El mar llegaba hasta aquí. Alex Pler

A veces un libro despierta muchas expectativas, tanto por su título como por un comienzo cautivador y lleno de esperanzas. Luego no es como esperabamos y cuesta trabajo encontrar una salida airosa. Tal vez merezca una segunda lectura puesto que un trabajo con tan buenos mimbres da rabia que se escape entre las manos de la comprensión como arena entre los dedos.


Título: El mar llegaba hasta aquí.

Autor: Alex Pler.

Editorial: Autopublicado.

Año: 2015.

Género: Narrativa contemporanea. 

Páginas: 306 páginas.

ISBN: 978-1499209747

Precio: 12,35 euros.


Sinopsis: 

Antes de la tormenta, Leo decidió terminar su última relación. Pero tanto llovió, que las calles de Barcelona se inundaron y los peces empezaron a vivir en los charcos. Él siguió nadando contracorriente, ajeno a los cohetes que intentaban detener la lluvia infinita, preguntándose si en los nuevos brazos de Adán, encontraría al fin su destino. 
¿Duelen más las relaciones que se rompen o las que nunca llegan a despegar? 


Autor: 
Alex Pler nació en Logroño en 1982 aunque casi toda la vida ha vivido en Barcelona. Estudió Cine aunque El mar llegaba hasta aquí es su primera novela aunque antes publicó un libro de relatos recopilados en su blog titulado "La noche que nos alumbrará".
 lo que realmente le apasiona son los libros,tal vez por ello regenta una libreria dedicada exclusivamente a la literatura japonesa. Influenciado entre otros  por Haruki Murakami y Terence Moix, le gustan los autores de pocas palabras pero bien elegidas.



Impresiones:

Con sumo interés comencé esta novela y con cada página que leía llegué a imaginar mil historias en mi cabeza.  Tras un comienzo de ensueño y bucólico, donde nuestro protagonista  Leo rompe con Pedro, su pareja desde hace siete años y emprende una huida para dejar atrás una vida y una convivencia que comienza a ahogarle. En la estación al más puro estilo road movie pide un billete de tren para el primer destino que salga, en este caso Granada y entre calles llenas de historia y ríos de agua y peces Leo parece ser que comienza a pintar el lienzo en blanco de su nueva vida. En esta ciudad conoce a Adán, un chico de Madrid, misterioso, por el que se siente muy atraído y con el que surge una complicidad loes llevara a una amistad casi dañina para la conciencia de Leo.

Un comienzo seductor con un lenguaje poético, salpicado por momentos duros, de angustia que nos hacen coger de la mano a nuestro protagonista para acompañarle a la carrera donde nos lleve el agua, esa agua que no para de caer y que lo mismo agobia, que purifica y limpia haciéndonos sentir que oxigena el escenario. Podríamos decir que en una primera parte donde hechas las presentaciones, el autor plantea muchas dudas existenciales, algunas de ellas que podemos hacer nuestras como las relaciones viciadas, la búsqueda del amor platónico, volver a empezar en cualquier ámbito de la vida en definitiva. Tenemos terreno para buscar una salida y reflexiones con las que agradecer al escritor que en algún momento las plasmara en un libro para que pudiéramos leerla y poder sentarnos con su libro en las manos a pensar en ella.

Una cosas esta clara, si algo no funciona, no cabe otra que evolucionar, buscar el cambio a mejor, adaptarnos o sucumbir y de todas las salidas posibles Leo eligió la que menos me convenció. La salida de la superficialidad, en una historia que a mediados del libro mientras busca el amor de Adán, se repite en ciertos momentos hasta la saciedad una búsqueda que llega a convertirse en un bucle del que costará salir más páginas de las que yo hubiera deseado. “Como muestra un botón” dice la frase pero aquí hemos encontrado un catalogo de situaciones que se repiten demasiado en ligues de discoteca, relaciones de una noche, fiestas donde todo vale con tal de no irnos a casa de vacío  y un cambio en Leo que aceptamos pero no compartimos y que nos aleja de ese personaje con el que estábamos dispuesto a saltar a ese mar que sigue acompañándonos a lo largo de la novela hasta que llega la sequía.

Llegados ese punto, Leo se me hizo un poco plano, como un estribillo bueno que de tanto repetir se queda sin sentido. Puede que eso es lo que pretendiera su autor para que desde ese prisma viéramos la verdadera historia que pretende transmitir. Puede pero yo me quedé sin ángulo de visión y perdido, tan perdido que cuando al final de la trama Alex nos muestra el cartel de salida, yo llegaba a él  dando boqueadas de tanto agua que tragué.

Podría parecer que descarte el libro a simple vista pero no es esa mi intención, merece la pena su comienzo, es ilusionante, ciertas reflexiones  buscan que el libro no caiga en tópicos  y seguro que muchos verán en los sentimientos de Leo, situaciones propias sobre las que reflexionar y  como decía Lapido en su canción “espejos que devuelven las miradas”. Yo en cambio, cuando el bosque se hizo más complicado perdí el rastro de las miguitas de pan que el autor nos lanzaba. Otros, tal vez no tengan problemas en seguirlas porque el camino está marcado.

Con los personajes  me ha pasado como con la historia, aunque Leo es el protagonista absoluto, ciertos secundarios como Adán, Verónica., Javi a pesar de ser algo superficiales tienen elementos de interés, un interés de usar y tirar y tras eso dejarlos enterrados entre las páginas de la historia. Una lástima que no haya terminado de conectar con la historia porque cuando me perdí por las librerías con Leo y jugaba a descubrir que canción sonaba en esos momentos su autor supo llevarme a donde un lector se siente cómodo.  

Yo también soñé con viajar en esos cohetes de los que habla Alex en su libro, unos cohetes que me lleven donde pueda vivir la historia que sueño, pero entre tanto enredo sexual, buscando alguien a nuestro lado, me quedé en el camino sintiendo que la trama tenía más miga oculta de la que yo llegué a comprender.

Puede que esta historia llegue a lectores que sepan nadar en esa corriente de agua que surcan las páginas de una novela que es de todo menos simple, no en vano es uno de los finalistas de la edición 2015 de los Premios Guillermo de Baskerville que organiza el blog Libros Prohibidos por segundo año consecutivo.


14 comentarios:

  1. La dejo pasar, aunque el planteamiento es bueno, lo que cuentas no me hace ir a por ella.

    Besos

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  2. No me tienta esta novela. Por lo que cuentas en la reseña, parece que la historia empieza bien pero se va diluyendo a medida que avanza el desarrollo de la misma. Una pena que no la mimase un poco más el autor. Un abrazo.

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  3. No lo conocía pero no me llama demasiado y tengo muchos pendientes :)
    así que de momento descartado
    un beesito

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  4. Muchas gracias por la reseña, Fesaro. Lamento que a partir de cierto momento nuestras manos se soltasen. Ojalá reconectemos en el futuro. Un saludo.

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  5. Por lo que cuentas en tu reseña no me animo con ella. Un beso

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  6. Pues no me importaría leerla a pesar de lo que comentas.

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  7. No conocía este libro y por lo que cuentas, mejor lo dejo pasar.
    Besotes!!!

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  8. No me llama en exceso así que la dejo pasar.

    Besotes.

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  9. ES peculiar, la verdad que me ha llamado la atención, pero creo que no es para mí.
    Besos.

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  10. Yo también he estado muy perdida con esta lectura. Tiene elementos que me han gustado pero no lo suficiente como para salvarla como conjunto. Y sí, tienes razón, esta novela es de todo menos simple. Desde luego osadía a su autor no le falta.
    Un saludo.

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  11. La dejo pasar, no creo que la disfrutara
    besos

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  12. A mí realmente no me cautiva ni la sinopsis. No creo que fuera uno de esos libros que me resulten atractivos y si además el personaje terminó por hacerse algo plano,... Mejor lo dejo.

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  13. Pues creo que lo dejo pasar... =)

    Besotes

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