Hace unos días y como parte de esa nueva normalidad donde
los encuentros y presentaciones de novedades editoriales por parte de los autores de una forma online,
nos reunimos en torno a la pantalla del móvil de Emilio del Río para hablar de Calamares
a la romana. Durante algo más de una hora, cerca de una docena de
blogueros le trasmitimos nuestra satisfacción y disfrute por su libro, planteándoles
todo tipo de preguntas que nos habían surgido tras leer su libro.
En unos tiempos donde todo se tiende a pasar por la lupa de
lo político y socialmente correcto y las revisiones históricas se realizan
partiendo de un juicio hecho con mentalidad de la sociedad actual, llega a las librerías Calamares a la romana,
con el subtítulo “Somos romanos aunque no
nos demos cuenta”.
Una divertidísima obra escrita con mucho humor donde los
lectores se sorprenderán de lo parecido que somos a ellos en muchas facetas. Un
libro que demuestra como muchos de los términos que usamos hoy en día provienen
de ellos y que infinidad de cosas cotidianas que solemos usar a diario ya
eran utilizadas por ellos y fueron quienes las pusieron de moda.
Los baños públicos, la moda, el gusto por las joyas, las alianzas de boda, los pasos de cebras, la especulación urbanística, los restaurantes de comida rápida, los hooligans. Todo ello no de ahora, ya lo disfrutaban o lo sufrían los romanos en aquellos tiempos.
Calamares a la romana no va de grandes fechas, de emperadores,
ni de grandes batallas. Habla sobre la vida cotidiana de los romanos, de cómo
vivían durante todos esos siglos en los que duró su hegemonía desde la
monarquía, la republica o el imperio.
Todo ello en clave de humor porque como bien dice su autor “en
la vida el humor es imprescindible, sobre todo aplicado a uno mismo… Los
griegos nos aportaron la filosofía, el teatro, la democracia y los romanos
además del desarrollo a gran escala de la democracia como tal, el sistema de
calzadas y además de un largo ect, el humor, ya que ellos se reían de todo y fundamentalmente
de sí mismos.
Un libro muy interesante y en palabras de su autor “no es
solo un vehículo para conocer una civilización en su cultura. Es una manera de
conocernos a nosotros mismos, de saber el porqué de ser así en aspectos de
nuestro día a día”. Por ello, su autor ha tratado de buscar como contenido
para este volumen una temática que sea original, elementos fuera de lo común y
que no se repitieran mucho en los manuales al uso o en clichés típicos del
mundo romano.
Descubrir el mundo romano como nadie antes te lo había
contado, con humor y disfrutando de un libro cuyos capítulos, rememoran en sus
títulos viejas canciones de la movida madrileña, demostrando que estos romanos pueden ser tan
modernos y tan actuales como nuestras experiencias actuales. Además tiene la
particularidad que cada capítulo puede leerse de forma independiente y que salvo
el último de ellos, podemos leerlos en un orden aleatorio.
A continuación os dejó un video resumen del autor hablando
sobre su libro y respondiendo a algunas de las preguntas que les realizamos los
lectores.
Es la segunda reseña que veo de este libro y las dos tienen opiniones muy parecidas. Me parece un libro original y entretenido y creo que podría gustarme. No me lo llevo apuntado para leer inmediatamente, pero es muy posible que caiga en algún momento. :)
ResponderEliminar¡Besos!
Tiene pinta de lectura amena y diferente. Con lo histórico me llevo mal pero mira, así contado tiene su punto. Le echaré un vistazo en la librería.
ResponderEliminarMe parece que disfrutaría mucho con esta lectura así que caerá tarde o temprano.
ResponderEliminarBesotes!!!
Leyéndolo me acordaba de mis clases de Latín y de aquella frase de "mater tua mala burra est", que en castellano parece otra cosa. Anda que no nos reíamos. El libro es sumamente entretenido y la charla resultó una delicia. Besos
ResponderEliminarLo leería, ya lo creo. Es una forma diferente de aprender las costumbres romanas con el toque de humor que le imprime el autor. Tal y como lo comentas en tu reseña, está muy claro que disfrutaste con su lectura. Un abrazo.
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