El secreto de la buena
digestión es el nuevo trabajo de Ángela Quintas, licenciada en Ciencias
Químicas y máster en Dietética y Nutrición Humana. En su tercer libro, la
autora nos muestra de forma desenfadada y muy didáctica, los secretos que
muchos desconocen sobre nuestra digestión y lo importante que es de que gocemos de una buena alimentación que será fundamental para una buena digestión que tan importante puede ser para otros factores de nuestra vida como nuestro estado de animo, nuestra salud, etc.
Libros en el petate: El secreto de la buena digestión es tu
tercer libro. Viendo los dos anteriores (Adelgazar
para siempre y Las recetas de
adelgazar para siempre), quizás no sería más lógico que este fuera el
primero en el orden de creación.
Ángela Quintas: (Risas) Puede que tengas razón pero este
libro me ha costado escribirlo más que los anteriores porque al ser un libro
más complicado me ha costado más coger el tono y quería que detrás hubiera un
fundamento científico pero que apeteciera leerlo, que abrieras el libro y te
engancharas con su contenido.
L.P: A la hora de hacer un libro qué te hace decantarte por
el contenido que va a tener; los comentarios de la gente, ideas que te rondan
por la cabeza, propuestas editoriales.
A.Q: El primer libro surgió por azar, la editorial me
propuso escribir un libro y al principio me asusté un poco porque yo nunca
había escrito uno, yo soy muy científica y para mí fue un reto. Al final
funcionó muy bien y fue una experiencia muy bonita. Luego vino la oportunidad
de escribir el segundo, que era la parte de las recetas que complementaba el
libro y eran recetas que yo hacía en casa. Este tercero ha sido como un reto
porque yo quería introducir un pequeño cambio y contar toda la parte química y
todo lo que ocurre dentro de nuestra digestión pero de una manera muy
divulgativa y que la gente lo entendiera. Para mí este libro ha sido un
verdadero reto y me ha costado muchísimo.
L.P: Eso significa que de momento paramos o tienes entre
manos otro proyecto literario.
A.Q: De momento paramos, acaba de salir este al mercado y de
momento quiero disfrutarlo. Yo soy muy metódica a la hora de escribir, me
levanto a las cinco y escribo hasta las ocho, llevo mi peque al cole, paso
consulta, los fines de semana y necesito obsesionarme mucho con lo que estoy
haciendo para poder conseguir un libro.
L.P: Tu libro en algunas cosas me ha abierto los ojos y por
ello quería preguntarte si por tu experiencia, es la gente consciente de la
importancia de la digestión para su día a día.
A.Q: La gente no tiene ni idea de lo importante que es la
digestión. Comemos cualquier cosa, no le dedicamos el tiempo suficiente a
masticar e introducimos los alimentos en la boca y realmente desconocemos lo
que está sucediendo en esos momentos dentro de nosotros. Hay gente que se
sorprende cuando le dices que dentro tiene bacterias y microbiota que nos
ayudan.
L.P: En tu libro dices que la salud intestinal es salud
emocional. ¿La felicidad empieza con la digestión?
A.Q: Nosotros tenemos doscientos millones de neuronas en
nuestro intestino y de ahí que se llame el segundo cerebro y los últimos
estudios demuestran que enfermedades como la ansiedad, la depresión, el
Parkinson e incluso la esclerosis múltiple la padecen personas que tienen una
alteración en su microbiota. Por ejemplo, un neurotransmisor como es la
serotonina, que es el neurotransmisor de la felicidad o del placer, se produce
en un noventa por ciento en nuestro intestino. Eso nos hace recapacitar de
cuanta gente toma antidepresivos en este país y debería hacernos mirar hacia
nuestro intestino.
L.P: Creo que la gente acude a especialistas para tratar la
ansiedad y tal vez el tema de la alimentación sea algo en el que no se haga
mucho hincapié en estas consultas.
A.Q: En el caso de la serotonina, esta se fabrica a partir
de un aminoácido esencial que se llama triptófano. Si yo no consumo suficiente
cantidad de ese aminoácido no podré fabricar serotonina o melatonina, lo que
hará que coma mal, que este triste, que quiera comer dulces y a dormir mal. Muchas
veces el origen es la no fabricación de esos triptófanos y es ahí a donde nos
tenemos que remontar.
L.P: La conversación nos ha llevado a hablar de una palabra
casi mágica que anteriormente has
mencionado y que es la microbiota. ¿En qué consiste semejante palabreja?
A.Q: La micro biota es lo que antes llamábamos flora
intestinal y a la que ha habido que cambiar el nombre porque no tenemos flores
sino bichitos. La microbiota juega un papel muy importante porque es única,
cada uno tiene la suya propia como si fuera un código de barras y depende mucho
de las circunstancias en las que uno haya nacido y se haya desarrollado.
L.P: Estamos ante un libro muy divulgativo. Pienso que la
labor de los divulgadores es muy importante a la hora de llenar esos espacios
de información de la que carecemos por eso quería preguntarte ante tanto bulo,
tanta información de muchas fuentes, tanto google ¿Qué consejo darías a esas
personas con inquietudes por saber sobre la materia de la que estamos hablando?
A.Q: Sobre todo que miraran de donde viene la fuente. Es muy
importante que la información que recabemos este avalado por unos estudios, por
una profesionalidad. Por un lado está bien que haya tanta información porque
antes no teníamos acceso de una manera tan fácil y rápida pero por otra parte
ante tantas fuentes hay que saber filtrar de donde viene toda esa información.
L.P: Ahora que estamos hablando de todo ese torrente de
información sobre la alimentación ¿Qué opinas de todas esas dietas, app y
programas con los que se nos bombardea constantemente?
A.Q: Creo que hay que saber utilizarlas. Por ejemplo el
estado quiere ahora implantar el Nutriscore y esto puede ser útil para comparar
productos de la misma familia pero puede dar a error si lo uso para comparar
elementos de diferentes familias. Si el ochenta por ciento de nuestra compra lo
hacemos en el mercado y en nuestra cesta echamos productos naturales y no
procesados, no necesitaremos tantas app a la hora de ir a la compra.
L.P: Quería preguntarte viendo con respecto a todas esas dietas y tanto consejo
en el mundo de la nutrición si hay alguna verdad absoluta porque al ritmo que
vamos lo que hoy es fantástico mañana sale alguien diciendo que no vale para
nada y es mejor otra cosa.
A.Q: Lo que no funciona son las cosas radicales. No tiene
ningún sentido que hagas una dieta extrema si no te vas a sentir tener una
adherencia a esa dieta y no te vas a sentir bien con ella. Por ejemplo esa
dieta del ayuno estaría genial si
viviéramos en el campo y nos dedicáramos a dar paseos, pero yo con el ritmo de
vida que llevo no podría estar sin comer porque me caería redonda. ¿Cómo
fundamento está bien? Pues a lo mejor sí en condiciones muy particulares, pero
hacer ayuno con el estrés que tenemos hoy en día habrá gente que le va a
resultar muy complicado. Creo que al final con todo esto, lo que hay que ser es
lógicos, creo que el peso ideal no existe, lo que existe es el peso saludable.
En esta sociedad asociamos todo el rato delgadez con salud y no es cierto.
Puedes encontrarte personas con un ligero sobrepeso y que sus analíticas estén
bien y otras delgadas y cuyas analíticas estén para echarse las manos a la
cabeza.
L.P: Hablas en tu libro de esos alimentos a los cuales
tenemos cierta adicción. ¿Se puede decir que por parte de las empresas se busca
esa adicción y que es un problema real?
A.Q: Lo tengo claro y además solo tienes que ver la
publicidad. Te pongo un ejemplo, los anuncios de chocolates nos los ponen cuando ya
estamos sentados y tenemos la guardia baja. Son alimentos que producen mucho
placer el comerlos y todo lo que le rodea a nivel de sugestión y de marketing
está muy estudiado. El problema no es que lo comamos una vez, lo realmente
importante no es lo que comas un día sino lo que haces los trescientos sesenta
y cuatro restantes.
L.P: No podemos terminar la entrevista sin dejar de hablar
de un tema que aparece en tu libro, que tiene un capítulo dedicado a ella, y que a los adultos en cierto modo nos da
cierto reparo hablar y que es de la caca.
Es importante saber analizarla y saber que puede decirnos de nuestra
alimentación.
A.Q: Es importante hablar de ella y mirarla porque al final
da muchísima información y aunque es un
tema algo tabú del que casi nadie habla y que todos hacemos, parece que
normalizamos cuando hay niños pequeños pero que entre adultos a muchos le da
reparos hablar de ella y es algo de lo que podemos sacar mucha información. Por
ponerte un caso extremo te diré que ha habido situaciones en las que a un
paciente se le ha detectado un cáncer de colon en un estadio muy temprano
gracias a detectar sangre en sus heces. No siempre que haya sangra va a ser por
un cáncer de colon pero si es cierto que hay que mirar, que ver porque repito,
nos da mucha información de cómo podemos estar de salud en ese momento.
L.P: Hablas de esos tabús como la caca, los eructos, los consejos populares
y otro tipo de cosas que en algunas ocasiones la sociedad entierra por no
querer hablar de ella o por querer centrar la importancia en otro tipo de
cuestiones. ¿Crees que la sociedad tiende a dirigirnos, y no siempre bien,
tendiendo a alejarnos de ser más
naturales?
A.Q: Yo creo que sí y de algo que me estoy dando cuenta con
esta promo que estoy haciendo es que no tiene nada que ver como se tratan estos
temas de una provincia a otra. Los catalanes por ejemplo son muy escatológicos
y hablan con total libertad del tema de la caca. Sin embargo en otras
provincias son incapaces de sacarme ese capítulo del libro en una entrevista.
Creo que es algo que va con la cultura de cada uno. Yo he intentado hacerlo de
una manera que no eche a la gente para atrás.
L.P: Ángela, ha sido un verdadero placer conocerte , leer tu libro y que en algunas cuestiones me hayas abierto los ojos.
A.Q: Encantada con tu visión del libro y tus preguntas.
Un libro más interesante de lo que parecía. Y ella lo cuenta genial.
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