Tierra de nadie. Fernando Gamboa

Gusta leer novelas que te transporten a lugares y vivas aventuras con sus personajes y si de paso aprendes cosas interesantes mucho mejor. Esta es una de esas novelas.

Título: Tierra de nadie.

Autor: Fernando Gamboa

Editorial: Autopublicado.

Año: 2015.

Genero: Novela histórica de ficción.

Páginas: 206 páginas según formato digital.

ASIN: B00W45HF8E

Precio: 2,99 euros
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Sinopsis:

TIERRA DE NADIE transcurre a finales de agosto de 1937 en los días previos a la famosa Batalla de Belchite, pero en absoluto se trata de una novela de guerra, sino de una trepidante aventura protagonizada por Alex Riley y Joaquín Alcántara, quienes sin pretenderlo se verán envueltos en una temeraria misión de rescate bajo las mismas narices del ejército de Franco. 

El episodio que narro en este libro aconteció unos años antes de los hechos que escribí en la novela Capitán Riley, y es una de esas historias que se suelen narrar ante los rescoldos de una chimenea o al final de una larga velada, mientras se sostiene una copa en la mano con la mirada perdida en algún punto indefinido de la memoria. 
Podría decirse que el relato de TIERRA DE NADIE es una novela breve, o quizá un relato largo (180 páginas, juzguen ustedes), que no requiere haber leído previamente Capitán Riley para disfrutarlo. Una historia llena de acción, humor y unas gotas de amor, de la que quizá le cueste separarse en la noche para ir a dormir. 

En fin, amigo lector, con esto creo que ya he dicho todo lo que tenía que decir. Espero que disfrute de la aventura y que esta solo sea una más, de las muchas correrías que aún hemos de vivir juntos a partir de ahora.



Autor: 

Fernando Gamboa González (Barcelona 1970) podría decirse de él que su principal profesión a parte de  de escribir es la de aventurero. Desde muy joven viajo por África, Asia y Latinoamerica, vivió en varios países; llevando a cabo trabajos tan dispares como submarinista, profesor de español, empresario, jugador de póker o guía de aventura, por lo que experiencias que contar tiene y viendo como se prodiga en sus obras no tiene miedo a usar su conocimientos en su caminar por el mundo para usarlo en sus novelas. En el año 2007 publicó su primera novela  "La última cripta". Un relato de aventuras en el que plantea un descubrimiento de América previo al de Cristóbal Colón, por parte de los templarios, y del que ya se han vendido más de 150.000 copias en todo el mundo. Posteriormente, en 2008 publicó la inquietante"Guinea", una trepidante y polémica novela, inspirada en la experiencia del autor en Guinea Ecuatorial. Más tarde, basándose en la historia real de una pequeña niña colombiana, escribió "La historia de Luz", un emotivo relato inspirado en el realismo mágico. A continuación publicó "Ciudad Negra", la esperada continuación de la exitosa "La última cripta", de la mano de Ediciones B. Actualmente se encuentra escribiendo la continuación de "Capitan Riley" una historia que fue una de la más leídas en Amazon en el año 2014.

Impresiones:

“Tierra de nadie” es la tercera novela que leo del escritor Fernando Gamboa y con semejante recorrido debo confesar que a estas alturas leer un libro de Gamboa es garantía de pasar un buen rato, evadirse a lugares lejanos y disfrutar de acción y aventuras sin respiro.

En el año 2014 “Capitán Riley” fue la novela más vendida en Amazon  España y la mejor valorada por los lectores. Con ella iniciaba una saga cuyo protagonista es un aventurero con un pasado lleno de peripecias y anécdotas que necesitaría una vida extra para contar, un hombre al que su creador no le gusta que se le califique de héroe, ni cree que al propio Riley le gustase ese adjetivo pero que para mi reúne todas las características que todo personaje principal de una novela de aventuras debe reunir y no puedo negar que su personalidad me ganó desde sus primeras páginas. En esta ocasión Gamboa se encuentra preparando la segunda entrega de Capitán Riley, pero mientras sus seguidores esperan impacientes ha decidido mitigar nuestras ganas con un relato largo o una novela corta, en la que nos narra las andanzas de Riley en España formando parte de las brigadas internacionales en las filas del Batallón Lincoln. Con este relato, el escritor nos arroja luz sobre algunas referencias que hizo sobre ciertos pasajes del protagonista en su anterior novela.

Corre el año 1937 y España está en plena Guerra Civil, las tropas republicanas se encuentran en plena ofensiva contra Zaragoza y en su camino deben tomar un pueblo considerado de interés estratégico. Rodeado Belchite, por las tropas a la espera de la gran ofensiva Alex Riley su inseparable amigo el Sargento Jack Alcántara, serán enviados a una misión de reconocimiento al propio pueblo. Lo que en un principio era una misión peligrosa se complica de tal manera que la pareja de militares tendrá que agudizar toda su imaginación para  salir bien parados de todos los líos en los que se van metiendo, con el enemigo frente a ellos y sus oficiales a retaguardia la trama asegura entretenimiento y algo muy importante, intentar adivinar cómo se resolverá todo satisfactoriamente viendo el cariz que en un punto de la lectura toma todo.

Conocer la historia es una buena manera de intentar no repetirla, al menos en sus episodios más oscuros, por eso cuando tengo la oportunidad de leer algo sobre la Guerra Civil no lo dudo y me lanzó a ello, y tengo que decir que el resultado hasta el momento ha sido más que satisfactorio por la de datos de interés y pequeñas historias anónimas que he conocido. En este  relato Fernando Gamboa nos habla de pasada de la situación en la que se encontraba Belchite y al final de dicho relato nos dejará datos más concretos y de gran valor de circunstancias que depararon aquella batalla y que nos hará comprender mucho mejor la historia.

Belchite

Hablar sobre la Guerra Civil nunca es fácil por las heridas abiertas y que puede llegar a ser motivo de intercambio de declaraciones y opiniones  por eso me gusta la manera con la que el autor afronta su relato desde un punto de vista neutral y dejando las opiniones y los puntos de vista en sus simples ideas sobre la guerra a través de sus personajes. Con un concepto de que ninguna guerra es buena, lo que prima en la novela es la acción y que todo perdedor de la guerra es la gente que la sufre.

Con un lenguaje que destaca por su narración simple, lo importante en la pluma del autor es la gran cantidad de detalles sobre lo que él despliega en el escenario y que nos da muestras de su labor de documentación y su conocimiento sobre lo que escribe. Es la acción y la personalidad de sus personajes lo realmente importante en su narración, lo que ocurre es que Fernando sabe aportar datos históricos los suficientemente atrayentes para el lector como para meternos más en la historia. En cierto modo, su escritura nos traslada a los lugares donde ocurren sus aventuras y eso es de agradecer.

En cuanto a sus personajes, son dos los protagonistas absolutos, Riley y Alcántara, dos amigos con muchos calendarios juntos a su espalda y que entre momentos serios y bromas su relación nos ganará, tanto en su manera de actuar como en la de pensar forman una pareja cuya simbiosis le dan mucha vida a la narración y eso es merito a todas luces del autor. El resto de personajes son muy secundarios y salvo los cameos  de personalidades famosas que existieron en la vida real y cuya aportación es gratificante para el lector, el resto son personajes que solo sirven para ayudar a que nuestros protagonistas brillen más dentro de la narración. (Especial atención a los comisarios políticos).

Sin lugar a dudas una novela que durará en manos del lector amante de las aventuras y de las curiosidades históricas un suspiro y como es un relato independiente no es una mala forma de conocer al escritor y evaluar si merece repetir con él. Para mí fue un gran descubrimiento  y yo me he enrolado en su barco de escritura.

Os dejó una cita de una de los personajes del libro que resumen un poco la sensación que Fernando Gamboa me trasmite con sus libros.

Martha Gellhorn (corresponsal en numerosos conflictos bélicos en el siglo pasado) su lema vital era “Ir a otro país, otro cielo, otro idioma, otro escenario”.