El paseo, es una pequeña joya de 1917 rescatada en 1996 por
la editorial Siruela y de la que conseguí una segunda edición de 1997 al poco
de leer una reseña de una amiga hablando maravillas de ella. Es asombroso como
cien años después algo nos puede emocionar tanto como para desde ese momento
hacerlo inmortal, recomendarlo sin dudar para intentar que siga permaneciendo
en el conocimiento y nos e abandone en el olvido.
Una pequeña obra que no llega a cien páginas y que condesa
en ellas temas y sentimientos de los que podríamos estar hablando durante horas
y horas.
Así empieza una obra de arte titulada El Paseo de Robert
Walser:
“Declaro que una hermosa mañana, ya no sé exactamente a qué
hora, como ve vino en gana dar un paseo, me planté el sombrero en la cabeza,
abandoné el cuarto de los escritos o de los espíritus, y bajé la escalera para
salir a buen paso a la calle”.
Título: El paseo.
Título original: Der Spaziergang
Autor: Robert Walser.
Traductor: Carlos Fortea.
Año: 1917
Editorial: Siruela.
Género: Clásicos, novela.
Páginas: 80 páginas.
ISBN: 9788478443246.
Precio: 12,95 euros.
Sinopsis:
La vida de Robert Walser es una de las más apasionantes tragedias de la literatura centroeuropea de este siglo. Autodidacta, errante, finísimo estilista de la lengua alemana y provisto de una mirada capaz de destripar la realidad con la más suave ironía, Walser empleó los pocos años en que pudo escribir, entre 1904 y 1925, antes de sucumbir a una enfermedad mental de origen hereditario, en tallar exquisitas miniaturas acerca de una vida cotidiana poblada de personajes e impresiones que vienen de la noche cuando ésta es más oscura. El paseo es una de esas miniaturas. Un poeta sale a pasear y ante su mirada se alternan la belleza de la vida y el absurdo de las convenciones de la sociedad, el sonido de una voz que canta y el espectáculo del gran teatro del mundo. Entre el sabor más crítico y la más pura de las reflexiones, El paseo es una espléndida muestra del arte de este autor tan admirado por escritores como Kafka, Thomas Mann, Musil, Canetti, Walter Benjamin o Claudio Magris, entre otros.
(sinopsis facilitada por la editorial)
Impresiones:
Esta es la historia de como un simple paseo da para escribir
un libro lleno de matices a medida que discurre el caminar de nuestro
protagonista. Un camino lleno de lecciones, que de una forma original y cargada
de poesía en muchos momentos va dejando ante nosotros unas enseñanzas de vida,
de máximas universales que se convierten en una forma de llamar la atención, de
protesta, de recriminación a ciertos aspectos de la sociedad en forma de
literatura pura.
Han pasado cien años pero hay cosas que no cambian y
recordando los acontecimientos de aquellos años he creído ver crítica a la
banca, a la administración, a la realidad social tanto de derechas como de
izquierdas representados en el pueblo y sus costumbres. La guerra no se libra de
ser comentada en este paseo que de forma literaria y escrita con una prosa
envidiable va quemando pasos de forma imparable, sin capítulos que corten o
ralenticen nuestro acompañamiento al protagonista. Casi todo cabe en unas pocas
páginas y en el acto de pasear, inocencia, tranquilidad, madurez, reflexión,
porque será un paseo que nos lleve de forma casi vertiginosa por un camaleónico
cambio de estados.
Con una forma de escribir muy peculiar, merece la pena leer
esta obra solo por el puro placer de conocer la pluma del autor, el paseo se
construye a medida que caminamos usando el autor lo que va encontrando por el
camino para componer el relato lleno de ironía en muchos casos y de pequeños
placeres de la vida que son los que nos proporcionan grandes sentimientos.
Tenía un amigo que siempre decía que con cada paseo aunque
fuera por los mismos lugares uno debía de hacerlo siempre con ojos vírgenes
porque muchas veces nos perdemos auténticas maravillas por no querer mirar a la
par que paseamos.
“Sin pasear estaría muerto, y mi profesión, a la que amo
apasionadamente, estaría aniquilada”.
Llega la hora de cerrar el libro y uno le da cierta tristeza
no poder continuar pero las ganas de pasear y pasear han calado y uno no puede
sino reflexionar largo y tendido sobre un libro desconocido hasta entonces y
pensar “qué bueno que viniste” porque El paseo a pesar de los años no
habla del pasado ni del futuro si nos detenemos bien a recapacitar, esta
historia es presente.
Robert Wasler ( Biel, Suiza.1878-1956). Su vida es una de las más apasionantes tragedias de la
literatura centroeuropea del siglo pasado. Autodidacta, errante, finísimo estilista de la lengua alemana y provisto de una mirada capaz de destripar la realidad con la más suave ironía, Wasler empleó los pocos años en que pudo escribir entre 1904 y 1925, antes de sucumbir a una enfermedad mental de origen hereditario, en tallar exquisitas miniaturas acerca de una vida cotidiana poblada de personajes e impresiones que viene de la noche cuando ésta es más oscura. Un autor admirado por Kafka, Thomas Mann, Musil, Canetti, Walter Benjamin o Cladio Magris entre otros.
No conocía este título, que me ha llamado muchísimo la atención. Me lo anoto en mi wishlist, solo con esa sensación que has tenido al cerrar el libro como indicas, ya me hubieras animado ;)
ResponderEliminarBesos.
Pues no conocía esta obra y me has picado la curiosidad; apuntada queda.
ResponderEliminarUn beso!
Tomo buena nota, Fesaro. Está claro que los clásicos se diferencian de los demás, por ser eso: clásicos. Un abrazo.
ResponderEliminarMe gusta lo que cuentas de este libro, que acabo de conocer. Espero no tardar mucho en disfrutar de su lectura, un beso.
ResponderEliminarPues cuánta razón tenía tu amigo, pero qué difícil es eso de mirar con ojos vírgenes algo tan trillado. Esta novela la conocí a través de otra novela, pero no me acuerdo del título. Es uno de esos eternos pendientes, que sabes que tienes que leer pero que por una u otra razón se van quedando atrás.
ResponderEliminarA pesar de tu recomendación, yo ahora mismo, no me veo con un libro así. Lo tendré en cuenta quizá para más adelante
ResponderEliminarBesos
Me encanta el blog, me encanta tu opinión sobre El paseo y me encanta el paseo en sí :-) Un besote!
ResponderEliminarNo lo veo un libro para mi.
ResponderEliminarUn beso!