Encuentro con Ildefonso Falcones sobre Los herederos de la tierra.

Hace poco, Ildefonso Falcones ha estrenado novela, una obra que desde el punto de vista literario pretende que pueda llegar a ser un éxito como La catedral del mar, con las miras puestas en los mismos objetivos, entretener y contar historias que enganchen al lector.


En el hotel donde estaba previsto que se alojara el presidente Obama en su recientemente  frustrado viaje a Sevilla esperamos a Ildefonso Falcones. El éxito de sus novelas y su porte serio cohíben un poco pero tras unos breves comentarios iníciales sus  gestos y su voz se tornan distendidos y sus respuestas adquieren carácter de complicidad en una conversación a cuatro que fue toda una lección de historia política y social de la Barcelona del siglo XIV. Lo que más me gustó de su discurso fue encontrarme a un Falcones que habla sin tapujos, no es diplomático, es sobre todo sincero y ese talante se agradece cuando un libro gusta y quieres conocer realmente al autor de esa obra y comprender un poco que lo llevó a escribir esa historia. 



Sinopsis: 

Barcelona, 1387. Las campanas de la iglesia de Santa María de la Mar siguen sonando para todos los habitantes del barrio de la Ribera, pero uno de ellos escucha su repique con especial atención... Hugo Llor, hijo de un marinero fallecido, a sus doce años trabaja en las atarazanas gracias a la generosidad de uno de los prohombres más apreciados de la ciudad: Arnau Estanyol.

Pero sus sueños juveniles de convertirse en constructor de barcos se darán de bruces contra una realidad dura y despiadada cuando la familia Puig, enemiga acérrima de su mentor, aproveche su posición ante el nuevo rey para ejecutar una venganza que llevaba años acariciando.
A partir de ese momento, la vida de Hugo oscila entre su lealtad a Bernat, amigo y único hijo de Arnau, y la necesidad de sobrevivir en una ciudad injusta con los pobres.
Obligado a abandonar el barrio de la Ribera, busca trabajo junto a Mahir, un judío que le enseña los secretos del mundo del vino. Con él, entre viñedos, cubas y alambiques, el muchacho descubre la pasión por la tierra al tiempo que conoce a Dolça, la hermosa sobrina del judío, que se convertirá en su primer amor. Pero este sentimiento, prohibido por las costumbres y por la religión, será el que le proporcionará los momentos más dulces y amargos de su juventud.



Con Los herederos de la tierra, Falcones vuelve a situarse geográficamente y como el propio autor reconoce “En Barcelona, porque es una ciudad que me tira mucho y tras otras novelas que se desarrollan en Granada, Córdoba, Triana o Madrid, vuelvo a la ciudad de la que ya hable y que posiblemente pueda seguir hablando en una tercera, cuarta o quinta novela si sigo escribiendo”.

Libros en el petate: Ha dicho usted que esta novela no es una segunda parte de La catedral del mar sino más bien una continuación en el tiempo. Esos seis millones de lectores pueden preguntarse por qué diez años.

Ildefonso Falcones: No hay una razón especial. Después de La catedral del mar hubiera sido inconcebible que hubiera escrito otra novela sobre Barcelona. Me gustó salir, ver otras ciudades, otras culturas como  moriscos, los gitanos, etc, pero tras seis años viendo otras cosas me apasionó de nuevo retomar un proyecto con Barcelona como protagonista. El tiempo no tiene nada que ver, digamos que han salido las cosas así.

Un libro donde Barcelona tiene un papel tan principal  que el propio autor confirmó que se puede realizar una ruta histórica siguiendo las localizaciones que aparecen en sus páginas.

En esta nueva novela, el protagonista es Hugo Llor, un chico relacionado con la mar y que por causas del destino se ve obligado a trabajar en la tierra y al cual le suceden muchas peripecias las cuales cree el autor que serán del interés del lector, pues lo ha construido alejado de cualquier arquetipo de personaje plano. Situada cronológicamente tres años después de los acontecimientos que transcurren en  La catedral del mar , es una época agitada donde sucedieron unos hechos trascendentales para la historia de España, la llegada de un rey castellano al trono de Cataluña y de la corona de Aragón y otro como fue el Cisma de Occidente.

L.P: Hemos hablado de Hugo, pero no cree que hubiera sido más fácil y a lo mejor más lógico continuar la historia con el hijo de Arnau Estanyol, protagonista de la novela anterior.

I:F: Sí pero entraríamos en un juego de comparaciones entre padre e hijo en el que no quería entrar. De todas formas la figura de Arnau y su hijo están muy latentes en la novela, al igual que la catedral del mar, con unos guiños muy importantes a la obra anterior.

Una novela donde a pesar que su protagonista es masculino, las mujeres tienen un fuerte peso en la historia, lo que nos aclara el autor argumentando que “no son preferencias, es como la vida misma, donde la mujer tiene ese papel protagonista”.

L.P: Hablando de protagonistas, aunque Hugo sea aquí el que ostenta  ese honor, existen en la trama una serie de situaciones sociales, económicas, políticas, que juegan un papel muy importante. De todas ellas cual le ha llamado más la atención.

I.F: Son varias  pero el tema de los judíos, que ya conocía de anteriores documentaciones,   es una historia bastante dramática y el segundo, el mal llamado compromiso de Caspe, donde los intereses personales primaron para que se impusiera la figura de un infante castellano en la corona de Cataluña lo que originó que nada más subir al trono, los derechos de los payeses se endurecieran de una manera tremenda.

L.P: El mar está presente en su novela anterior y aunque lo está también en esta, aquí da un giro y habla del vino con todo lujo de detalles y de forma veraz sobre cómo se producía y las técnicas que se llevaban a cabo en la época. Por qué ese giro hacia la tierra, por qué el vino.

I.F: En mis novelas, todos mis personajes tienen una profesión. No puedo entender una novela sin que las profesiones estén muy presentes, en segundo lugar porque a mí el vino me apasiona y en tercer lugar porque es un elemento de primera necesidad, hasta en los hospitales daban vino a los pacientes, todo el mundo tomaba vino ya que incluso tenía menos peligro que tomar agua.
Yo necesitaba alguien que pudiera viajar de un sitio a otro, alguien que contara en primera persona como se desarrollaban estos acontecimientos históricos. En el Medievo no viajaba nadie, era peligroso y no había costumbre, viajaban los peregrinos y los mercaderes y creí que el vino me permitiría recrear su historia y poner un personaje que pudiera moverse por los distintos escenarios.

A pesar del volumen de páginas de que consta la novela, Falcones reconoce que siempre olvida o debe dejar de incluir detalles o datos que le gustaría pero  por el bien del lector, al que no hay que darle más información de la que necesita para disfrutar de la obra.

L.P: En esta historia, Hugo tiene muchos frentes abiertos, resulta difícil hacer todo ese encaje de bolillos para que todo fluya.

I.F: Claro, siempre hay algún detalle que se te escapa y todo tiene que ir planificado de antemano, sobre todo el desarrollo de los tiempos.

L.P: Habla usted de las cofradías, toda una fuente de inspiración, teniendo en cuenta todo el entramado que hay en torno a ellas. Pero a la hora de buscar información  eso también puede llegar a desesperar debido a la gran cantidad de documentos sobre los que mirar.

I.F: Sí, hay un momento en que uno debe tomar la decisión de no leer más porque sino cada libro puede multiplicarse por ochocientos. Hay que filtrar  ya que encuentras muchas referencias a otros libros y notas a pie de página. Debo de parar en algún momento o por el contrario, aún seguiría escribiendo esta novela.



Un Ildefonso Falcones que reconoce sentirse bien dentro del género de la novela histórica  y confiesa que uno de sus primeros escritos fue una novela contemporánea que no le quiso publicar nadie. Le gusta documentarse y manejarse dentro de todas las posibilidades que le ofrece el género histórico. “La editorial me pide que escriba novela histórica y a mí me gusta hacerlo”

L.P: Siglos XIV, XV y XVIII son los siglos en los que se desarrollan sus novelas. En alguno de ellos se siente más cómodo o le atrae más.

I.F: Todos son atractivos, quizás la época medieval es la más atractiva porque es algo mágica, del Renacimiento tenemos más datos y conocemos más. He disfrutado  con todas porque en todas encuentro cosas interesantes que pueden gustar al lector.

L.P: Pues muchas gracias, no le robamos más tiempo que sabemos que tiene usted una firma en una hora.


I.F: Muchas gracias a vosotros, ha sido una entrevista muy amena y he disfrutado mucho.



11 comentarios:

  1. Muchas gracias por la entrevista, estoy deseando conocer tu opinión sobre la novela. Besos

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  2. Muchas gracias por la entrevista, Fesaro. Aunque no creo que me anime con el libro, disfruto igualmente de las cosas que los autores comparten con nosotros :-)
    Besos

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  3. Gracias por la entrevista. A mi la novela no me acabo de convencer. Un beso ;)

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  4. Gracias por la entrevista, el libro lo tengo pendiente en la estantería
    Besos

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  5. Una gran entrevista! Un libro que caerá tarde o temprano.
    Besotes!!!

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  6. Qué suerte haber acudido a este encuentro.

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  7. Gracias por la entrevista. Yo con este libro por ahora no me animo, que tengo mucho pendiente y por lo que parece hay que leerlo con mucha tranquilidad. Besinos.

    Besinos.

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  8. Gracias por compartir estos encuentros Fernando. A mi la historia se me hizo un poco cuesta arriba hasta el último tercio de la novela.
    Besos

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