Me encanta cuando a mis manos llegan pequeñas joyas editadas
en editoriales pequeñas, que demuestran
que por sus características tienen que mimar mucho el material que les llega
con el fin de publicar obras de una calidad que el lector agradece poder encontrar.
Algunos asesinatos duelen más es un libro de micro relatos que
sorprende por un título curioso y una portada curiosa que en un principio no le
encontraba ninguna relación con el libro pero que una vez leído puedo llegar a
tener mis teorías.
¿Recomiendo el libro? Como suele decirse, sí y además
encarecidamente y los motivos dejando un momento de suspense como los muchos
que tiene esta obra a continuación.
Título: Algunos asesinatos duelen más.
Autor: Antonio Anasagasti Valderrama.
Editorial: Ediciones Alfar.
Año: 2019.
Género: Relatos.
Páginas: 180 páginas.
ISBN: 9788478988266
Sinopsis:
En Algunos asesinatos duelen más el autor nos aproxima como en una precisa disección médica al género negro desde múltiples perspectivas, desgranando y analizando, la mayoría de las veces con humor, las clásicas pistas, los móviles, las escenas del crimen, los hilos conductores, los peligros de la curiosidad, la reincidencia, los sabotajes, los testigos, los expresidiarios, las bandas de asesinos, los errores, la ejecución, los métodos, etcétera. Todo ello, sin olvidar las tramas de corrupción, las drogas y el terrorismo. Además, reflexiona sobre la mayor fuente de violencia que se produce en la sociedad: el odio o los intereses de las personas con las que convivimos, sean del género que sean. Anasagasti nos enseña que el amor a causa del roce se puede transformar en cualquier momento en odio, como polos opuestos de un mismo sentimiento. Muchas veces las personas que producen más daño son las más cercanas y, por eso, estos asesinatos u homicidios duelen más. No se olvida de tratar otros aspectos de la muerte, como son el aborto o la eutanasia. Igualmente, el escritor en la última parte del libro, en el capítulo Cerca del más allá , intenta acercar el mundo esotérico con la realidad más mundana. En ese puente de unión entre ambos cosmos, brujas y demonios no son ni más ni menos que invenciones de nuestros miedos o productos de nuestras conductas. Los seres malévolos lo engendramos nosotros desde nuestro interior, como frutos envenenados surgidos del espejo donde se reflejan el mal que producimos a nuestro prójimo. Ante eso, solo se puede combatir a esos terroríficos seres interiores con la ciencia y la bondad. En resumidas cuentas, un libro extraordinario lleno de grandes sorpresas, hilvanado con un lenguaje conciso y sencillo, que aporta una gran fluidez y dinamismo al ritmo narrativo y que le hace ser muy ameno y divertido.
Impresiones:
Antonio Anasagasti Valderrama es el autor de Algunos
asesinatos duelen más, gaditano de pro con el bagaje que a uno le
confiere esa condición y con experiencia en mundos tan dispares como la abogacía,
el periodismo y el ejército donde a buen seguro tendrá historias donde recoger
material para muchos relatos.
Precisamente es de relatos su libro, un compendio de poco más de cien
historias las cuales, algunas de ellas no llegan a superar las diez líneas y
otras un par de páginas o tres a lo sumo. Historias cortas que llevan consigo una
característica necesaria en este tipo de estructuras y que no es otra que la intensidad.
Algo breve tiene que golpear fuete al lector para que uno salga de una historia
de algo menos de un minuto de lectura con la satisfacción de que ha merecido la
pena. Antonio Anasagasti no solo te golpea fuerte sino que te deja en pausa,
asimilando la historia de la cual acabas de ser testigo y buscando más, un
motivo, una reflexión que ya queda a la imaginación del lector.
Algunos pensaran que las comparaciones son odiosas, pero si
se compara con maestros de éxito el ejemplo puede llegar más nítido. Leyendo los relatos de este libro ha sido
inevitable recordar aquella serie del genio del suspense titulada Alfred
Hitchcok presenta. El autor parte de historias cotidianas en algunos
casos y las va llevando al límite hasta que su desenlace es totalmente
sorprendente, inesperado y en muchos casos con cierta polémica o morbo. En
otros, la presentación de un asesino o algún personaje polémico ya nos adelante
que cualquier cosa puede ocurrir en esa historia, pero que no será nada bueno a
buen seguro.
Divididos en seis bloques, donde en cada bloque el
denominador común es similar para todos los relatos (asesinatos, parejas, más
allá, etc), el autor transmite a través de su obra lo complicado que es muchas
veces las relaciones personales y ahonda en los motivos que uno tiene para introducir
en su vida alguna que otra muerte violenta. La especulación, los sobornos, la corrupción,
la venganza, el ansia de poder, de dinero o incluso las infidelidades es siempre
una buena excusa para unos personajes
sin escrúpulos para incluir en su currículo un asesinato. Muertes desdichadas,
por error, casualidades que nos llevan a tomar en nuestra vida un rumbo
distinto al que llevábamos hasta entonces. El denominador común de estos
relatos es la muerte pero las causas, las situaciones y los caminos a recorrer
de su mano son muchos y variados y eso es de agradecer porque da muestras de
que el autor ha desplegado en esta obra todo un derroche de imaginación para
hacer de cada historia algo distinta que mantenga al lector sumido en cada una
de ellas y no aburra. Y recordamos que son más de cien.
Muertes hay muchas, pero cuando vienen de alguien cercano, público
o de la persona que menos esperamos, tal
vez no afecten algo más o como dice la
sinopsis, “nos duelen más”. Por eso muchos de los relatos como os comentaba
antes merecen un momento de reflexión, porque sus causas, muchas veces se
acercan tanto a la realidad y desembocan en un hecho tan sorprendente que nos
lleva a meditar sobre lo cotidiano y hasta qué punto cualquier persona
corriente puede ser un asesino en potencia si dispone de las razones
suficientes.
El gran mérito que hay que señalar a esta recopilación es la
calidad de la mayoría de sus relatos. Sabemos que ante una cantidad tan grande
es difícil que el nivel sea similar, pues hay que reconocerlo, es difícil pero
el autor lo consigue gracias finales
sorprendentes y geniales dentro de situaciones variopintas.
Amantes de los relatos, del morbo, de la novela negra y de
los finales sorprendentes sin lugar a dudas este es vuestro libro y os puedo
asegurar que es como el negro, que pega su lectura en cualquier lugar y en
cualquier momento.
Antonio Anasagasti Valderrama (Cádiz, 1958) Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, ejerció de abogado laboralista. más tarde ingresó en la armada y, actualmente es coronel de intendencia del ejercito. Ha sido articulista en La Voz de Cádiz y La Voz del Sur. Coautor del libro Aldea Poética, prologado por Gloria Fuertes. Ha publicado numerosos poemarios y sus relatos han aparecido en varios medios de comunicación escritos. Ha escrito tres colecciones de relatos, un libro de relatos y es autor de la novela gráfica Pedro el cazador de sirenas.
Hola,
ResponderEliminarme ha llamado mucho la atención cuando he visto este libro porque no lo conocía y el título es maravilloso pero el problema es que los relatos y yo no nos llevamos muy bien así que lo voy a meditar un poco.
Un beso
Son muy buenos, sonde la muerte y el asesinato son protagonistas de forma muy irónica y rebuscada. Vale como libro de mesita de cama para leer dos o tres cada noche.
EliminarQue me impacten en pocas líneas significa que me van a dar ee lleno así que prefiero cuidarme de eso. Seguro que alguno me gustaría, en especial los del más allá. 100 historias son muchas.
ResponderEliminarNo son tiros al corazón pero si pequeñas descargas jejeje
EliminarHola, Fesaro:
ResponderEliminarEl título es llamativo, como dice Eyra, pero además es revelador del poeta que, según leo en la nota biográfica sobre el autor que incorporas al final de la reseña, Antonio Anasagasti es.
Los poetas, habituados como están a la síntesis característica de la lírica, son fantásticos cuando deciden pasar a la prosa. He tenido la oportunidad de prologar un libro de relatos de un amigo poeta; por eso al leer en tu reseña sobre la 'intensidad' que tienen estos microrrelatos, de nuevo viene a mi cabeza la lógica de esto: es que el autor, además, es poeta.
Tomo nota del nombre del autor, Antonio Anasagasti Valderrama, cuya biografía (licenciado en derecho, abogado, marino, oficial de Intendencia, poeta, narrador, novelista gráfico, articulista...), me hace exclamar: ¡Madre mía, tengo que seguir la pista a este hombre polifacético!
Un fuerte abrazo
Yo no lo hubiera dicho mejor Juan Carlos.
EliminarUys, me apunto este título. No lo conocía. Y me gusta mucho leer relatos y estos tienen una pinta tremenda. Y encima, de mi tierra!
ResponderEliminarBesotes!!
A mi me han encantado con eso te lo digo todo y feliz por compartir un libro de un autor de la tierra.
EliminarDos lineas dices, los relatos siempre se me suelen quedar cortos pero es cierto que has nombrado a Hitchcok, por cierto que esa serie de H. presenta no me la perdía, y eso, lo has nombrado y ahora ya sí que me tientas mucho.
ResponderEliminarBesso
Los micros son tan, tan difíciles, pero si están bien escritos son maravillosos. El libro lo he visto estas últimas semanas. A tener muy en cuenta.
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