El espía. Jorge Díaz

 

El espía, la nueva novela de Jorge Díaz, nos sumerge sin contemplaciones en los rincones más oscuros de la historia europea del siglo XX. En Mojácar, 1952, un hombre aterrado huye de unos jóvenes con perros adiestrados para matar. Su cuerpo aparece brutalmente mutilado en la playa, con un número en la muñeca: 12425. Ese arranque demoledor marca el tono de una historia que no da tregua desde la primera página.


La muerte del hombre nos arroja de lleno en una investigación del cabo Javier Bermejo, un joven de la Guardia Civil destinado a Mojácar para un caso que parece irreal. Por un lado, avanzamos en el presente con sus pesquisas: interrogatorios, cartas a su prometida, descubrimientos que chocan con las zonas oscuras de un pueblo que no desea revelar sus secretos. Por otro, viajamos atrás, a episodios de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, donde conocemos al "barón" Von Rolland, un hombre lleno de contradicciones, experto en seducción e inteligencia, judío que sirvió al Tercer Reich, y cuyo misterio se fue desvaneciendo hasta que acabó en Mojácar.


Esa alternancia de presente y pasado no sólo multiplica el suspense, sino que nos permite apreciar la complejidad de un entorno histórico repleto de matices: desde la Barcelona de 1917 hasta la Almería postbélica, pasando por los laberintos del espionaje internacional.


Hay una base sólida de hechos reales: la existencia de Isaac Ezratty (alias Von Rolland), su trabajo para Alemania, las redes de inteligencia, contactos con personajes como el comisario Brabo Portillo o el almirante Canaris, y figuras secundarias como Pilar Millán Astray. El autor mezcla estos elementos con ficción verosímil (la base para submarinos en Mojácar, los interrogatorios británicos, las redes clandestinas) y logra un resultado creíble y adictivo.


No se trata de un libro de historia, pero sí de una novela que rescata la memoria de personajes curiosos (y casi olvidados) dentro de los grandes acontecimientos bélicos. Esa idea, la de rescatar figuras reales que quedaban en los márgenes, es uno de los grandes aciertos: gracias a Díaz, personajes como Canaris o el comisario Brabo adquieren nueva dimensión.


El espía no será un tratado académico, pero su gran virtud es humanizar la historia: rescatar personajes interesantes que de otro modo habrían quedado en la penumbra. Es una novela de espías en el mejor sentido: una trama absorbente, un pasado intrigante, secretos por descubrir, y una ambientación que nos transporta. Y lo mejor: sin caer en artilugios literarios ni argot excesivamente técnico, usando un lenguaje cercano y lleno de ritmo.


Para los lectores que disfrutan con los buenos thrillers históricos, que valoran la mezcla de datos reales con una narrativa adictiva, y que buscan personajes con múltiples facetas, El espía de Jorge Díaz es una lectura recomendable. Un viaje a través del siglo XX, con suspenso, traición y la satisfacción de ver recuperada la memoria de aquellos que quedaron en los márgenes.


Puedes escuchar la entrevista al autor en este video 







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