Paso la noche, amor. José Miguel Nuñez

Libros historicos hay muchos pero cargados con grandes dosis de emociones y que te hagan reflexionar hay menos, por eso hoy os traigo esta joyita que sin lugar a dudas da para opiniones de todo tipo.

Título: Paso la noche, amor.

Autor: José Miguel Nuñez

Editorial: Ediciones Carena.

Año: 2014.

Páginas: 305 páginas.

Género: Novela histórica.

ISBN: 978-84-16054-12-1

Precio: 18 euros.




Sinopsis:

Ambientada en la preguerra civil española, la novela aborda el escenario y el universo cultural de una época a través de Bartolomé, comprometido en primera línea en la transformación social de su tiempo.
El amor apasionado, la reconciliación de un pueblo y la memoria olvidada entrelazan una historia actual que irá desentrañando detectivescamente Carmen, una mujer en plena crisis personal en la España de los ochenta. La protagonista se verá involucrada en un descubrimiento inesperado y revelador que le hará emprender un viaje interior y que cambiará su propia vida. Esta es la historia de un amor más fuerte que la muerte, de sueños y traiciones, de compromiso social y conquista de libertades.
En un mundo convulso y políticamente inestable, la pasión de una joven pareja se abre al alba de un nuevo día tras la noche que parecía sin final.
(sinopsis facilitada por la editorial)



Autor:

José Miguel Nuñez, nació en Merida en 1963, es Doctor en Teología Dogmática (Roma), Licenciado en
Filosofía (Granada) y Doctor en Filosofía (Sevilla). Educador y profesor universitario, es autor de numerosos ensayos en torno al mundo educativo y juvenil.
Publicó con anterioridad Cien palabras al oído (2012) y A vueltas con Dios en tiempos complejos. Dialogos con Gianni Vattino (2013). Ha sido finalista de premios como El Premio Hispania de novela histórica 2013 y el Premio Edebé de literatura juvenil 2013..



Impresiones:

En el peregrinar de los lectores a través de los libros, hay ciertos momentos en los que a nuestras manos llegan pequeños tesoros que son portales que nos transportan a lugares donde de otra forma sería muy difícil vivir y experimentar en ellos. “Pasó la noche, amor” es una de esas historias que te transportan a otros tiempos, no siempre mejores, que te descubren que algunas veces somos privilegiados y que con un argumento sin muchas complicaciones te desgarran el alma con sus frases y te dejan una cicatriz en la conciencia difícil de olvidar cuando buscas dentro de ella.

Dos protagonistas, Bartolomé y Carmen, dos historias separadas en el tiempo por cuarenta años pero con muchos puntos que sirven para ir saltando en el tiempo de una a otro y de otro a una, sin tiempo para levantar los ojos de sus páginas, el lector irá atando cabos poco a poco y como los buenos vinos irá madurando los hechos hasta conseguir en su conjunto una historia de una calidad humana y literaria para hacerle mención especial y sobre todo para recomendarla.

Ya en su primer capítulo y en sus primeros párrafos la prosa de José Miguel se destapa muy cuidada, un placer para su lectura y que nos mantendrá atrapados en apenas un puñado de páginas con un primer capítulo impactante que servirá de carta de presentación para reconocer que encontraremos en la lectura multitud de pasajes interesantes. Cargado de ciertas frases e ideas para razonar y que hacen crear al lector un debate interno, consigue con esto un valor añadido a su lectura pues siempre me han gustado los libros que te hacen pensar más allá de la historia que te cuentan.

Sirve este libro para recordarnos nuestra historia, esa que algunos no quieren recordar, otros se empeñan en no poner paz a costa de denunciar de forma discriminada. Como bien dice una cita en el libro “No tener historia es lo peor que te puede suceder”, como historiador siempre he pensado que la historia más allá de interpretaciones debe de servirnos para no repetir los errores cometidos en el pasado y aprender para construir un presente que sea  mucho mejor y nos traiga un futuro acorde a nuestras necesidades.

Retomando el tema de las dos historias que se van sucediendo en el tiempo , debo reconocer que a veces eso suele ser un arma de doble filo porque se corre el peligro de que una gane protagonismo a la otra y se descompense la balanza de la línea argumental, pero un gran mérito del autor es dotar a cada uno de las emociones suficientes para que ninguna pierda interés, el final de Bartolomé lo presentimos desde el comienzo del libro pero su personalidad es tan fuerte que os cautivara y contagiara de su admirable postura a escasas horas de su muerte. La historia de Carmen es dura, asfixiante en algunos momentos,  conviviendo con una enfermedad que nos  priva de los recuerdos y que debe hacer reflexionar  en nuestro interior de cuantos momentos dejamos vacios en nuestra vida y en los que tienen cabida una llamada, un beso o unas palabras tan balsámicas como  un "te quiero".

Para los amantes de la historia, José Miguel expone unos momentos muy convulsos de nuestra historia, que debo reconocer que yo en la carrera me costó trabajo memorizar de tan convulsos que fueron los movimientos políticos de la época y que el autor toca de forma esplendida. Parece que la política no cambia nunca, entre al ayer y hoy parece que no ha pasado el tiempo en la manera de comportarse entre nuestros políticos.

“Los políticos enzarzados en sus luchas por el poder mientras que el pueblo se muere de hambre”  (página 161)

Debo reconocer que cuando uno habla de estos temas, históricos, políticos, sociales, a uno le cuesta trabajo ser imparcial y este libro desde mi punto de vista se nota las tendencias del escritor, tendencias por supuesto moderadas ya que lo que en toda la obra intenta reflejar José Miguel es que la guerra es dañina y cruel, que rompe historias destinadas a la felicidad como es el caso de Bartolomé y Maruja, una entrañable historia de amor. Por ello destacar el guiño en las páginas de Pasó la noche, amor al perdón y al olvidó que le dan el verdadero sentido a la obra.

Pocos libros me han hecho sentir un escalofrió y este en su tramo inicial y final lo ha conseguido gracias a la  pluma del autor y a  la forma tan sutil y tan bonita que tiene de hacernos recapacitar sobre nuestro paso por la vida y las casualidades que nos encontramos en nuestro camino.

Un libro que tal vez en algunas cuestiones políticas peque de exceso pero que nos gana de lleno en lo humano y conquista como provocador nato y descarado en emociones.