A mediados de Abril volvimos a sentarnos en torno a un café
y de forma presencial con algunos autores. Uno de ellos, con los que he roto esa racha de hablar de libros de forma telemática
es un viejo conocido. César Perez Gellida, uno de los autores superventas de
novela negra en España.
Con La suerte del enano ha vuelto a
Valladolid y a retomar a personajes conocidos de otras entregas anteriores. Un
thriller que a mi particularmente me ha gustado mucho porque soy muy fan de las
historias a museos y bancos y creo que esta novela tiene una trama donde el
robo y todo lo que ocurre a su alrededor y como consecuencia de él está muy
bien tratado y es todo un placer zambullirse entre sus páginas ahora que llegan
días de calor.
Valladolid, 2019. Sara Robles es una inspectora singular. Encargada de resolver un macabro crimen, además tiene que lidiar con sus problemas cotidianos, estrechamente relacionados con la adicción al sexo y con un pasado que no termina de curar. Mientras tanto, El Espantapájaros, una misteriosa cabeza pensante, ha orquestado el robo perfecto junto a un exminero, un pocero y un sicario, y está a punto de llevarlo a cabo a través del alcantarillado de la ciudad.
Lasuertedelenano es una brillante novela con altas dosis de investigación policial, sexo y violencia en la que el lector profundizará en el complejo mundo de los robos de obras de arte y sus extensas ramificaciones que los relacionan con grupos de delincuencia organizada.
Gellidismo extremo en estado puro.
Libros en el petate: Felicidades César. Te ha quedado un
libro muy chulo y una historia que resulta muy cinematográfica donde no faltan
los golpes de humor con un estilo muy reconocible y muy divertido. A pesar de ser una historia cruel, me lo he
pasado en grande con tu novela.
César Pérez Gellida: Ya sabes que está dentro de los
parámetros que yo uso. Trato de dar alivio al lector en determinadas escenas
donde les he metido esos ingredientes negros y así relajar un poco ese
entusiasmo.
L.P: En La suerte del enano vuelves a Valladolid y retomas a
viejos conocidos ¿Por qué esa vuelta a Valladolid?
C.P.G: Tenía ganas, muchas ganas, ya que date cuenta que
desde Sarna no tenía a Valladolid
como escenario principal de mis novelas y era una especie de necesidad. Ya
tenía este proyecto en mente cuando estaba haciendo Todo lo mejor y Todo lo peor,
pero decidí aparcarlo porque sabía que me iba a costar mucho meterme de lleno
en todo lo que era ese Berlín de los años ochenta y todo lo referente a la
Guerra Fría.
L.P: Aunque tenías la idea ya en mente ¿Esta es otra de esas
novelas nacidas a la sombra del confinamiento?
C.P.G: La he hecho durante el confinamiento pero porque me
toco escribirla durante ese tiempo. Ten
en cuenta que los escritores muchas
veces vivimos confinados por voluntad propia. A mí lo que me jodia de todo esto
era después de mucho trabajar no poder salir a tomar unas cañas con los amigos.
Hubiera sucedido exactamente lo mismo sin confinamiento.
L.P: No te ha condicionado nada en el argumento el estado esta
situación.
C.P.G: En absoluto porque además yo he hecho todo lo posible
para obviar la pandemia aun escribiendo del presente. Esta novela discurre a
finales del 2019 y en la siguiente novela que escriba ya habrá pasado todo.
L.P: Rescatas de una novela anterior a Sara Robles y la
conviertes en esta en su protagonista. ¿Por qué la eliges a ella?
C.P.G: Yo ya tenía claro en Sarna con gusto que Sara iba a ser un personaje que más adelante
iba a tener un papel protagónico. En Sarna
con gusto no le tocaba porque ahí ella surge casi como gancho y en aquel momento administra casi toda la
carga emocional del personaje. Me costó tanto desarrollar el papel de Sara Robles
que sabía que algún momento todo ese trabajo lo iba a rescatar. ¿Cuándo? Pues cuando ha surgido la necesidad. Yo tenía
dos ideas claras con esta novela que era crear un robo que para mí supusiera un
reto en lo personal, en cuanto a la investigación y a qué iba a robar, y lo
otro que el papel protagonista iba a ser para Sara Robles. El resto pues va
surgiendo como surge en el resto de mis novelas porque yo no planifico ni
estructuro, ni hago un guion previo sino que parto con una idea y a partir de ahí
voy construyendo y construyendo.
L.P: La suerte del enano es un título que me ha resultado
muy llamativo y que nunca había escuchado esa historia. ¿De dónde sale?
C.P.G: Es un dicho muy común. “La suerte del enano que fue a cagar y se cagó en la mano”. Hay muy poco gente en Valladolid de mi
generación que no sepa ese dicho. Es cierto lo que me estás diciendo y que yo
di por hecho de que todo el mundo lo iba a pillar y al final me ha parecido un
acierto porque es como si hubiera reciclado el significado de ese dicho que
tiene que ver con la concatenación de desgracias. Esto tiene que ver mucho con
el contenido de la novela porque al final a Sara Robles lo que le sucede es una
concatenación desmesurada de desgracias.
L.P: Has comentado de esta novela que es con la que mejor te
lo has pasado. ¿Puede ser también la más divertida?
C.P.G: Hay gente que dice que sí. Yo no tenía esa intención
pero ha salido así porque hay situaciones muy estúpidas. Hay personajes que
usan mucho el sarcasmo y hay distintos tipos de humor. Yo no tengo la
percepción de que sea la más divertida, pero el criterio de los lectores es el
que vale y es el que refleja al final las sensaciones que quedan. Si ellos lo
dicen yo asiento y consiento.
L.P: Yo creo que sí, pero es un humor muy negro.
C.P.G: Carapocha era un personaje que utilizaba mucho ese
tipo de humor, ese sarcasmo que se mueve entre el humor y lo doloso. Yo no
quería repetir la fórmula pero ha salido así. Hay cosas que se controlan y
otras que no.
L.P: De tu novela me gusta que una de las líneas
argumentales que usas es el robo de una obra de arte en un museo. Esa parte me
ha encantado y ha sido muy instructivo porque nos enseñas cómo funciona la seguridad
de los museos, la manera de trabajar de las fuerzas y cuerpos de seguridad en
lo referente al patrimonio artístico. ¿Te has tenido que documentar mucho y en
ese caso qué te ha sorprendido de este mundo?
C.P.G: Si pero lo que ocurre es que yo toda esta información
ya la sabía para otra novela que descarté. Yo ya tenía nociones de hasta dónde
podía rascar y las conexiones que este tipo de delitos tenían con el crimen organizado. Esto no
puede ser una subtrama. Si esto lo quieres desarrollar en condiciones, tiene que ser la trama principal de La suerte del enano. Es verdad que para
esta novela he tirado de contactos, de expertos en el crimen organizado de la
costa del sol, gente de la brigada de patrimonio para saber cómo se mueven por
dentro. He descubierto muchas cosas que desconocía y luego tú decides que vuelcas en la novela porque no se puede
convertir en un ensayo. Dosificar para
mí es el secreto del éxito, de cuantas gotitas tienes que echar en un guiso
porque a los mejor tienes ingredientes de primera calidad pero con la pimienta
te has pasado.
L.P: Otro de los personajes que aparecen en la novela es
Valladolid. ¿Se puede decir que podríamos hacer una guía de Valladolid con tus
novelas?
C.P.G. (Risas) Ya se ha hecho.
L.P: ¿Estas conociendo Valladolid documentándote para las
novelas?
C.P.G: Yo Valladolid lo conozco muy bien. Otra cosa es que
vuelque lugares y que de repente conozca partes de Valladolid como por ejemplo
el subsuelo de la ciudad. Yo he bajado a las alcantarillas con Nacho García
LLanes que es el subinspector de la unidad de subsuelo y no habría bajado nunca a un sitio como este si no hubiera tenido que documentarme para
escribir estas secuencias que aparecen en la novela y que son tan importantes a
nivel de ambientación.
L.P: Dos malvados muy atractivos en esta novela y que dan mucho juego. ¿Cómo haces para
crearlos, en qué te inspiras?
C.P.G: Yo no diría malvados. Digamos que están en el lado
oscuro. Tinus van der Dyke es un personaje que me costó mucho dibujar en mi
cabeza lo que es su parte interna y en
cambio su parte externa la tenía muy clara. Espantapájaros, quería que tuviera
una apariencia como muy peculiar, pero sobre todo que detrás de esa apariencia hubiera un tipo mucho más
peculiar aún. Es un ladrón de guante blanco con el corazón muy negro.
Paradójicamente empatiza muy bien con los lectores. ¿Por qué? Él tiene sus
motivaciones muy claras porque se quiere retirar ya y tiene un plan para
conseguirlo muy definido y de repente ese plan que no tenía que fallar porque
estaba muy claro en su cabeza se tuerce porque intervienen otros que lo hacen
mal. Es cuando a toda costa Tinus quiere retomar el mando de la situación, pero
no le sale del todo bien.
Yo cuando he estudiado a este tipo de personas que se han
dedicado a esto toda su vida y han robado obras de arte, te encuentras que son gente que es así por decisión propia y que les
ha ido de puta madre en su vida. Son gente con muchos claroscuros y que
realmente en su cabeza no piensan que estén delinquiendo sino cambiando el arte
de manos.
El otro es Samir Qabbani,
de profesión mercenario. Es su oficio porque se ha querido dedicar a
esto ya que la vida le ha llevado desde el Líbano a convertirse en un tipo que
sabe que lo hace muy bien y ha ido cambiando de organización hasta llegar a una
en que lo tienen muy bien valorado y él tiene que cumplir.
L.P: Entre ellos dos tienes algún favorito.
C.P.G: Me quedaría con Tinus porque es un personaje que me
ha costado mucho.
L.P: Dicen que el atraco perfecto no existe, pero a veces
uno piensa qué es una suerte que algunos
escritores no hayan cruzado al otro lado de la línea de la ley. ¿Qué piensas?
C.P.G: Yo pienso que si existe al igual que el crimen
perfecto si existe y que se resuelve de forma equivocada. A mí me ha tocado de
este lado porque es el lado de la ficción. Yo no sé si tendría arrestos para
cometer un acto así. Espero que nunca tenga que probar.
L.P: ¿Crees que el atraco que tu planteas en tu novela se
podría llevar a cabo?
C.P.G: No porque las alarmas sísmicas que tiene el museo
nacional de escultura hacen que no puedas
llegar a reventar la solería del baño
sin que tuvieras siete policías esperándote
apuntándote a la cabeza. Yo ahí he tenido que jugar permitiéndome
licencias para que se lograra consumar el robo.
L.P: Esperemos que los lectores se diviertan con tu novela
pero que no la tomen de inspiración
C.P.G: (Risas) Si la toman de inspiración lo tienen muy
jodido porque van a la trena de cabeza
L.P: En los créditos de la novela dices que estás pensando
en tomarte un tiempo para reflexionar y ver qué camino sigues ¿Es este libro el
comienzo de otra saga con Sara o está descartado?
C.P.G: Ni descartado ni confirmado. Puedo decirte que Sara
es un personaje que va a tener continuidad. ¿Cuándo? No lo sé. Bueno si lo sé
pero no te lo puedo decir. No será una trilogía o algo que se le parezca de
forma continua, pero puede que aparezca de vez en cuando de forma individual y
sin que tengas que haber leído las anteriores. El problema es que yo no sé
separarme mucho de los personajes y eso me lo he demostrado sin querer. Me
resulta muy fácil matar personajes pero muy difícil separarme de ellos. Incluso
con personajes que están muertos los he retomado en historias anteriores a
cuando los maté por ejemplo Carapocha en los años ochenta. Me cuesta separarme,
son como amigos que habitan dentro de mí y Sara es un personaje que está muy
dentro de mi cabeza para que pueda desprenderme de ella tan fácilmente.
L.P: Por eso en esta novela también aparece el pelirrojo o
¿creías qué era necesario?
C.P.G: No sé si es necesario, pero si es determinante y me apetecía. Todas las decisiones que tomo
delante del teclado a las cuatro de la mañana es porque me apetece. No lo hago
pensando en los lectores. Yo pienso en los lectores una semana antes de que se
publique la novela. Me importan mucho los lectores pero durante el proceso de
escritura no.
L.P: Pues yo te digo que a mí me ha encantado aunque no
pensaras en mí mientras la escribías. Además si puedo verla luego en una serie
o en una película mucho mejor.
C.P.G: Ojala, tenemos proyectos avanzados. Con la primera trilogía hay conversaciones
que parece que se podría hacer algo pronto y con esta algo se ha hablado. Estas
cosas se dilatan mucho en el tiempo porque hay muchas conversaciones y hay
mucha gente tomando decisiones. Es difícil hacerse un hueco porque hay muchas
novelas que tocan a las puertas de las cadenas y plataformas de turno porque
todos queremos estar ahí.
L.P: Pues César ha sido un verdadero placer y gracias como
siempre.
C.P.G: Gracias a ti.
Si en lugar de leer la entrevista quieres escucharla aquí te dejo el audio de la misma.
Una fantástica entrevista. Con este autor me tengo que poner las pilas, que me encantó su primera trilogía pero entre tanto pendiente aún no me he podido poner con sus siguientes libros.
ResponderEliminarBesotes!!!
Qué bien que ya estén haciendo promo presencial. Es un lujo que la pandemia nos arrebató. Otro más.
ResponderEliminarNo sabes la envidia que me das por haber pasado un ratito con César, gracias por esta interesante entrevista. Besos
ResponderEliminarUna entrevista muy interesante :)
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