Estamos en Febrero, hace frío y estamos plena semana donde
los enamorados se debaten en cómo ser más originales a la hora de sorprender a
su contrari@ en un ambiente que se inunda de corazones por doquier. Yo por mi
parte, sin perder de vista el amor prefiero en esta fecha recordar a un padre
que ese 14 de Febrero dejaba demasiado pronto el plano material para alojarse
permanentemente en la memoria espiritual. Dentro de mi celebración particular,
me he topado con un libro que me ha servido de abrigo y refugio entre sus
letras, para abrazado a ellas, hacer más placentero el dolor dulce de mis
heridas producidas por el recuerdo.
Título: Crónica de ausencias y de la luz y del olvido.
Autor: Ignacio Mª Muñoz.
Editorial: Cuadernos del laberinto.
Año: 2017.
Género: Poesía.
Páginas: 104 páginas.
ISBN: 9788494759598
Sinopsis:
Un amor profundo y único, la vida enfrentándose a la muerte y el vértigo ante la ausencia conforman los versos de Ignacio Mª Muñoz, que se nos desvela como el poeta de la pasión.
El lector profundizará en estas páginas en el sufrimiento ante la lejanía de la amada y ante la proximidad de un fin siempre manifiesto. Versos teñidos de esperanza que rememoran un pasado ahogado y que ansían la luz de la mirada del amor.
Crónica de ausencias y de la luz y del olvido están dotados de un lenguaje poético sincero y rítmico en donde el cuerpo y el alma quedan aprisionados por la emoción y (todo aquel que ha amado y perdido ) se identificará plenamente con estos versos.
(sinopsis facilitada por la editorial)
Impresiones:
Crónica de ausencias y de la luz y del olvido es un libro para
abandonarse a él, para disfrutar con cada verso y perderse en el tiempo
mientras se saborea cada arañazo al alma que aguardan en muchos de sus rincones
y esperan al lector agazapados entre sus
páginas. Sin duda es un libro al que
volver una y otra vez siempre que nuestros sentidos lo pidan a gritos,
porque hay veces que el dolor o la melancolía se curan con más dolor y más melancolía.
Dividido en dos partes, en realidad son dos poemarios, la
primera Crónica de ausencias donde el autor se transforma en una cuestión
continua preguntándose de su existencia sin ese ser amado, de tantos por qué y
una única respuesta en forma de ella. La segunda parte, De la luz y del olvido
nos habla del fin de la existencia, de lo que nos conduce a la muerte en la que
muchas veces se convierte esa ausencia de lo querido que para nosotros se
convirtió en vida.
Poemas en su mayoría que nos recuerdan al estilo clásico, de
una profundidad y una sensibilidad fuera de toda duda y que a ojos de amantes
de los versos sin lugar a dudas dejaran huella. Son el claro ejemplo del uso de
la palabra como medida del sentimiento, calibrando el amor y sus consecuencias
a cada verso. Un verso fresco en muchas ocasiones cuando el autor busca el símil
con la siempre eterna naturaleza que tanto inspira a los atormentados del amor.
Dicen que no se debe recordar los amores perdidos porque
nunca se pasa página y no nos deja vivir y seguir adelante, pero en muchas
ocasiones la esperanza de lo que pudo ser y no fue, los anhelos de lo que se
siente pero no se confirma es otra forma de medir todo lo bueno que fue lo que
dejamos atrás o lo que se truncó.
Fragmento:
Se me fue el alma al aire
que volaste con tus besos
y sentí el tacto
de tu ausencia amarga
con el dulce deseo
de llamarte.
Fragmento:
Se me fue el alma al aire
que volaste con tus besos
y sentí el tacto
de tu ausencia amarga
con el dulce deseo
de llamarte.
En el fondo, por muy triste que en ocasiones sean los versos
Ignacio Mª Muñoz no deja de recordarnos que ese mismo sentimiento de final le
lleva a recordar que sigue vivo y que la
vida continua, para renacer quizás con más fuerza.
Autor:
profesional ejerciendo la abogacia y tras muchos años como directivo de entidades financieras españolas y extranjeras, en la actualidad es socio de una consultora especializada en marketing de marca.
Ha publicado numerosos artículos sobre asuntos relacionados con su profesión y escribe regularmente sobre arte contemporáneo. Además de los dos poemarios qeu constituyen este libro, es autor de las novelas Partido de vuelta y Mañana ya no es fiesta.
Qué bonita reseña Fernando. Yo no suelo leer poesía pero sí cae algo todos los años, y no me importaría aproximarme a este título. Al fin y al cabo, toca unas fibras que a todos se nos han removido alguna vez.
ResponderEliminarBesos.
Sí, supongo que una cura de melancolía puede valer para tocar fondo y recobrar las fuerzas que nos faltan en ocasiones. Un saludo!
ResponderEliminarLa reseña me parece preciosa,fíjate que no me gusta leer poesía y has conseguido tentarme.
ResponderEliminarUn beso
Hala, vaya reseña. Uf, es de las que dejan ahí enganchada . Me pasó algo parecido, respecto a lo de curar el dolor gracias a compartir otro dolor o pena, con La levedad, de Catherine Meuresse.
ResponderEliminarEste lo tengo que leer porque además creo que podrá servirle a alguien.
Un beso
Wow, vaya reseñaca. Desde luego el fragmento que has compartido, es muy muy bello.
ResponderEliminarBesos.
Qué preciosidad de reseña! No conocía al poeta, así que gracias por presentármelo. Y sin duda, tengo que hacerme con este poemario.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me uno: ¡qué bonita reseña! Yo tampoco conocía al autor, le echaré un ojo :-)
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