Unas horas antes de la presentación de su libro Quién quiere ser madre, Silvia Nanclares
tuvo la amabilidad de compartir parte de su tiempo conmigo para hablar de su novela, una obra prácticamente
autobiográfica y que narra la
experiencia de una mujer que intenta ser madre a una edad donde todos piensan
que ya se ha llegado al límite de lo permitido por la naturaleza.
Algo nervioso por hablar de un tema en algunos casos
delicado, la voz de Silvia me hechizó
(yo recetaría su calidez como fármaco natural en momentos de ansiedad o como bien
de interés mundial) y obró en mí como bálsamo
de confianza y familiaridad y me vi hablando con una mujer sobre niños,
embarazos, literatura y lo que era un encuentro con cuestionario de preguntas
por delante se convirtió en confesiones, impresiones sobre su libro, sobre la
vida y la necesidad de aprovechar el tiempo porque como bien dice ella “ahora
es nuestro momento”.
Este es un libro que sirve para comprender mucho mejor a las
personas en su búsqueda por crear vida.
Sinopsis
Dicen que detrás de toda mujer sin hijos hay una historia.
¿También detrás de las que los tienen la hay?
¿También detrás de las que los tienen la hay?
Justo antes de cumplir los cuarenta años, Silvia se enamora y poco después pierde a su padre. Es entonces cuando decide quedarse embarazada. Siente que la vida le debe otra vida.
Esta valiente novela autobiográfica va desgranando los hitos iniciáticos que atraviesa toda mujer cuyo deseo de embarazo se ve frustrado mes a mes: la urgencia biológica, la incertidumbre, el fantasma de la infertilidad, las reacciones de los seres queridos, el sexo mecánico, el desgaste de la pareja, los miedos y la reproducción asistida como horizonte. Pero no olvida lo bueno: el amor, la familia, los amigos y la pasión.
Quién quiere ser madre es la historia de un deseo, del ahora y del nunca, de decisiones y renuncias, de un profundo aprendizaje sobre la propia existencia. Una novela íntima sobre lo que ocurre cuando nuestros sueños nos retan: nadie sabe lo que viene después porque los acontecimientos se suceden sin pedirnos permiso y es ahí donde se puede crecer con fuerza y sin drama
Libros en el petate: Para los que no te conocemos. ¿Quién es
Silvia Nanclares?
Silvia Nanclares: (Risas) Que buena pregunta. Silvia
Nanclares es una mujer de alrededor de cuarenta años que se dedica a escribir
pero que vive del periodismo cultural y que justamente antes de cumplir los
cuarenta años pierde a su padres, se queda embarazada y como la escritura es su
forma de vida pues decide contar todo esto en un libro. Estoy contando parte de
la sinopsis de la novela como como coincide con quien yo soy pues
aprovechamos).
L.P: Este libro es autobiografía.
S.N: Si, es una novela autobiográfica.
L.P: Cuanto hay de tu vida real en el libro.
S.N: Digamos que los dos procesos vitales importantes que se
cuentan como son el duelo y el deseo de quedarme embarazada son cien por cien
reales. Pero para contar eso de una manera digamos novelada y que tenga
interés, algo de intriga y sus conflictos he metido situaciones y personajes
que no existen en la realidad como por ejemplo mis tres amigas con las que
quedo como grupito. Yo no tengo esas tres amigas sino que en esos tres
personajes he volcado anécdotas de mis amigas. Tampoco trabajo en la redacción de un periódico pero
en ese espacio me daba pie para contar una serie de cosas que me venían bien
para la novela. Digamos que la esencia es completamente real o verdadera y los
escenarios y personajes que pululan por la novela no todos son reales.
L.P: Te ha costado escribirla al ser autobiográfica y tratar
algunos temas en ciertos casos duros.
S.N: La verdad es que no, al revés, me ha ayudado en ciertos
momentos en los que estaba escribiendo, sobre todo en la parte del duelo, para
hacer exorcismo de cosas y con el tema del embarazo sí que me ha costado a
veces comunicar situaciones que al pasarme en tiempo real me costaba coger distancia.
Yo ya llevaba tiempo haciendo escritura autobiográfica y ya tenía
algo de entrenamiento.
L.P: Tú tienes experiencia en escribir relatos pero esta es
tu primera novela. Cómo has visto el salto.
S.N: Esto si me ha costado más. Toda la parte técnica de la
novela, el largo aliento de soportar una estructura, componer una trama y darle intriga. Una novela es la
champion league y aunque hacer un relato es difícil, estar doscientas páginas
manteniendo el interés no es fácil.
L.P: Mientras leía una frase de tu libro esta me ha hecho
pensar que la crisis de los cuarenta no es un mito.
S.N: No, para mí no lo es. A mí me coincidieron tres
zambombazos personales muy fuertes y para mí no ha sido un mito y para las
mujeres mucho menos.
L.P: De una forma velada, en tu novela esa edad de los
cuarenta es significativa.
S.N: Si. Para mí es un antes y un después y creo que para
mucha gente porque en este mundo donde vivimos en el que se sobrevalora tanto
la juventud y se deja de ser joven oficialmente a los cuarenta todo el mundo te recuerda que tienes esa edad
(aunque los cuarenta son los nuevos treinta y tú te sientas estupenda de la
muerte). Ir a fiestas y sentirte la más vieja del lugar, cosas como perder a tu
padre o ver la decadencia de tu cuerpo son las cosas que ocurren mucho a esta
edad y pasan factura tanto a hombres como a mujeres aunque pienso que a estas
últimas más porque nosotros tenemos el añadido del reloj biológico.
L.P: Tu libro me llamó la atención desde el primer momento y
hablo en sentido literal con la cita de Marina Garcés que hay nada más comenzar. "Que no somos finitos cuando morimos,
sino cuando nos sentimos impotentes y arrastrados por la inercia de lo que no
queremos vivir". Esta cita es ley de vida y ves cómo la gente no lo
cumple. Por qué cuesta tanto trabajo.
S.N: Vivir de una manera autentica. Yo creo que vivimos con
la ficción de que vamos a estar aquí eternamente y eso es algo que con la
muerte de mi padre me sacudió mucho. Yo vivía con esa losa de la juventud
alargada pensando que lo que no hiciera hoy ya lo haría mañana y llega la
muerte o temas como el de la infertilidad que son temas relacionados con el
ahora o nunca y te das cuenta que vivimos con los estímulos de esta vida
nuestra contemporánea que nos tiene desconectados de lo que es la vida real,
muy corta y muy rápida.
L.P: La elegiste tú.
S.N: Si, sí.
L.P: Eso me lleva a pensar en todo lo que se queja la gente
de sus cosas pero que no hacen nada por cambiarlas.
S.N: Totalmente, por qué no cambiar. Marina Garcés tiene una
noción muy bonita de lo que ella llama "las cárceles de lo posible".
Vivimos con la creencia de que solo podemos hacer o ser una serie de cosas y a
veces hay que atreverse.
L.P: Algo genial que he encontrado en tu libro es estar
leyendo sobre un tema y que de pronto ese tema te haga reflexionar sobre otro
al que tus pensamientos te han llevado leyendo esa parte.
S.N: Me alegra escuchar eso y que lo hayas interpretado de
esa forma tan bonita.
L.P: Al leer "Quién quiere ser madre" surge la
pregunta. Quieren las mujeres ser madres.
S.N: Yo quiero ser madre y creo que muchas mujeres de mi
edad, mayores o más jóvenes quieren ser madres pero a veces es un deseo que no
se puede expresar porque parece que está mal visto. Si tienes cuarenta porque
eres mayor y se te va a pasar el arroz. Si se lo dices a un hombre parece que
lo quieres cazar y retener. Existen una serie de tabús y de miedos que hacen
que las mujeres no nos atrevamos a decirlo claramente pero hay muchas mujeres
que quieren ser madres.
L.P: Pero saben por qué quieren ser madres.
S.N: No, también hay mucha irracionalidad en el deseo de ser
madre o de ser padre. Es una de las cosas yo creo que más difíciles de
explicar, por qué queremos ser padres o madres. Esa pregunta es algo que
también quería abordar en el libro. Todo el mundo te pregunta por qué no
quieres ser madre pero nadie por qué lo quieres ser. Yo me sorprendí cuando yo
me lo pregunté a mi misma, Me quedé en blanco y no lo sabía argumentar, sin
embargo sabía que quería. Es un impulso que viene de muy dentro, ancestral.
L.P: Hace poco hubo cierto revuelo debido a unas
declaraciones de la periodista Samanta Villar hablando sobre la pérdida de calidad en la vida siendo madre.
Por qué esa constante en reivindicar que un niño es una carga.
S.N: Yo alucino mucho con esa última tendencia. Por un lado
se intenta romper con la idea de maternidad idealizada pero por otro parece que
se ha puesto de moda cargar contra los hijos. Creo que tener un hijo es algo
que se debe pensar mucho y no meterse a ciegas porque es una inercia social muy
fuerte y el que menos y el que más tiene información de primera mano de lo que
es tener un hijo o experiencias de convivir con amigos con hijos.
L.P: Lo digo porque es típica la frase en reuniones de
amigos cuando algún hijo da mucha guerra y la madre o el padre dicen a los
asistentes "no tengáis un hijo".
S.N: Fíjate que curioso que siempre lo dicen quienes tienen
hijos.
L.P: Es como una reivindicación oculta de sufridores.
L.P: Volviendo a tu novela, está escrita como una
tragicomedia.
S.N; Si totalmente. Voluntariamente quise meterle cierto
humor y también cierta dosis de seriedad porque si al final no tienes ese niño
puede conllevar una curación que es necesaria debido a la frustración que eso conllevaría. El
humor es deliberado y muy buscado para darle un poco de aire a la cuestión
porque si no esto es un drama que nos puede. Somos muy lorquianos hablando de
infertilidad, por eso aunque la cosa merece seriedad, si nos reímos un día no
pasa nada.
L.P: Es lo que hablábamos antes, en este tema se tiende en
ciertos momentos a potenciar lo dramático.
S.N: La gente en el fondo está encantada con sus niños, creo
que casi todo es postureo a la hora de dramatizar.
L.P: La presencia femenina en tu libro gana por goleada pero
me ha resultado curioso que menciones a Erika Irusta, pedagoga de la
menstruación con la que tuve el placer de hablar sobre su libro hace unos meses
sobre la insensibilidad de muchos hombre ante estos temas y no hablar de ellos
con sus parejas. Por eso libros como los vuestros se agradecen porque hacen
pensar al hombre sobre ciertas cuestiones que parecen estar vetadas. Entiendo
que tú no cierras la puerta al hombre a Quién quiere ser madre.
S.N: Al contrario, mi libro es una invitación a los hombres
y me gustaría que los buenos lectores me hicieran comentarios y opiniones.
L.P: En tu libro constantemente se habla de bienvenidas y
despedidas y en medio estamos nosotros. Entre unas y otras, tal vez nos falte
un poco pensar en nosotros mismos no crees.
S.N: Puede ser, no lo había pensado pero es una reflexión
bonita y quizás tengamos que tener un poco más de conciencia de que estamos ahí
y este es nuestro momento.
L.P Tu libro puede tomarse como un libro de viajes.
S.N: Si, un viaje personal, emocional en un tiempo muy
fundamental en una persona y como un ritual en un momento que supone es un
cambio importante. Al menos yo he vivido así esa época, no sé si habré logrado
transmitirlo.
L.P: Es un relato del recorrido de una persona que se ve
envuelta en todo un proceso como es el camino para la búsqueda de un hijo.
S.N: Una odisea llego a decir en algún momento y como se
estructura en un calendario y el tiempo en ese sentido está muy marcado.
L.P: Hablando de tu experiencia. Cómo has visto ese mundo.
S.N: Te refieres al de la reproducción asistida. Pues como
lo cuento, muy impresionante, comercializado e industrializado y a la vez muy
avanzado tecnológicamente porque gracias a él es posible que yo pueda tener
hijos. Es como una ambivalencia, por un lado agradeces que exista y por otro
piensas que todo está en manos de las empresas, privatizado y muy ambivalente
porque lo necesitas y a la vez lo rechazas.
L.P: En algunos momentos ese mundo parece una locura. Esa
búsqueda puede llegar a ser una vorágine de situaciones.
S.N: Es muy loco, hasta que no entras no te das cuenta de la
cantidad de recovecos que tiene y de todo lo que hay que aprender. Es como un
supermercado con cantidad de productos y
tú eliges el que más te convenga. Es impresionante y escalofriante pero te
alegras de que exista porque lo necesitas ya que sin ello estarías desahuciada.
L.P: Hay un papel que es el de la madre, un personaje muy
curioso porque no pierde nunca la calma y puede parecer que en su época, aun no
existiendo los adelantos de hoy el hecho de parir era más sencillo.
S.N: En este sentido sí. En aquella época casi no tenían otra
opción salvo casarse, quedarse embarazada con 22 años y luego tener hijos.
Parece paradójico esa situación y ese era otro de los propósitos del libro,
contar ese salto generacional de los dos mundo, el mío y el que tuvo mi madre.
L.P: Qué sensación crees que podría producir tu novela en
esos padres y madres.
S.N: Puede haber una radiografía que no les guste mucho, por
ejemplo en el tema de la crisis, de cómo nos han educado porque mi madre una de
las cosas que me dice es que se nos ha ido de las manos y que ya vamos un poco
tarde a pesar de apoyarme a tope.
L.P: Creo que hoy en día tal y como están las cosas no es
tan tarde.
S.N: Si pero mi madre con 42 años ya tenía una hija de 17
años. Todo esto puede venir porque en algunos casos un niño se ha convertido en
la última Coca Cola del desierto y puede que esa sea el motivo de que en
ciertos casos se proteja con mucho celo a los niños. Hoy en día se habla de
niñas de 16 años cuando antes con esa edad ya casi eran adolescentes.
L.P: Un placer conocerte Silvia y disfrutar de tu libro.
S.N: Gracias a ti, me ha encantado la entrevista.
La autora:
Silvia Nanclares
(Madrid, 1975) es licenciada en Dramaturgia por la Real Escuela de Arte
Dramático. Desde el ámbito de la escritura desarrolla proyectos teatrales,
audiovisuales, literarios y de formación artística. Ha intervenido en la
creación de contenidos para diferentes centros culturales, así como en
investigaciones colectivas como #bookcamping. Desde 2012 colabora con
eldiario.es y Periódico Diagonal con piezas de periodismo narrativo. Es
guionista y locutora en el espacio radiofónico Carne Cruda. Actualmente forma
parte de Pandora Mirabilia-Género y Comunicación, donde participa en proyectos
como Un cuento propio. Es autora de los álbumes ilustrados infantiles La siesta
y Al final, en colaboración con Miguel Brieva, y del libro de narrativa breve El
Sur, instrucciones de uso. También ha publicado relatos en Revista Eñe, Sibila
y Quimera. Quién quiere ser madre es su primera novela.
Muchas gracias por esta entrevista tan comoleta que nos ha acercado un poquito más a esta autora. Besos
ResponderEliminarUuufff, tengo un nudo en la garganta y estoy a punto de llorar. Su historia es la mía, quizás con la salvedad de mis continuas pérdidas, pero me he sentido muy identificada, la reproducción asistida es una vorágine por la que no me apetece volver a pasar, la frustración que produce quererte y no poder es brutal, que la gente no te entienda también. Tengo que leer ese libro, pero antes tengo que recuperarme un poco. Tengo una duda, ¿ha conseguido ser madre? Me han encantado tus preguntas, que ya por sí solas dan para una interesante reflexión. Gracias.
ResponderEliminarQuerer y no poder (quería poner)
ResponderEliminarPues me ha encantado leer esta entrevista, se tocan tantos temas que ya se me ha olvidado todo lo que quería comentar aquí, pero me parece muy valiente haber escrito una novela con tantos toques autobiográficos y que, al final, refleja lo que muchas mujeres pueden llegar a experimentar.
ResponderEliminarYo soy joven (26 años) o eso me dicen jaja, y aunque no esté cerca de los 40 entiendo esa crisis que pueda surgir en una madre que quiera tener hijos a esa edad...yo que no tengo trabajo y que me toca seguir formándome me veo abocada a esa situación y realmente es frustrante y agobia.
Me parece una novela muy interesante, si puedo la leeré seguro.
Besitos
Me estremeció mucho el encuentro con la autora...
ResponderEliminarMuchas gracias por traernos la entrevista, me ha parecido muy interesante, besotes
ResponderEliminarUna entrevista super completa e interesante. El libro no me llama mucho, ahora mismo no me apetece leer algo tan duro
ResponderEliminarBesos
Lo tengo, lo tengo.
ResponderEliminarEl encuentro y la entrevista geniales, y gracias por compartirlo
Besos
Lo tengo!
ResponderEliminarvendré a leerte cuando lea el libro, prefiero leer la entrevista después.
Besos
Aunque me ha gustado la entrevista, no sé si leeré este libro. Lo de "yo recetaría su calidez como fármaco natural en momentos de ansiedad o como bien de interés mundial"...no se puede tener más arte. Fan. Un besazo.
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