Hace unos días os dejé en este pequeño rincón la reseña de Parece
mentira (podéis leerla aquí). Un libro que disfruté mucho, que recomiendo y que me permitió
descubrir a un Juan del Val desconocido para mí salvo por alguna foto en alguna
revista y conocer de oídas su faceta de escritor junto a Nuria Roca.
Tras devorar su libro en pocas horas y prácticamente en dos
sentadas tenía muchas ganas de preguntar ciertas cuestiones que trata en su
libro. Un encuentro con un Juan del Val que no tiene reparos en decir lo que
piensa ni como cree que son las cosas, a eso se le suele llamar sinceridad y
Juan del Val lo es tanto en su libro como en persona.
Una entrevista de las que gusta hacer porque Juan te mira a
los ojos cuando te habla, bromea con las respuestas que se prestan a ello y se
pone filosófico cuando responde a ciertas opiniones en las que tiene que
defender sus respuestas. Se nota que le gusta hablar de su libro y que se
encuentra a gusto tratando todos los temas que aparecen en él incluso donde se
habla de su mujer Nuria, clara protagonista de la novela, una novela que
levanta ciertas opiniones de polémica con los comentarios vertidos sobre lo que
Juan ha escrito pero que a mi parecer Parece mentira va más allá de todo
en lo que muchos han querido fijar sus
miras.
Esto es lo que dio de sí nuestro encuentro:
Juan del Val: Yo creo que se escribe para que te lean, yo no
concibo el hacer nada que no sea para que sea recibido por otra persona. La
necesidad de contar esta novela tengo que decir realmente que no tengo una
respuesta clara. Hay una frase en la novela que me gusta bastante y que dice
“yo me debía a esta novela” y la verdad es que a la hora de hacerla he ido
descubriendo cosas que me han llevado a pensar en conclusión que cuando la
termine soy mejor que antes de empezarla porque me he dado cuenta repasando que
yo soy una persona con mucha suerte y una persona muy querida y darte cuenta de
eso es bastante satisfactorio.
L.P: Cuentas la historia de Claudio, un personaje muy
curioso que en algunos momentos es muy valiente y en otros con una actitud
reprochable. Quién es Claudio, ese personaje del que dicen que es adictivo en la
contraportada.
J.V: Claudio es un
personaje con bastantes matices, buena persona como denominador común en su
vida, sensible y una persona cuya conducta es poco convencional por un lado y
en muchos caso con un comportamiento muy discutible y yo eso lo asumo porque
entiendo que haya muchas gente que puedan pensar que Claudio es un indeseable
por algunas cosas que hace aunque yo no lo creo como autor y como lector, pero
entiendo que haya personas a las que Claudio les saque de quicio. Resumiendo
Claudio es complejo, sensible y poco convencional.
L.P: Todo el que lea este libro le surgirá la misma
pregunta. ¿Qué porcentaje de ficción y cual de realidad hay en Parece mentira?
J.V: Yo te diría que hay un cien por cien de verdad y otro
tanto de ficción. La novela es verdad y Claudio respecto a mi soy yo porque
todas las cosas que le han pasado no puedo decir que las haya vivido yo pero si
casi todas. Evidentemente hay cosas, situaciones y nombres que están cambiados.
L.P: No tienes miedo los lectores o la gente que te conoce
en general confunda cual es el cien por cien real y el ficticio.
J.V: A tu pregunta de si tengo miedo, preocupación o que no
lo lleguen a entender te respondería que no. En eso no soy muy pretencioso, he
escrito una novela que creo que las personas que la leen (y ya voy viendo
opiniones) mientras la leen se van viendo en él como en un espejo en diversos
pasajes. Esto es lo que a mí me importa, luego está el momento en el que
cierras el libro y te preguntas si ha merecido la pena el rato que le he
dedicado al libro. Que tras leer el libro me quieran o me odien por como creen
que soy ya es cuestión del lector. Yo
realmente he hecho una novela con la
pretensión de que la gente que la lea se lo pase bien, reflexiones en un
momento dado, pueda sentir cosas, emocionarse o reír y a partir de ahí que cada
uno piense lo que quiera porque lo demás me da igual.
L.P: Dices en tus primeras páginas que tienes miedo a que
escribir duela y eso me ha hecho reflexionar al leer el libro. Es consciente
muchas veces por parte del lector de lo que puede doler escribir un libro.
J.V: A mí en este caso y en esta novela en concreta escribir
me ha dolido porque recuerdas cosas y te metes en situaciones que vuelven otra
vez a causarte dolor aunque también tengo que decirte que me lo he pasado muy
bien. Creo que el lector no tiene porqué ser consciente de lo que siente el escritor
cuando escribe, no me parece necesario, el lector tiene la obligación de leer sin
prejuicios y enfrentarse a una novela para pasar un buen rato y yo como
escritor no puedo pedirle eso a un lector, que se ponga en mi lugar.
L.P: Como se te queda el cuerpo después de parir esta criatura.
J.V: Te pongo un ejemplo. Cuando yo termine sólo en un salón
donde no había nadie y me entró una llantina de desconsuelo en el que no podía
parar y así fue como me quede. Absolutamente reventado fue como termine,
lloraba y no sabía por qué. Me he vaciado haciéndola y creo que se nota, por
eso es una satisfacción espectacular.
L.P: En tu libro hay diversos estados de ánimo. Pasamos de anécdotas
muy divertidas a otras muy tristes. Te ha costado trabajo de las luces a las
sombras.
J.V: Yo creo que eso es la vida. Claudio cuenta mucho de la
vida, en esta vida no se está todo el tiempo feliz ni todo el tiempo triste.
Una vida de felicidad entera sería aburridísima y al revés también. Yo en mi
vida paso con cierta facilidad de la emoción a la risa y de ahí a la pena. Yo
soy una persona muy positiva, optimista, que le gusta la alegría pero hay veces
que no puedes serlo. No me ha costado trabajo ya que todo salía de las tripas y
en el recuerdo cuando eran cosas tristes las recordaba con pena y cuando eran
excitantes pues me excitaba.
L.P: Por eso quizás no hay capítulos ni títulos que separen
los temas en este libro.
J.V: Es una especie de hilo donde vas de adelante a atrás y
viceversa donde hay una evolución del personaje en la novela y todo giran en
torno a él como en un remolino. No hay capitulo uno porque creo que en la vida
no hay funciona así.
L.P: El libro está dedicado a Nuria aunque si hubiera estado
dedicado a Juan del Val yo no lo vería mal. Era en cierta manera obligado dedicárselo
a Nuria.
J.V: Nuria está en la dedicatoria porque me salía del alma y
luego están los agradecimientos donde yo digo una cosa que es verdad, “sin
Nuria casi nada sería posible” tanto mi propia evolución como persona, como
profesional, para mi es una parte de mi vida importantísima. Ella representa la
luz, la máxima expresión de la luz que yo he buscado a lo largo de mi vida, un
pedazo de faro.
L.P: Si tuvieras que elegir un momento de los que aparecen
en este libro cual sería. (Yo me quedo con los momentos de juegos con tu
hermana y la primera cita que tuviste con Julia).
J.V: Son dos grandes momentos en los que coincido contigo.
Podría elegir también los talleres del manicomio. Si hablamos de sentimientos,
los capítulos en los que describo a Julia son momentos en los que estoy describiendo
con bastante precisión lo que para mí es el amor y eso es difícil que te salga
y creo que hay un par de pasajes donde me ha salido muy bien.
Hay escenas un poco más light como la escena de la casa de
la playa donde me he reído mucho haciéndola y creo que la gente también se reirá
bastante con ella.
L.P: Es una escena peliaguda, un tema que cuando pasa en
realidad es bastante difícil de digerir pero creo que lo abordas con mucha valentía.
J.V: Yo, a la hora de hacer la novela no me he parado en
ningún momento porque fuera peliagudo, en todo momento si venía un charco no lo
he esquivado sino que lo atravesaba por medio y hay veces que me he mojado y
otras no.
L.P: El libro aunque va en bucle, me da la sensación que
Claudio se va reinventando a medida que avanzan las páginas.
J.V: Ten en cuenta que desde que yo empiezo a contar sobre
Claudio, desde que es un niño hasta lo que le va pasando hasta llegar a un
hombre adulto evidentemente Claudio se va reinventando y evolucionado y quizás por
eso el título Parece mentira que a
ese muchacho que empezó en su barrio luego le fuera bien.
L.P: Es una de las ideas que saco de este libro. En la vida
constantemente hay que reinventarse para buscar la suerte que a ti te sonrió.
J.V: Pues todo lo que cuento en esa parte es todo verdad y
no cambio ningún nombre y estoy de acuerdo contigo, creo que en la vida he
tenido mucha suerte porque dicen que la suerte se busca pero también hay que
tenerla. La manera en la que entré en el periódico fue de tener mucha suerte porque
por mucho que uno lo busque si no se dan las circunstancias que se dieron no
hay nada que hacer. Creo que aquella era otra época y tal vez había mucha más
inocencia en el mundo de la comunicación aunque detrás de todo aquello había un
trasfondo de mucho trabajo porque yo no tenía carrera y tuve que ponerme las
pilas para que no se notara que yo no estudiaba periodismo.
L.P: Pues Juan ha sido un verdadero placer y yo sinceramente
te digo que yo me lo he pasado estupendamente leyendo tu libro.
J.V: Pues muchas gracias por tus preguntas y me alegra
conocer tu opinión.
Me encanta, siempre, que un autor se "vacíe" escribiendo una novela. Cuando se pone toda la carne en el asador, se nota. Desde luego, ha despertado mi interés por ella.
ResponderEliminarBesos.
Gracias por la entrevista.
ResponderEliminarBesos.
¿Estas cambiando el aspecto del blog no? Buena entrevista, creo que terminará cayendo este libro.
ResponderEliminarUn beso ;)
Me ha gustado gracias.
ResponderEliminarY el nuevo diseño del blog también.
Un beso!
¡Uy, qué chulo te ha quedado el blog! ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarY felicidades también por la entrevista. No he leído de Juan del Val (ni a solas ni junto a Nuria Roca), y de momento no creo que lo haga por falta de tiempo, exceso de pendientes y necesidad de prioridades, pero no pinta nada mal.
¡Besote!
¡Estás cambiando el blog!
ResponderEliminarGracias por la crónica, besitos...
¡Hola Fernando!
ResponderEliminarJolín, menudo lavado de cara le has dado al blog. Me gusta mucho el diseño, muy elegante. Va mucho contigo. Aunque me ha faltado un macutillo por ahí pero seguro que tienes algo pensado para arreglarlo jijiji.
La verdad que nunca he tenido la suerte de entrevistarme con ningún escritor cara a cara. Si que le he pasado las preguntas, sobre todo a mi queridísima Mercedes Alonso, y la verdad es que me lo pasé pipa porque es cierto que cuando lees un libro se te queda una espinita en el corazón y quieres saber más sobre su cosecha. Los sentimientos del escritor, lo que cree que va a interpretar el lector y qué hay de verdad en todo lo que hay escrito.
No tenía ni la más mínima idea de que Juan del Val era el marido de Nuria Roca; así que me acabo de quedar ojiplática.
Con respecto a la penúltima pregunta, he sentido como que Del Val ha querido decir que tuvo un enchufismo que no se lo cree ni él. No sé si es lo que tú también extráes de esa respuesta pero vaya... En otras palabras ha querido decir eso, o es lo que yo rescato - claro está -. Igualito que ahora, que no tienes un desempeño en X oficio y te meten de cabeza.
En fin.
¡Un besito primo! Nos vemos en otra ocasión ;)
Etérea
Gracias por la entrevista. A mí el libro me pica la curiosidad pero ando demasiado liada.
ResponderEliminarBesos
Ya sabes lo que pienso sobre algunos aspectos. El libro no sé si lo leeré, pero la entrevista me ha gustado, y el nuevo aire de tu blog también :-D
ResponderEliminar¡¡¡¡Hola!!!!!
ResponderEliminarEs un libro apetecible, lo malo es que mi lista de pendientes crece y crece, nunca baja.
Yo conocía a Juan del Val y había leído cosas suyas pero no sabía que era el marido de Nuria Roca hasta que se montó el lío el otro día por las declaraciones que hicieron en El hormiguero.
Un saludo y feliz semana.