Entrevista a Santiago Isla. Los juegos florales.


Hace unos días reseñaba el libro de Santiago Isla, Los juegos florales. Tengo que reconocer que me lo pasé muy bien con la novela, tanto como para animaros a leerla (Podéis leer la reseña aquí). El libro es bueno, esta bien escrito y deja al lector con una historia que da pie a la reflexión y de la que se pueden sacar varias lecturas.



Libros en el petate:  Santiago, Los juegos florales es una novela con la que he disfrutado mucho y que en varios momentos de su lectura me ha hecho reflexionar. ¿Se puede decir qué esta obra está más cerca de la realidad que de la ficción si nos fijamos en la trama que tiene?


Santiago Isla: Es una obra de ficción, lo que pasa es que obviamente esta inspirada en una serie de escenarios y de personas que luego han dado lugar a personajes que yo he visto en la vida real. Uno no puede o no debería escribir sobre lo que no conoce y en este caso hay varios mundos aquí y varias formas de ser o aptitudes ante muchas cosas que yo si he conocido previamente. Pero es una ficción.


L.P: Ignacio, el protagonista lo deja todo para vivir el sueño de ser escritor, pero en un principio no lo consigue. ¿Se puede vivir de ser escritor?


S.I:  Es muy difícil y honestamente creo que las personas que viven exclusivamente de la literatura en España se cuentan con los dedos de una mano. Dicho esto, el problema de Ignacio Benavides es que cuando persigues algo, sobre todo en una disciplina en la que triunfas o fracasas y no hay término medio y el número de fracasados es mucho más numeroso que los que triunfan, tienes que saber que el camino es largo, que hay muchas piedras, muchos sinsabores y que  hay que tener una gran tolerancia a la frustración e Ignacio Benavides no tiene tolerancia a la frustración y él piensa que lo esta dejando todo por un sueño, pero en realidad a la mínima que las cosas se le tuercen un poco ya se desespera, se agobia y tiene esa ansiedad por todo que no conduce a ningún lado nunca. Con esto hay un cierto retrato generacional de intolerancia a la frustración. Creer que eres merecedor de muchas cosas y que aspiras a cosas muy grande, pero no ser capaz de recorrer el camino que muchas veces no es agradable para llegar a ellas.


L.P: La trama de esta novela gira en torno a una novela titulada Darse cuenta que resurge del olvido que sufren muchas obras y que tiene una nueva vida en la oportunidad de ser llevada a la pantalla. ¿Cómo surge esta original historia, de un deseo oculto del autor, de alguna experiencia personal o de alguna otra circunstancia?


S.I: No creo que sea por una vivencia mía. Yo he tenido la experiencia de escribir una primera novela porque esta es  la segunda y entonces si que me puedo sentir identificado con algunas de las cosas que le suceden a Ignacio en este sentido.  Lo que quería ilustrar con esto, es a una persona que tiene mucha tendencia a la desesperación y a la frustración. Una persona cuyo mundo se hunde con un fracaso sentimental y literario, que se ha olvidado de sus sueños y que de la noche a la mañana le surge una oportunidad con la que le llenan la cabeza de pájaros.  ¿Cómo lo gestiona mentalmente? En este caso es imposible, no es capaz de enfrentarse a eso cuando tampoco es tan grave ni nada de lo que le ha pasado antes es tan grave, pero no es capaz de afrontarlo.


L.P: Hablamos de personajes y comenzamos por Ignacio Benavides. Como creador del personaje, con tus palabras descríbenos a este muchacho.


S.I: Como te decía anteriormente es un personaje con muy poca tolerancia a la frustración y que tiene ese concepto generacional de merecerlo todo. Luego lleva muy mal  que las cosas no salgan como uno piensa. Por otro lado, a raíz de eso, la gente que ha sido menos ambiciosa que él , pero que ha llevado una vida ordenada, que se ha esforzado, que ha ido cumpliendo con las cosas que se le han ido poniendo por delante como puede ser su padre o su madre, el tiende a despreciarlos porque tiene ese orgullo un poco absurdo de no haber conseguido nada, pero cree ser merecedor de todo lo que anhelaba y de ahí que los mire por encima del hombro. Por otro lado, te diría que a posteriori, reflexionando he visto que es un tipo egoísta, nada generoso con los demás, piensa mucho en sí mismo, en su futuro y en las coas que van a pasar y luego cuando la gente le tiende la mano o intenta ayudarlo de alguna forma huye de eso porque no le gusta.


L.P: En el fondo tiene suerte porque tanto su compañera, como sus padres, sus amigos de Mazarrón al final terminan perdonándole sus barreras y las distancia que él pone entre ellos y siempre están ahí para él.


S.I: Efectivamente tiene suerte. Para mi desde el punto de vista del escritor, el ejemplo perfecto de todo esto es su compañera Uxia, la gallega, que es de los pocos personajes del libro que es generosa y por eso le cogí cariño y de alguna forma sentía la necesidad de darle una recompensa en el libro. Por eso el libro acaba como acaba. No quiero ser moralista y detesto los libros con moralina y con enseñanzas, pero me parece de cierta justicia que la gente que sea buena y que se han portado bien con los demás, luego le sucedan cosas buenas.


L.P: Otro personaje muy potente en el libro es Julio Gasset ¿Qué representa Julio Gasset en este libro?


S.I: Pues un poco la frivolidad.  Por su posición y por tener una vida desahogada no necesita trabajar porque tiene mucho dinero y entonces él no hace las cosas, sino que juega a hacer las cosas. Es un choque entre dos mundos en el sentido de que  Gasset le promete un millón de cosas a Ignacio Benavides y le llena la cabeza de pájaros y entonces a este le va la vida en cada cosas que hace incluso de una manera absurda, para él cualquier pequeño contratiempo es un mundo  porque se lo toma todo muy a pecho y le afecta muchísimo y sin embargo a Julio Gasset es todo lo contrario, todo le da igual porque si hubiera algún error o algún fallo el tiene una serie de redes debajo que le permiten poder caerse todas las veces que quiera.


L.P: Tu novela tiene muchos más personajes y aunque todos son segundarios tiene mucha fuerza. El eje principal se centra en un tridente compuesto por Ignacio Benavides, Julio Gasset y Claudia Lanza quien esta última es mi favorita. ¿Tiene Santiago Isla un favorito de ese tridente?


S.I: Aunque me gustan los tres yo me sigo quedando como personaje favorito con Uxia aunque no tenga un papel relevante. Escribir desde la cabeza de Ignacio es un poco agobiante porque es meterte en la mente de alguien muy ansioso y que se desespera muy rápido. Julio Gasset a veces da un poco de pudor porque alguien que es tan caradura y tan falto de moral puede llegar a hacerte sentir mal. Con respecto a Claudia Lanza, es un personaje algo sinuoso porque nunca sabes del todo que esta pensando y qué pretende con las cosas que hace resultando ser un personaje que juega un poco con las cosas que hace. Tiene un halo de misterio, pero detrás de ese misterio no tiene que haber precisamente algo asombroso.


L.P: A mi me gusta Claudia Lanza porque haga lo que haga parece que no tiene ningún tipo de remordimiento y que esta contenta con todo lo que hace.


S.I: Es una forma de enfocar la vida cuando tus actos no tiene necesariamente que tener consecuencias.  No tiene remordimientos porque muchas veces no le va a pasar nada.


L.P: En tu libro aparece Santiago Isla realizando un pequeño cameo con el que yo en el buen sentido me he divertido mucho. ¿Cómo te dio por ello?


S.I: Por diversión. Escribir un libro es una tarea muy solitaria, de aislarte, de concentrarte, de tener bloqueos y donde se invierten muchas horas. Son en todos esos momentos que un pasa por lo que decido alguna vez deslizarme dentro de mi propio libro como una broma para reírme de mi mismo e interactuar con mis personajes.


L.P: Julio Gasset tiene al comienzo del libro un discurso donde habla de esa segunda obra de los escritores. Comenta que la primera es todo frescura y originalidad y esa segunda es como un compromiso con los lectores para agradar y ofrecerles a los lectores lo que buscan. Esto me hizo pensar en ti puesto que esta es tu segunda obra y me dio por pensar si habrías tenido esa preocupación.


S.I: No, de hecho, yo no estoy de acuerdo con lo que dice Julio Gasset en la novela. Es verdad que la primera vez que escribes algo como no tienes con que compararlo la experiencia es novedosa, pero creo que en el caso del arte y en concreto de la escritura al final escribir son tablas. Puedes tener un talento, pero si no lo ejercitas no vas a ningún lado. En mi caso modestamente pienso que este segundo libro es más libro que el primero porque ya se lo que es escribir un libro. Me he enfrentado a esta segunda experiencia con más herramientas de lo que lo hice en la primera.


L.P: En tu libro uno de los temas principales de los que se habla es del fracaso y en un momento y leo textual se dice: “Su juventud era un fracaso mayúsculo” ¿Te da la sensación de que esta idea es una tónica generalizada en esta sociedad?


S.I: No debería serlo. El fracaso muchas veces de pende de las metas que te pongas. Si tienes aspiraciones modestas es más fácil que no fracases y de que las alcances. Todo esto en un nivel más generacional creo que los jóvenes y hablo de mi generación y luego cualquiera que me desautorice, tenemos de alguna forma el deber de ser optimistas y de no caer en la sensación de frustración y fracaso porque la vida te va llevando por mil sitios que hará que te desencantes con unas cosas y otras que no serán como creías y ahí con el paso de los años puedes llegar a tener una posición más cínica, pero en la juventud hay un deber al menos para mí de ser optimistas.


L.P: Tiene relación esta pregunta con algo que también aparece al menos un par de veces en tu novela y es la idea de ese último tren, de coger ese último tren que pasa por la estación de tu vida. ¿crees en la idea del último tren o piensas que hay más de uno?


S.I: En mi libro esa idea es referente al último tren hacía el futuro. Yo en general soy optimista y creo que siempre hay un último tren hacía el futuro y de que no esta todo perdido.





L.P: Algo que me gusta mucho de tu novela es que es un libro lleno de detalles y esos detalles te convierten en un espectador en primera línea en la cual es fácil situarse dentro del escenario a través de las palabras que relatas. ¿En la vida real eres tan observador como en tus novelas?


S.I: A mi me gusta la literatura que no te dice directamente las cosas. No me gusta que las cosas sean tan frontales ni tan explicitas y por eso me gusta contarlas a través de otros. A través de sus marcas, de lo que comen o de los sitios que visitan es una forma muy contemporánea de ilustrar como son esas personas.


L.P: La novela se titula Los juegos florales. ¿Puedes explicármelo?


S.I: En otros tiempos solían ser esas competiciones literarias de poesía que se convocaban sobre todo sobre los años veinte.  Con esto yo quería reflejar un poco esas aspiraciones literarias de Ignacio Benavides y aunque no es un concurso, hay una intención de llegar a una meta y de ser el ganador, aunque son unos juegos florales que quedan desierto, donde no hay ningún ganador. Era una manera de ilustrar de alguna manera ese concepto de competición.


L.P: En tu libro se habla de fracaso, pero también hay una palabra que no es tan explicita pero que si aparece y que es la frustración.


S.I: Cada uno tiene su propia frustración, pero la de cada uno pesa de una forma diferente. Los problemas derivados de no cumplir sus metas son muchos mayores en unos que en otros.


L.P: Quería preguntarte sin desvelar nada. Metiéndome en la piel de cada personaje llegué a preocuparme por el final que tuvieran al finalizar el libro. ¿Tenías la idea global, pero los finales de todos los tenías tan claro?


S.I: No. Yo cuando empecé a escribir la novela no sabía como iba a acabar.  Yo tenía en la cabeza una relación de personajes, lo que podía ocurrir entre ellos, un par de temas que quería tratar y algunos escenarios.  De lo que empiezo a escribir a como termina hay bastante distancia y hay muchas cosas que voy descubriendo a lo largo del camino. En mi caso y aunque siempre soy muy consciente de la estructura, de lo que estoy haciendo y de que tenga coherencia me dejo llevar. La historia acaba así porque me pareció que tenía sentido de esa forma y porque también reflejaba una serie de cosas que había pasado a lo largo del libro, pero cuando comencé a escribir el libro.


L.P: Pues me alegro de haber sido espectador en primera fila de tu novela y de que hayas descubierto un mudo del que intuía cosas, pero del que me ha gustado saber mucho más.


S.I: Pues muchas gracias por la entrevista y por tus opiniones sobre ella.


L.P: Gracias a ti Santiago.  



Podéis escuchar la entrevista integra en Youtube en este enlace 



 

 

 

2 comentarios:

  1. Ya vi la entrevista por youtube y si ya tu reseña me dejó con ganas de leer el libro, conocer al autor me deja con muchas más.
    Besotes!!!

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  2. ¡Hola!

    Me ha gustado mucho la entrevista y ya que fui a leer tu reseña debo admitir que me llamó bastante el libro. No lo he visto en librerías acá en Mx, pero estaré pendiente.

    PD: no conocía tu blog, pero ¡ya tienes nuevo seguidor!

    ¡Nos leemos!

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