Presentación La ladrona de huesos. Manel Loureiro.

 

Hay presentaciones a las que uno se alegra de haber tenido la suerte de poder asistir. La de Manel Loureiro el pasado martes en la Cámara de Comercio de Sevilla es una de ellas por dos motivos principales. El primero y principal fue la manera de hablarnos de su libro. Cómo nos embaucó el gallego con sus palabras (y con su voz), da gusto escucharlo y creo, que no hubo persona en el auditorio, que no saliera de allí deseando llegar a casa e hincarle el diente a La ladrona de huesos. La segunda, la propia novela que huele a éxito, a Camino de Santiago, a incienso de botafumeiro, a piedra mojada, a misterio y a sudor frío, ese que le recorre a uno la piel cuando las manecillas del reloj avanzan inexorablemente y de ese tiempo depende la vida de otros. Apunta a éxito una trama de la que todo el mundo está hablando y para bien y que promete embriagarnos con una historia vertiginosa, llena de misterio y que se desarrolla en un marco privilegiado como es Galicia, lo que le da un punto de valor añadido al conjunto.



Presentaba el acto Cristóbal Cervantes, quien se aplicaba en sus preguntas para intentar desentrañar curiosidades y secretos de la novela sin caer en el spoiler. Difícil tarea cuando se quiere hablar de una historia que cuanto menos cuentes sobre ella, más sorprende al leerla. Por este mismo motivo tal vez los tiros se encaminaron a hablar de Laura, la protagonista, con la que a su creador se le llenaba la boca hablando de ella. Confesaba Manel que a él, le gustan los personajes femeninos para los libros porque a nivel irracional e impulsivo, las mujeres tienen una forma de enfrentarse a los problemas que da mucho más juego por el contrario de   como lo hacen los hombres según Loureiro.  


Todo un desafío Para Manel siendo un hombre, ponerse en los zapatos de otro sexo, un trabajo complicado, pero los desafíos siempre son interesantes nos comentaba, y los problemas a resolver, esos que no tienen solución, de repente la tienen desde la visión de una mujer.


Asistimos en directo a todo un acto de confesión, donde el autor reconocía ser un verdadero embaucador, un tramposo porque para provocar las buenas críticas que esta teniendo la novela por parte del público, reconocía haber hecho trampas jugando con las emociones de los lectores, desafiándolos con un thriller que es un acertijo, el cual tiene solución con su lectura, pero cuya trama genera un efecto cascada, con la que cada liberación de información, genera más información y a su vez crea un efecto domino gracias a la planificación sobre la que esta cimentada la novela.


Todo un mago el gallego, quien mostró algunos de sus trucos, pero como siempre, los mejores se los guardó en la manga porque la novela, que ya va por la tercera edición, debe sorprender a muchos lectores aún. Una ladrona de huesos que ha sido el fruto de casi tres años de trabajo, y a la que considera la mejor obra que ha escrito hasta ahora.


¿Pero de donde surgió esta historia? “Como todo, nace de una idea, pero esta idea tiene que transformarse en historia para poder ser contada y para darle forma hay que hacerle preguntas y estas tienen que poder ser respondidas”. Así se llega al libro ante el que nos encontrábamos, una historia que tenía su origen en dos experiencias personales. La primera de cuando era estudiante de derecho en Santiago y usaba la catedral como atajo de camino a la facultad en los días lluviosos. Manel atajaba muy temprano encontrándose en una catedral vacía, en completo silencio y donde en algunas ocasiones fantaseaba con la posibilidad que ante dicha soledad se pudiera producir un robo. La segunda experiencia le llegó tras la pandemia, ante el aluvión de personas que retomaron al camino de Santiago, se dio cuenta de que era el momento de planificar aquel robo que se le pasaba por su cabeza siendo más joven, pero esta vez sobre el papel.


Y así nace Laura nuestra protagonista, espías rusos, los restos del apóstol, el camino de Santiago, un chantaje, los paisajes de Galicia. La historia de un robo, pero tras la cual hay mucho más. Una historia de empoderamiento femenino, donde ese personaje femenino va a descubrir hasta donde es capaz de llegar cuando de sus actos, depende la vida de otros y es chantajeada con ello.


Hemos hablado de Galicia y merecía mención especial porque los escenarios en esta novela son importantísimos porque son el contexto donde va a tener lugar la historia. Una historia que siempre va a depender mucho de donde va a estar sucediendo. “Los escenarios son fundamentales porque, aunque sean silenciosos, van a ser un personaje fundamental en la historia”.


Se terminaba la presentación y tocó el turno del trabajo, de vivir de la escritura donde él reconoció que tal vez fuera uno de esos pocos privilegiados y afortunados que viven de escribir, no considerándolo un trabajo, más bien una pasión. Como estábamos en una tarde mágica, nos desveló la clave del éxito literario, la cual consistía en una pequeña dosis de talento, una considerable dosis de suerte y una enorme cantidad de trabajo. Todo ello bien mezclado y a esperar los resultados. Eso sí, si falta uno de esos tres ingredientes nunca va a funcionar.


Escuchándolo me vino a la mente otro ingrediente, la valentía porque hay que tener en cuenta que Manel Loureiro abandonó la abogacía cuando se dio cuenta que necesitaba un cambio en su vida, que su trabajo le aburría, ya no le apasionaba y ese cambio llegó una noche mientras volvía a ver en la tele La noche de los muertos vivientes. Ahí fue cuando decidió que escribiría una historia donde los muertos camparan a sus anchas por las páginas de una novela y ese fue el germen de uno de los escritores de más éxito del panorama actual español.


Terminó la charla confesando manías gracias a una pregunta lanzada desde el teléfono, de su compañera en la radio Julia Varela. Manel Loureiro no puede dejar de escribir un capítulo o una idea si no termina con un párrafo que acabe con la letra A.


Y hasta aquí una presentación que fue toda una maravillA




 


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