muy especial. Digo esto porque es un libro de apenas treinta y dos páginas y de corte infantil, aunque yo diría que es para adultos que no han perdido esa pizca de niñez y para compartir lectura con infantes a los que uno quiera dar a conocer la poesía.


Treinta y dos páginas llenas de color y siluetas alargadas, dieciséis estrofas de octava real numeradas (ocho versos de once silabas que riman en consonante), que como si de un recorrido en bici se tratase, nos lleva por una historia con ritmo de pelotón, sin pausa, pero con la agilidad del que busca la meta.



Título: La bicicleta amarilla.
Título original: La bicicletta gialla.
Autor: Matteo Pelliti.
Traducción: Marta Tutone.
Ilustraciones: Riccardo Guasco.
Editorial: Liana Editorial. 
Año: 2019.
Género: Poesía, ilustración.
Páginas: 32 páginas.
ISBN: 9788494983009


Sinopsis:


Juanito sueña con una bici. Desde el día en que vio pasar una bicicleta de carreras amarilla, no puede parar de pensar en ella. De camino al colegio, se queda mirando el escaparate de una tienda de ciclismo. En clase se distrae, no puede evitarlo, y dibuja mil bocetos de su bicicleta ideal. En el corazón de una metrópoli ruidosa hay un niño que sueña con montar en su bici, pedalear y ser feliz. El padre busca alguna bici vieja que pueda arreglar para dar a su hijo una sorpresa. Encuentra un cuadro abandonado y se lo enseña a Juanito con la promesa de restaurarlo. La decepción del niño es inaudita: el inerte cachivache no se parece en nada a la cabalgadura que él se había imaginado para sus aventuras. Su padre no se rinde y el resultado es una bicicleta flamante y, como no, amarilla, que dejará a Juanito sin palabras.
En 16 estrofas en octava real, Matteo Pelliti rinde homenaje a los deseos sencillos con un relato épico lleno de ritmo y de emoción. Hay tecnologías perfectas e imperecederas como la bici o el libro, inmejorables a menos que no las dibuje Riccardo Guasco.

Impresiones:

Una historia hecha poesía, un protagonista casi inerte, pero muy presente a lo largo de las páginas. Una bicicleta, el anhelo de un Juan con el que comparto trama porque en su día yo también fui ese niño que paraba todos los días delante del escaparate de una tienda y soñaba con una esa máquina de carrera de dos ruedas. Al final la conseguí, pero no fue la que se mostraba en el lugar de honor de aquella tienda regentada por todo un campeón del tour del Porvenir y de la Vuelta a Colombia. Mi padre como el de Juan, me sorprendió un buen día  con una bicicleta azul, rescatada del olvido en el garaje de un amigo suyo y reparada y devuelta a la vida y a la carretera.

Un verdadero homenaje a ciertos aspectos de la vida cotidiana, al reciclaje, a un espacio libre de contaminación, a los sueños cumplidos aunque no sea como en primera instancia uno quería. Un guiño a la siempre tarea de los padres por hacer feliz a sus hijos buscando de alguna manera las triquiñuelas posibles cuando el dinero no lo permite.

Un libro precioso y a la vez tan necesario  para inculcar valores, fomentar entre los pequeños el gusanillo de la bicicleta y todas las cosas buenas que este vehículo nos aporta.


Buena conjunción entre Pelleti y Guasco. El primero pone las notas de humor, las enseñanzas y la reflexión en los textos y el segundo unos dibujos de corte futurista y muy coloridos que llaman poderosamente la atención y acompañan al texto de forma magistral. 




Autores:




Matteo Pelliti (Sarzana, 1972) vive en Pisa, donde estudió la carrera de Filosofía. Experto en gramática y lenguaje, se define como un humorista en ciernes en todo lo que escribe. Ha publicado antologías de poesías, algunas en sinergia con el ilustrador Guido Scarabottolo. Desde 2005 colabora con el cantautor Simone 
Cristicchi.





Riccardo Guasco (Alessandria, Italia) es ilustrador y pintor. Comparte con el movimiento futurista las líneas dinámicas y los colores densos que reinterpreta en formas ligeras y llenas de ironía. Sus ilustraciones han sido publicadas, entre otros, por: New Yorker, Los Angeles Magazine, Moby, Eni, Longines, Greenpeace, FAO, Emergency, Campo Viejo, Thames & Hudson, Rai, Poste Italiane, L'Espresso, Architectural Digest, Selle Royal, Gazzetta dello Sport, Mondadori, Utet, Topipittori, Peroni.

2 comentarios:

  1. Pintaza magnífica la que tiene esta "La bicicleta amarilla". Veo que a ti tus ilusiones infantiles se hicieron realidad en forma de bicicleta azul; en mi caso la bici siempre figuraba en la carta a los Reyes Magos pero nunca me la trajeron por ser algo caro y poner a mis padres en un brete para no caer en agravio comparativo: ¿por qué a mí y no también a mis otros tres hermanos? Hoy, con muchos años a la espalda, los comprendo perfectamente; entonces, qué enojado y desilusionado que me quedaba. ¡¡La vida!!
    Octavas reales: AB AB AB CC y versos endecasílabos. Me llama la atención el librito. Puede ser un buen regalo para alguno de mis nietos, ¿no te parece?
    Buen finde y buen verano, amigo.

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    1. Magnifico regalo si viene con la complicidad de ser leído con un adulto que le de mucho más juego porque el libro es muy breve. Saludos Juan Carlos.

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