Presentación Premios de Novela Ateneo de Sevilla y Ateneo Joven 2020

 

No se puede negar que esta pandemia y este Covid 19 nos ha alejado y nos ha privado de muchas cosas, pero lejos de venirnos abajo y de tirar la toalla nos hemos reinventado y buscado alternativas al hecho de no poder movernos por el cierre perimetral, de no poder llenar aforos o reunirnos en sitios cerrados que nos pongan en cierto peligro. La solución no ha sido mala y creo que con cierta dignidad se ha tirado de ingenio y tecnología para seguir dando a conocer esos libros que van saliendo, esos premios que deben ser una muestra de que la vida continua y que aún hay muchas historias que tienen que llegar al públicos para que las hagan suyas y las vivas en palabras de quien las escribió.


Una de esas soluciones de las que os hablaba han sido las conferencias o presentaciones online algo que nos impide el contacto cercano, pero que en cambio posibilita a aquellos que están lejos que por unos minutos puedan estar presentes donde antes por razones geográficas no podían. No es lo mismo pero creo que en el futuro, cuando toda esta pandemia sea un mal recuerdo, muchas de las soluciones provisionales hayan llegado a nuestras vidas para quedarse o para convivir con la verdadera normalidad.


Una de estas presentaciones en la que participe hace unos días fue la de los Premios de Novela Ateneo de Sevilla 2020 y que si aún no lo sabéis o lo habíais olvidado os lo recuerdo, recayeron su modalidad senior en Blanca Riestra con la novela Últimas noches del edificio San Francisco. Una historia que nos sitúa en el Tánger de 1957, últimos coletazos de una ciudad con estatuto internacional  que ejerce un fuerte influjo y donde muchas figuras del panorama cultural se sienten atraídas por la vida bohemia que allí se congrega. Una historia ficticia de personajes reales como Barbara Hutton, Francis Bacon, William Borroughs, Paul Bowles y de la vida y la noche en la ciudad africana.


El galardón en la modalidad joven fue para Alejandro Narden por. En su novela el autor nos traslada al norte de África en una época actual para  contarnos una historia llena de situaciones reales basadas en su experiencia en Marruecos: Un viaje en tren, una vidas compartidas a través de historias en un vagón de tren que nos recuerdan que las fronteras no solo son geográficas, también se marcan fronteras en la memoria, en la vida misma.


Fue el editori Miguel Angel Matellanes quien hizo los honores presentando las dos novelas y a los dos galardonados mientras recordaba las circunstancias tan especiales en la que se había visto envuelto esta 52 edición del Premio Ateneo.


De Alejandro Narden dijo que aunque había ganado algún que otro premio por algún relato, Horizonte aquí era su primera novela. Por el contrario la ganadora senior Blanca Riestra ya atesora a sus espaldas alrededor de diez títulos en su haber como escritora. 


Dos novelas que tienen en común el espacio geográfico en el que transcurren y que no fue inconveniente para que los miembros del jurado se pusieran de acuerdo a la hora de decidir que estos títulos eran los merecedores de auparse como ganadoras.


Tras estas palabras del editor se pudo ver un vídeo muy llamativo sobre las dos novelas, Sevilla y ambos ganadores.


Posteriormente ambos autores nos hablaron sobre sus inquietudes, sus intenciones y los motivos por los que se embarcaron en escribir sus historias para acto seguido responder a las preguntas que algunos de los presentes les formularon y que nos llevó a un entretenido debate entre las relaciones de cierto parentesco de primos hermanos que siempre han existido entre España y Marruecos 


Para finalizar Miguel Ángel Matellanes comentó que si todo evoluciona favorablemente y en la próxima edición se puede hacer la habitual gala, tenía el compromiso del Ateneo de Sevilla de que los autores de esta edición recibirían sus galardones en el mismo acto del 2021.


Aquí os dejo el video con los comentarios de los autores y los mejores momentos de la rueda de prensa.




 


1 comentario:

  1. Gracias por la estupenda crónica. Y esperemos que el año próximo se pueda celebrar como siempre!
    Besotes!!!

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