Entrevista a Benito Olmo. El gran rojo.

 Siempre es un placer leer una novela de Benito Olmo, pero hablar con él de cualquier  tema es una verdadera suerte porque frente a nosotros encontramos a un tipo que argumenta su discurso de forma magistral, que no tiene pelos en la lengua y que si tiene que alabar a alguien te explica los motivos y si tiene que dar palos no se va a esconder.


Nos sentamos con el autor gaditano para hablar de El gran rojo, su última novela que se desarrolla en Frankfurt y donde acompañaremos a Mascarell, un detective sin suerte y Ayla, una joven de dieciséis años que intentará averiguar que se esconde tras la muerte de su hermano.


Una novela negra con todos los ingredientes del género y que demuestra que Benito es un purista que destila en sus obras novela negra pura y dura denotando que con cada nueva obra su calidad y su categoría como escritor crece. 



Libros en el petate: Te veo en Frankfurt y no puedo evitar recordar aquella chirigota de Juan Carlos Aragón que decía “Hamburgo es Cádiz con más malaje y Cádiz es Hamburgo con más paraos”. Tienes que explicarme que haces en Frankfurt.


Benito Olmo: Hace dos años y medio fui una semana a Frankfurt de viaje y al conocerla me gustó. Me gustó no porque fuera bonita porque de hecho no lo es, pero me pareció muy peculiar y un sitio formidable para escribir una novela negra. Frankfurt tiene un barrio rojo en el que acabé de forma accidental mientras miraba y visitaba la zona de rascacielos y de rebote terminé en ese barrio rojo miserable donde además están las narco salas, unos lugares que el estado pone para que los toxicómanos vayan a meterse su dosis con unas medidas mínimas de seguridad y personal especializado que puedan ayudarle en caso de sobredosis.


Podías ver allí prostitución, drogas, traficantes, gente muy variopinta que convivía con gente con coches de alta gama, tipos trajeados que ganan miles de euros al día y me pareció un contraste brutal que hacía de toda esa mescolanza un caldo de cultivo formidable para escribir  una novela negra genial. Así que un año más tarde mi chica y yo la oportunidad de mudarnos a Alemania y las primeras líneas de El gran rojo las escribí cuando aterricé en Frankfurt.


L.P: El trabajo de campo ha tenido que ser interesante porque hasta ahora habías escrito novelas que se desarrollaban en ciudades que ya conocías. Esto para ti era completamente nuevo.


B.O: Ha sido un trabajo muy intenso y sobre todo muy enriquecedor. Te en cuenta que al empezar de cero en un país y una ciudad que no conocía, con un idioma que no hablo y ha sido muy duro, por eso escribir una novela ha sido una manera de adaptarme, de llevármelo a mí terreno. Yo he descubierto Frankfurt con ojos de escritor porque cada día iba paseando por sus calles e iba viendo donde iba a recrear una escena o veía a gente que me gustaba para que fueran un personaje. He descubierto la ciudad escribiéndola y se puede decir que me he tomado la escritura como un mecanismo de defensa.


L.P: Escuchándote todo esto me da por preguntarte si podría ser esta tu novela más difícil.


B.O: Yo creo que sí. No sé si la más difícil, pero creo que si es la más completa, la novela que me he currado más y que he escrito de forma más intuitiva. He ido escribiendo la historia a salto de caballo, según como iban viendo la ciudad, así la iba describiendo y además las historias tanto de Mascarell como de Ayla, los dos protagonistas, las he escrito por separado y ellas solas se han ido acercando de forma natural para terminar cruzándose sin yo saber que esto iba a ocurrir.


L.P: Te ha costado mucho trabajo meterte en la piel de los alemanes y de su forma de ser.


B.O: Hay mucho inmigrante en la novela precisamente porque Frankfurt es muy cosmopolita. Frankfurt cuentan que es la ciudad menos alemana de Alemania porque está llena de descendientes de inmigrantes. En la novela hay alemanes pero son los menos porque  lo que yo veo en el día a día es que quien me vende el pan es turco, el que me atiende en el supermercado es húngaro, en mi clase de alemán tengo polacos, una chica de corea. Esa es la realidad, hay mucha gente de fuera. Desde el primer momento tenía claro que la trama de El gran rojo tenía que ser llevada en volandas por inmigrantes.


L.P: ¿Cómo es ser infiel a Bianquetti?


B.O: Pues no me ha costado nada. Tal vez como venía de escribir dos novelas seguidas de Bianquetti que me habían dejado agotado y por eso tenía esa necesidad de descansar del personaje. Aun así me pudo y empecé a escribir la tercera de Bianquetti y la tengo toda planificada y en el coco además de en varios cuadernos lista para cuando llegue su momento. Al irme a Frankfurt, a una ciudad diferente, una vida nueva, lo que me pedía el cuerpo era trabajar con un personaje distinto, una saga nueva y ver donde me llevaba. En todo esto ha influenciado todos esos lectores que me preguntaban por Bianquetti y no lo hacía por la nueva novela de Benito Olmo. Estoy muy satisfecho con el resultado final e incluso hay mucha gente que me dice que creen que es la mejor novela que han leído mía.  


L.P: ¿Y ha venido Mascarell para quedarse?


B.O: Yo creo que sí. Ayla empezó siendo un personaje que iba a tener poca relevancia pero poco a poco fue cogiendo mucha importancia y creo que ambos tienen mucho que contar y muchos recovecos oscuros que hay que descubrir.


L.P: El gran rojo es una novela negra con todas sus letras, con unos personajes atractivos que soportan la historia bastante bien y que hacen que gran parte del éxito de esta novela sea gracias a ellos. En este caso, ¿qué te ha sido más difícil crear una nueva historia y romper con un personaje como Bianquetti o crear los personajes nuevos?.


B.O: Para mí ha sido liberador y no he tenido ningún problema porque ten en cuenta que con esta novela se me abría todo un mundo lleno de posibilidades, Desde crear escenarios nuevos a darle las características que quisiera a mis personajes y ponerlos en situaciones nuevas.


Los personajes nuevos me he encontrado muy cómodo con ellos por lo que en esta ocasión puede que me haya costado más trabajo la historia. Mascarell quiero pensar que es un personaje muy de los míos, muy canónico, muy de  novela negra. El detective derrotado que recala en Frankfurt por una serie de circunstancias desafortunadas y sigue allí contra viento y marea a pesar de que esa ciudad no le gusta nada y que piensa que a Frankfurt tampoco le gusta a él. Ayla es una superviviente que lo tiene todo en contra. Una adolescente de dieciséis años con las peculiaridades que todos sabemos que a esa edad se tiene y que está obligada a sobrevivir en un mundo eminentemente masculinos como es el del trapicheo y la droga y que necesita sobrevivir y hacerse respetar por sus homónimos masculinos. Lleva su casa, cuida a su padre enfermo de Alzheimer y encima  se propone la verdad de la muerte de su hermano y todo eso la convierte para mí en un personaje con el que yo me siento muy muy identificado.


L.P: Hablamos de Ayla, el protagonista femenino de esta novela que como bien dices es una adolescente que es una auténtica buscavidas preocupada en descubrir que hay detrás de la muerte de su hermano. No estamos acostumbrados a ver menores en la novela negra y de hecho puede que Ayla sea tu primer personaje adolescente que aparece con cierto protagonismo en tus libros. ¿Cómo ha sido esa experiencia, te ha rejuvenecido meterte en la piel de un adolescente?


B.O: No me ha rejuvenecido porque Ayla es solo una adolescente por la edad porque realmente tiene mucho recorrido vivido en la vida. Dicen que las novelas juveniles son novelas de adultos con menos tacos y yo me lo tomo al pie de la letra yo creo que las novelas son para todos los públicos dependiendo de la madurez que tenga el público. No me ha rejuvenecido y te digo más, creo que me ha quitado años de vida porque escribir sobre Ayla es bastante doloroso.


L.P: Me preguntabas qué me había parecido la novela y tengo que decirte que te ha salido una novela llena de detalles, algo que particularmente me ha gustado porque no da puntada sin hilo. Por ello quería preguntarte, ya que yo he estado pendiente de todos esos detalles y guiños que aparecen en la novela ¿Te obsesionan esos detalles?


B.O: Me obsesiono mucho con los detalles y cuando escribo voy dejando muchas pistas que me sirven en el futuro. Nuestra mente es muy hija de puta y juega mucho con eso, se encarga de ir dejando pequeñas minas para que las pisemos o no y ya depende de nosotros saber dónde están colocadas. Me obsesionan mucho los detalles e intento que estén ahí por algo.


L.P: Otro piropo para echar a la novela y que me ha gustado mucho es que la novela y a sus personajes los vas descubriendo con cada capítulo. Vas contando con cuentagotas la trama y los detalles de los personajes facilitando al lector con cada capítulo sorpresas nuevas. Hablabas de que ya tienes planificada la tercera entrega de Bianquetti, El gran rojo también la tenías planificada o se te ha revelado por tus circunstancias.


B.O: El gran rojo la he escrito de una forma muy intuitiva. Ha sido la primera vez que he escrito sin tener un esquema hecho muy detallado. Tenía un pequeño esqueleto muy débil y a partir de ahí me iba moviendo, pero ha sido un proceso que ha ido formándose a raíz de lo que me pedía el cuerpo y de hecho la gente podrá ver que en ocasiones hay giros que no se saben muy bien de donde vienen. Ha sido una escritura bastante errática y que me ha obligado a exprimirme el coco y a ponerme a prueba en cada capítulo.


L.P: Antes me has descrito a Ayla, el personaje femenino. Ahora yo te pido que como autor me cuentes como es Mascarell.


B.O: Mascarell es un perdedor. Un tipo que siempre se levanta con el pie izquierdo, sobre todo porque le falta el pie derecho que perdió en un desafortunado accidente. Ese accidente y la forma en que recaló en Frankfurt lastran su forma de ser. El intenta ser un buen detective privado porque no puede ser policía y esa es una más de las frustraciones que tiene en su interior. Un personaje con un humor muy negro que no se calla ni una y por eso también se lleva tantos cosquis. Para mí ha sido muy divertido poner a Mascarell sobre el tablero y darle vida.


L.P: Me gustan tus creaciones porque creo que te han salido muy humanos, muy reales con los que el lector rápidamente empatizan. Personaje muy sensibles pero que desafortunadamente viven en un mundo cruel, muy oscuro.


B.O: Son personajes que viven en un mundo muy oscuro pero que ellos se esfuerzan en dejar su granito de arena. Saben que no pueden arreglar el mundo, pero si pueden ayudar a que ese mundo de oscuridad tenga una pincelada de luz van a hacer todo lo posible porque  exista esa luz.


L.P: El gran rojo que da título a la novela existe en realidad


B.O: Creo que existe. Si bien no con ese nombre con alguno parecido. Sé que se escuchan cosas de que todo lo maneja la misma persona, tanto el barrio rojo como las narco salas o los grandes cargamentos de droga que recalan en Frankfurt o los ajuste de cuentas tienen que ver con una única organización de guante blanco que son las verdaderamente importantes porque cualquier organización criminal que no tenga un entramado financiero detrás no tiene mucha esperanza de vida. Entonces por lo que oigo, por lo que he hablado con gente creo que existe algo parecido a ese gran rojo que aparece en mi novela.


L.P: Benito pues nuevamente ha sido un placer charlar contigo y volver a leer una novela tuya que te puedo asegurar no me ha defraudado.


B.O: Gracias a ti. 



Un Fargo a la española ambientado en Frankfurt

Mascarell es el tipo al que recurres cuando no te queda otra salida. Acostumbrado a moverse por el barrio rojo, las narcosalas y algunos de los tugurios más apestosos de Frankfurt, su fama de resolutivo le ha proporcionado una sólida reputación como detective de casos perdidos. Sin embargo, un mal día se verá obligado a hacer frente a un encargo más extraño de lo habitual y demasiado bien remunerado para ser legal.

Su camino se cruzará con el de Ayla, una adolescente empeñada en averiguar la verdad tras la muerte de su hermano y en esclarecer los turbios asuntos en los que se vio envuelto antes de morir.

La investigación los llevará a rondar algunos de los lugares menos recomendables de la ciudad y los colocará en el punto de mira del Gran Rojo, la organización que habita a la sombra de los rascacielos y que no tiene piedad con quien se inmiscuye en sus negocios.


Si quieres escuchar la entrevista puedes hacerlo pinchando en el vídeo de youtube y aprovecha para suscribirte a mi canal si aún no lo has hecho.




3 comentarios:

  1. Siempre es un placer leer tus entrevistas y, esta vez, placer doble porque Benito Olmo es un autor que crece en cada novela que escribe. El Gran Rojo es un paso adelante y una especie de puñetazo en la mesa. Enhorabuena, Fernando, por la entrevista y tus preguntas.

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  2. Qué grande es Benito. Estupenda entrevista.

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  3. Una grandísima entrevista. Y una gran novela. Y yo creo que sí, que aunque eche de menos a Bianquetti, ésta es su mejor novela.
    Besotes!!!

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