Como Einstein por su casa es un libro diferente a los que normalmente uno suele leer. No es una novela histórica pero sí que tiene muchas historias que contar. No es una novela negra al uso pero nos dará muchas pistas sobre cómo funcionan las cosas cotidianas que nos rodean. No es un drama pero si puede arrojar luz sobre algunos pequeños dramas con los que nos hemos topado alguna vez. Un libro que bien podría ser de narrativa contemporánea porque sin lugar a dudas en él encontraremos muchas historias con las que a diario nos topamos, y de las que no sabemos salir o porqué se producen.


Un libro de divulgación científica que pretende acércanos de forma amena, divertida y curiosa a un terreno tabú para muchos y en el que a las primeras de cambio nos negamos a entrar porque no nos seduce. Creo que una vez le eches un vistazo a este libro tu perspectiva de muchas de las cosas que te rodean y de la ciencia en si cambiará de forma considerable. La ciencia está en todo lo que te rodea y si no me crees Fernández Panadero te lo demuestra.



Título: Como Einstein por su casa. La brico ciencia para todos.
Autor: Javier Fernández Panadero.
Editorial: Páginas de Espuma.
Año: 2018.
Género: Ensayo, ciencia, divulgación.
Páginas: 296 páginas.
ISBN: 9788483932254


Sinopsis: 
Seguro que crees que la ciencia es necesaria y buena para todos nosotros. Sin embargo, ¿crees que puede aplicarse a tu vida cotidiana? Es importante no pasar por alto que la ciencia explica el universo y, por lo tanto, funciona con aquello que nos rodea.

Usemos entonces el conocimiento científico y tecnológico para realizar bricociencia, trucos caseros que os sacarán de un apuro o resolverán un pequeño problema y además, sin darnos cuenta, comprenderemos los porqués del mundo y terminaremos en nuestro día a día, en nuestra casa, moviéndonoscomo Einstein por su casa. (sinopsis facilitada por la editorial)


                                                           

Impresiones:


Según la definición “La divulgación científica es el conjunto de actividades que interpretan y hacen accesible el conocimiento científico a la sociedad, es decir, todas aquellas labores que llevan a cabo el conocimiento científico a las personas interesadas en entender o informarse sobre ese tipo de conocimiento”

Javier Fernández Panadero trabaja como profesor de Tecnología en Educación Secundaria, e las trincheras de la educación como suele decirse y su periplo como autor de libros de divulgación científica le avala tanto por la variedad de sus títulos como por el éxito de estos.

Su nuevo trabajo es Como Einstein por su casa otro nuevo acercamiento a la ciencia en esta ocasión desde un ámbito más casero, tomando como objeto del análisis situaciones cotidianas que en la gran mayoría de las ocasiones a todos nos ha podido pasar alguna vez o pueden llegar a pasarnos en cualquier momento.

Dividido en 120 casos  enmarcados en diversas modalidades como biología, informática, física, supervivencia (has leído bien porque hay momentos en que la propia vida casera  es una lucha por  la supervivencia a pequeña escala), medicina, psicología y otras ramas más de la ciencia, el libro relata de forma muy amena y entretenida consejos para salir de ciertas situaciones comunes pero que requieren de cierta maña. Explicaciones del porqué de muchas cosas que suceden o se dan a nuestro alrededor y con el uso diario que muchas veces comprender su funcionamiento puede llevarnos a cambiar nuestros hábitos o ser más responsables a la hora de actuar.

Ha sido un libro que he disfrutado porque el tono en el que está escrito es muy distendido, con constantes bromas pero sin perder la rigurosidad y las llamadas de atención a lo correcto y a lo que consideramos comportamiento cívico con el medio y con las personas. Se nota que el autor tiene una gran experiencia en la docencia y en la forma de dar a conocer y acercar al público los conocimientos que demuestra en sus capítulos. Se podría decir que ha dado con la tecla en cuanto a convertir la ciencia y la divulgación en algo atractivo que fomenta las ganas de conocer en quien presta un poco de atención.

Un libro para todos los públicos, para gente interesada en conocer e iniciarse en muchos aspectos de la ciencia, que demuestra que la ciencia está en todas las situaciones de la vida y que no son sólo formulas y teoría complejas. Creo que es un libro magnifico para crear una simbiosis entre padres e hijos a la hora de charlar sobre porqué se producen ciertas situaciones, acompañada de trucos, de ejemplos que cualquiera puede realizar y que convierten hechos cotidianos en auténticas aventuras para los más pequeños y porque no reconocerlos para los más grandes porque yo gracias a este libro no ha plátano que se me haya vuelto a resistir, cuchillo que no esté afilado en casa y la puerta del garaje no ha vuelto a fallarme. Además tiene códigos QR para escanear que te llevarán a vídeos demostrativos muy interesantes de ciertos capítulos.

Autor:

Javier Fernández Panadero (Madrid, 1972) es licenciado en Ciencias Físicas y DEA en Telecomunicaciones, trabaja como profesor de Tecnología en Educación Secundaria.
Desde su primer libro, ¿Por qué el cielo es azul?, colabora en radio, televisión, prensa, imparte charlas sobre divulgación y realiza espectáculos de ciencia para niños y público en general. Después de ¿Por qué la nieve es blanca? y El mundo de Max publica ¿Cómo le explico esto a un extraterrestre?, el cuarto libro de la serie de divulgación científica La ciencia para todos, a la que pertenece también Experimentos para entender el mundo.


Llegó el mes de Junio a Sevilla y una de las citas literarias más esperadas por el mundillo literario  como es el fallo de los Premios de Novela Ateneo de Sevilla, en una edición muy especial en esta ocasión pues ni más ni menos que celebraba su cincuenta edición. Medio siglo de títulos y autores que han convertido a este Premio en uno de los más prestigiosos del panorama nacional.
Este año a pesar de lo importante de la fecha y de que la cuantía del premio se había incrementado hasta los 40.000 euros, se han recibido menos obras que otros años, un total de 258 obras que optaban al Premio Ateneo y 33 al Premio Ateneo Joven cuya edición es ya  la XXIII.

La procedencia de las obras de origen internacional ha aumentado este año situándose en un 15% del total y como dato anecdótico comentar que todas las comunidades autonómicas del Estado estaban representadas en los originales recibidos.

Entre las obras recibidas figuran novelas de casi todos los géneros narrativos destacando este año un hecho curioso y que creo que va en aumento, la proliferación de nuevo de la novela histórica, con especial atención en este premio a la historia más reciente y la guerra civil.




Fue una tarde cálida en temperatura y humanidad porque entre los presentes al acto se podían ver antiguos ganadores del Premio Ateneo en sus dos modalidades y como siempre una buena oportunidad para charlar con autores y periodistas del mundo literario, en un marco impresionante como es el Patio de la Montería del Real Alcázar de Sevilla bajo la atenta mirada en primera fila de la Giralda de Sevilla.

Hubo palabras por parte del Presidente del Excmo Ateneo de Sevilla Don Alberto Máximo Pérez Caleroy de Francisco Prior  de recuerdo para la literatura y los autores, para las instituciones que hacen a diario un esfuerzo por contribuir a la cultura, y sentimientos de emoción por el logro que supone para un Premio como el Ateneo llegar a los cincuenta años de vida, un esfuerzo que ha sido posible gracias al trabajo de muchas personas.

Mientras los asistentes cenábamos en distintas intervenciones el que viene siendo el habitual presentador de este acto durante los últimos años, el periodista Cristóbal Cervantes iba dando la palabra a los oradores y presentando las novelas finalistas que fueron las siguientes:

Finalistas del L Premio de Novela Ateneo de Sevilla:

La última llave, de Rebeca (pseudónimo)
El periplo de una familia judía ante el edicto de expulsión de los Reyes Católicos.
Deriva continental, de Serma (pseudónimo)
Una historia de amor con el trasfondo de la guerra civil y la guerra mundial.
Las voces de la Maqui, de Manuel Lozano Leyva.
Un asombroso viaje en el tiempo con inesperadas consecuencias.
Guadalquivir: aguas turbias, de Gaspar de Baryton (pseudónimo)
Novela negra sobre el narcotráfico en el Sur de España.
El hombre que respondía los correos basura, de Agustín Lázaro (pseudónimo)
Una intriga ambientada en el mundo de la televisión.
El paseo de los canadienses, de Amelia Noguera.
Huida de los republicanos de Málaga a Almería durante la guerra civil española.
El último señorito, de Lola (pseudónimo)
Una demanda de paternidad podría resucitar los fantasmas del pasado.
Vuelo sin alas, de Marcelo Galeano (pseudónimo)
Una venganza postergada mucho tiempo a ambas orillas del océano.

Finalistas del XXIII Premio de Novela Ateneo Joven:
Distanciamiento de la obra poética de Clara Dubasenca, de Conrad Desmond (pseudónimo)
Novela de autodescubrimiento juvenil a través de la búsqueda de otra persona.
Las raíces del viento, de Christian G. Serna
Intriga sentimental en Madrid y el París de principios de siglo XX
La llave de Navit, de La llave de Navit (pseudónimo)
Drama histórico-familiar en la guerra española y la postguerra.

Al finalizar la cena Cristóbal Cervantes que a lo largo de la cena había ido nombrando las obras que pasaban a la siguiente ronda, dio paso al Presidente del Ateno de Sevilla quien cito los ganadores en sus modalidades.



En la categoría senior la novela ganadora fue El último señorito cuyo autor bajo pseudónimo, es el periodista sevillano Francisco Robles.

Sinopsis: En la Baja Andalucía de los años 50, un jovencísimo señorito andaluz se enamora de la hija de unos criados. La deja embarazada de una niña que con el tiempo, ya entrado el siglo XXI, demandará la paternidad y la herencia encontrándose con la oposición de su hermana legítima. A partir de este conflicto nos sumergiremos en los últimos cien años de nuestra historia, y viajaremos por la guerra civil, el franquismo, la transición y la actualidad en esa Andalucía que ha ido cambiando a través del tiempo, como cambió el último de sus señoritos antes de morir en pleno tránsito hacia la democracia. Pasiones, odios, venganzas, crímenes y amores sirven para que los personajes vayan encontrando lo más valioso de cada uno: su propia identidad.

 En la categoría joven, la triunfadora de la noche fue Distanciamiento de la obra poética de Clara Dubasenca, de la autora Alba Ballesta, cuyo título final será Distinta Clara.

Sinopsis: Laia, una joven estudiante de literatura decide investigar
para su máster sobre Clara Dubasenca, una poeta desconocida de la que, al parecer, solo se conoce un libro: el tercer tomo de sus obras completas. Lo que empezó siendo una investigación académica se convierte en otro tipo de búsqueda, entre detectivesca y personal, donde Clara y Laia se irán desvelando poco a poco.


 Ambas obras serán publicadas por la editorial Algaida entre los próximos meses de Septiembre y Octubre.

En la posterior rueda de prensa que tuvo lugar en uno de los salones del Alcázar ambos escritores respondieron a las preguntas de los medios.



Francisco Robles (Sevilla, 1963) respondió negativamente a la pregunta de si era una obra donde el autor narraba alguna vivencia personal pero que algunos de sus personajes si estaban fundamentados en personas que conocía e incluso que después de crearlo lo ha conocido pero reconoció que aunque tópico, cuando se escribe un libro siempre se habla de uno mismo en alguna parte de lo narrado.  Una novela que comienza en los años 50 pero que da un repaso histórico a los últimos cien años de historia , regresando a los años treinta y pasando por la Guerra Civil hasta nuestros días.

Desarrollada en un pueblo ficticio de la Baja Andalucía, reconoce que por sus investigaciones pudo pasar en cualquier lugar de España. Una historia que Francisco Robles ya tenía en mente antes de que se presentara el premio y que fue a última hora cuando decidió probar fortuna.

Encantado con la idea de que uno de sus protagonistas sea un señorito andaluz porque sabe la mala fama que tienen popularmente, aunque cree que entre las personas y lo tópicos hay de todo y por eso su figura la encuentra muy interesante. Una historia entre un señorito y una criada que aunque socialmente no pueden estar juntos, el amor como fuerza todopoderosa hacen que tengan una relación entre ellos.

Una novela que le ha servido para saldar cuentas con una generación de muy brillante de  andaluces de los años 60 y 70 como Manuel Barrios, Caballero Bonald. Requena que hicieron una radiografía de la sociedad andaluza y que hoy en día están prácticamente olvidados aunque reconoció que en parte era inevitable porque en la literatura no se puede recordar todo porque todo no cabe en la memoria.


Alba Ballesta (Orihuela, 1991) ejerce en la actualidad de profesora de español en Francia, escribió esta novela a tiempo completo durante el año que disfrutó de una beca en Madrid. Ambientada en la Barcelona de los años 80, no tiene mucha documentación histórica reconoció que su título está inspirado en la canción Clara,  de Joan Baptista Humet ya que la música juega un papel importante en el libro porque a lo largo del libro resuenan los temas de aquella época.







Lo primero que llama la atención al ver a Reyes Monforte es su sonrisa, un gesto que no le abandonará en todo el encuentro y que personalmente pienso que le sienta fenomenal. 

La memoria de la lavanda lleva pocos días es las estanterías de las librerías y ya se ha convertido en uno de los libros más vendidos en España y creo que la historia merece tal honor. Tras sus páginas me he encontrado a mí mismo,  y ese hecho tengo que agradecérselo a Reyes Monforte porque ha sido la responsable de poner palabras a muchos de los sentimientos que se han quedado ahogados en mi interior con cada pérdida vivida.

Por eso creo que se siente tan cómoda hablando de su obra, sin inmutarse cuando la conversación se acerca peligrosamente a cuestiones más personales y respondiendo con total sinceridad, sin esconder ni ahorrar en sentimientos y esa es una estrategia fabulosa cuando uno tiene que vender algo que no le ha sido fácil crear. Han sido años de espera, meses componiendo una obra que puedo asegurar tiene fecha futura en la que volveré a disfrutar nuevamente de su lectura. Tal vez con alguna pérdida más en el currículo que me haga valorar sus frases de otra manera, pero hasta el momento como dice Lena su personaje, vivamos y no nos creamos inmortales.

Fue un placer compartir opiniones sobre su obra aunque yo lo llamaría intercambio de sentimientos sobre temas tan delicados como de los que nos habla la autora en su libro.

Puede leer la reseña del libro aquí.

Sinopsis:
«Morí un 3 de mayo. Ese día dejé de respirar, de sentir, de oír, de pensar, de reír. Lo mejor que te puede pasar en la vida es amar y ser amado. Y perder esa sensación es mucho más doloroso que no tenerla nunca
Dos meses después de la muerte de Jonas, Lena, fotógrafa profesional, reúne el valor necesario para cumplir la última voluntad de su marido: esparcir sus cenizas en los campos de lavanda del corazón de la Alcarria. Allí se reúne con el grupo de amigos de Jonas, entre ellos Daniel, su primo hermano, un sacerdote con el que comparte los sentimientos de amor y pérdida, y que guarda para sí muchos silencios.
Sin embargo, igual que se heredan los afectos, se heredan también los odios. Lena deberá lidiar con la presencia amenazante de su cuñado Marco, un hombre envidioso y mezquino que no está dispuesto a respetar su duelo. Coincidiendo con el Festival de la Lavanda, recordará su historia de amor con Jonas y todo lo que se llevó consigo, reforzará lazos de amistad y desvelará secretos familiares escondidos durante demasiado tiempo. (sinopsis facilitada por la editorial)

Libros en el petate: Reyes, La memoria de la lavanda es un título muy poético y tiene unas connotaciones que se intuyen pero podrías explicarnos el título para sacarnos de dudas porque estoy seguro que cada uno habremos pensado una respuesta.

Reyes Monforte: El título viene como el escenario donde está ambientada la novela, casi por casualidad. Yo tenía la novela, tenía los personajes y sabía lo que quería escribir pero no tenía el escenario, pero la casualidad me lo descubrió tras una invitación por parte de unos amigos al festival de la lavanda que se celebra todos los años el 15 de Julio en un pueblecito de Guadalajara que se llama Brihuega (en la novela aparece como Tármino). Al ver aquellos campos que transmitían tanta paz, tanto buen rollo (sabes que la lavanda tiene propiedades calmantes y cicatrizantes) dije aquí es donde quiero yo poner la historia de Lena.

L.P: Quién es Lena y cuál es su historia.

R.M: Lena es una fotógrafa retratista que tiene que hacer un viaje para cumplir la última voluntad de su marido el cual falleció hace unos mese,s y ese viaje físico se convierte en un viaje existencial. Se da la casualidad que Lena es fotógrafa y se dice que la fotografía es la memoria de lo vivido. Entonces entre esos campos de lavanda, la fotografía va descubriendo muchas cosas del pasado del amor de su vida, de sus amigos y familia.

L.P: Los apuntes de fotografía que tienes en el libro es parte del guion o ha sido algo personal tuyo.

R.M: A mí la fotografía me gusta muchísimo y me hubiese gustado ser una gran fotógrafa pero yo a Lena sí que la quise hacer fotógrafa y además retratista porque la esencia del retrato es perdurar en la memoria la imagen del fotografiado. Es un poco lo que está viviendo Lena al perder el amor de su vida y no querer renunciar a él y no quiere olvidarse de su voz (lo primero que dicen que olvidamos de una persona que ya no esta es la voz). Ella tiene esa obsesión por perder esa imagen y ese recuerdo y siendo fotógrafa ve cosas que el resto no vemos. Fotografiar los pequeños detalles  marcan la diferencia y es un poco lo que le ocurre en esta historia a Lena.

L.P: Te lo preguntaba porque me gusta mucho la fotografía y esos detalles que introduces en el libro me han encantado ya que encuentro mucha relajación en la fotografía y te obliga a ver el mundo que te rodea desde muchas perspectivas.

R.M: Es una actividad muy solitaria como se supone que es una parte del duelo y por eso creo que no había más remedio que hacerla fotógrafa (risas). Es un mundo maravilloso y nada es ajeno a la fotografía.

L.P: Comienzas tu libro con una dedicatoria a José pero a pesar de esta dedicatoria y de otras situaciones que se dan a lo largo de su páginas que podría recordarnos a él. Entiendo que este libro es una historia de Reyes Monforte o al menos es la sensación que da.

R.M: Te refieres a si es autobiográfica.

L.P: No, me refiero a que es una novela muy personal.

R.M: Si lo dices por la dedicatoria que va dirigida a José que fue mi marido yo le he dedicado todos mis libros a él. Es verdad que esta memoria de la lavanda además de tener esa dedicatoria es un homenaje a la persona amada porque aunque nace de una perdida y unas circunstancias tristes, es un acto de amor y un homenaje a la persona amada y por supuesto un homenaje a él. Me gusta decir que esta historia es como una fotografía porque todos quedamos retratados en ella.
Es la novela que más carga personal tiene y emocionalmente contiene una mochila cargada  de emociones tremendas  que he descargado sobre Lena. Es una obra y personajes  de ficción pero a esa ficción le tienes que dotar para lograr esa empatía con el lector de una biografía emocional para que se la vea humana, verdadera y ahí no he tenido que acudir a nadie para que me explicara cómo se vive en mitad de una perdida.

L.P: Hablamos de Tármino, el pueblo donde se desarrolla la novela inspirado en Brihuega como has dicho antes. Por qué has querido que sea ficticio.

R.M: Pues porque todo era ficción y no he querido introducir nombres reales. Brihuega es un pueblo al que se le conoce como la Provenza española situado en Guadalajara, a los que les ha hecho mucha ilusión que me haya inspirado en ellos hasta el punto de que me han invitado a presentar la novela al festival de la lavanda, donde empezó todo.

L.P: La memoria de la lavanda está cargada de frases maravillosas, algo que a los lectores nos encanta. Una de mis favoritas es “ya habrá tiempo siempre, decimos cuando nos creemos inmortales”. Que frase de este libro le viene a la mente a Reyes Monforte que sea especial para ti.

R.M: Me ha dicho mucha gente que es un libro muy subrayable. Hay muchas y no sólo las que dice Lena porque ella también recupera  frases que dice Jonas que era un verdadero filósofo de la vida. Me gusta mucho la que tú comentas y otra la que con gran acierto han puesto en la faja de la novela “lo mejor que te puede pasar en la vida es amar y ser amado”. Pero insisto que me gustan mucho las que va recuperando de Jonas a través de ella misma y de sus amigos porque aunque es un personaje que no está en la novela físicamente está muy presente por eso una frase de este personaje que me encanta y que sirve para enfrentarse a las cosas con las que no te quieres enfrentar pero hay que hacerlo que es “Para llegar hay que salir

L.P: En este libro se habla del duelo, un duelo que consta de ciertas fases por las que hay que pasar. Qué fases son por las que ha pasado este libro.

R.M: Cuando me puse a escribirlo ya tenía claro cómo iba a empezar, lo que iba a pasar entre medias y cuál era su final. Sabía que personajes iba a introducir y cómo iban a ser. Por el contrario es el libro que más he tardado en escribir o mejor dicho en ponerme a escribirlo porque yo lo intenté a los dos años de perder a mi marido intentado usar la escritura como terapia pero fue un desastre. Tenía esta deuda pendiente y sabía que lo haría algún día y entre medias hubo dos novelas más hasta que un día me invitaron al festival de la lavanda y fue ahí donde se removió todo. La misma noche que volvimos de Brihuega me puse a escribir y no dormí en toda la noche y por la mañana tenía escrita las primeras veinte páginas. Eso me demostró que necesitaba ese viaje, ese olor a lavanda, ese escenario y esa visión para poder comenzar a escribirla.

L.P: Una pregunta un poco personal. Dice Lena que se puede leer en el rostro de una persona como fotógrafa. Qué se puede leer en el rostro de Reyes Monforte tras este libro.

R.M: Alivio y descanso. Una sensación de haber llegado a la meta que ha supuesto una alegría enorme porque no ha sido fácil aunque al escribirlo todo me ha salido de una forma más fluida de lo que yo pensaba. En definitiva contenta de haberle rebatido a la vida ciertas cosas.

L.P: Una parte que me ha encantado es la de los amigos en la que tú has sabido trasmitir muy bien lo importante que es tener a esas personas cerca de ti.

R.M: Es la verdadera familia porque tú sabes que tenemos la familia que nos viene impuesta y que no podemos hacer nada salvo rezar para que te salga bien y otra cosa es la familia que yo llamo real que es la que tú eliges en forma de amigos.

L.P: En la acera opuesta a los amigos nos encontramos a Marco, un personaje que ni queriendo lo hubieras hecho más malo y cruel.

R.M: Risas Verdaderamente lo quería hacer malo y creo  que me ha quedado un malo genial y que por mucho que lo hubiera intentado no me hubiera salido un tipo peor. En esta historia necesitaba un malo muy malo porque es una historia de amor a pesar de que nace de una perdida.

L.P: Sin él, el tema de la familia no se podría valorar en toda su exposición.

R.M: Claro porque no todo es bonito y como dice Lena, “se heredan los afectos pero también los odios” y cuando falta Jonas, desarrolla  una amor incondicional por sus amigos y también un odio a la gente que odiaba a Jonas.

L.P: En el libro aparece el color azul, el mundo azul que le llama Lena. Creo que tiene un significado especial.

R.M: El mundo azul se refiere a los campos de lavanda porque aunque se ven morados o violetas,  viéndolos en perspectiva parece un mar ya que su tono se vuelve azulado. Por eso le llama el mundo azul, un mundo donde hay cosas buenas y cosas malas. Están los amigos de Jonas y por otra parte Marco y Petra, también unos secretos de familia y un pasado que poco a poco va descubriendo y que incluso encuentra cosas que no sabía ni el propio Jonas. Es un mundo azul que da para mucho.

L.P: He visto negros, grises y blancos en una España que me da la sensación que aún vive demasiado anclada en el pasado.

R.M: La memoria es nuestra particular fábrica de los recuerdos y es bueno tener memoria aunque no siempre sea buena pero yo soy muy partidaria de cuidar la historia y contarla tal y como fue por muy fea que sea y de respetar la memoria porque sin memoria seríamos como un enfermo de Alzheimer el cual ha podido tener una vida plena pero de repente le viene la enfermedad y te has quedado sin vida, sin esos afectos sentidos, ese dolor vivido que siempre te ayudan como experiencia. Yo no sé si vivimos anclados en el pasado pero no veo mal que tomemos como referencia las cosas del pasado porque venimos de allí. Para saber dónde vamos  tenemos que saber de dónde venimos.

L.P: La memoria de la lavanda es un libro con el que me he sentido muy identificado por muchos motivos y una gran cantidad de temas que aparecen en sus páginas. Te comentan esta misma sensación los lectores.

R.M: Sí que me lo comentan, ayer mismo estábamos en Málaga y una chica joven que había perdido a su marido hacía tres meses y me decía “como entiendo a Lena en ciertas fases del duelo” o “que me fastidian ciertas palabras en mis situación” porque hay ciertas palabras que se usan en las conversaciones que a las personas que han tenido una perdida les duele. Amigos, compañeros de profesión me han comentado que han vivido momentos muy parecidos a los que le ha pasado a Lena en sus vidas, en un funeral, en una reunión, etc. Me decía mi editor que en diez días el libro era el sexto más vendido y creo que eso tiene mucho que ver la empatía que siente el lector con esta historia.

L.P: Yo creo que la memoria de la lavanda somos todos.

R.M: Efectivamente, es una fotografía donde salimos retratados todos, y llámalo Jonas, Lena, Daniel o como quieras. Es ficción y por eso Brihuega se llama Tármino para que casa uno se sitúe en esta historia y en ponga al escenario el nombre que quiera darle.



L.P: Reyes hasta aquí mis preguntas y un verdadero placer poder conocerte por fin ya que nuestra anterior entrevista se truncó por motivos ajenos a las ganas que tenía de hablar contigo sobre Una pasión rusa.

R.M: Me alegro que ya por fin nos hayamos podido conocer y gracias a ti.

Conocí la pluma de Reyes Monforte con su novela Una pasión rusa la cual tengo que reconocer que me encantó porque me descubrió una historia apasionante y unos personajes muy atractivos. Con La memoria de la lavanda me ha vuelto a cautivar con su historia, aunque en esta ocasión, lo que más me ha atraído del libro ha sido su historia y las reflexiones que deja para que el lector se despache a gusto con ellas.


Creo que este libro debería ser lectura obligada para tod@s. Es un atrevimiento lo que estoy diciendo pero estoy tan seguro que tiene un mensaje que todo aquel que haya tenido una perdida “las pérdidas no se tiene, se experimentan” se sentirá identificado con él, podrá reconocerse y lo más importante, ponerse a prueba sobre si sus reflexiones se hacen desde la paz o aún existe dolor dentro de ellas.



Título: La memoria de la lavanda.
Autora: Reyes Monforte.
Editorial: Plaza & Janés.
Año: 2018.
Género: Narrativa contemporánea. Drama.
Páginas: 428 páginas.
ISBN: 9788401021565






Sinopsis:
«Morí un 3 de mayo. Ese día dejé de respirar, de sentir, de oír, de pensar, de reír. Lo mejor que te puede pasar en la vida es amar y ser amado. Y perder esa sensación es mucho más doloroso que no tenerla nunca
Dos meses después de la muerte de Jonas, Lena, fotógrafa profesional, reúne el valor necesario para cumplir la última voluntad de su marido: esparcir sus cenizas en los campos de lavanda del corazón de la Alcarria. Allí se reúne con el grupo de amigos de Jonas, entre ellos Daniel, su primo hermano, un sacerdote con el que comparte los sentimientos de amor y pérdida, y que guarda para sí muchos silencios.
Sin embargo, igual que se heredan los afectos, se heredan también los odios. Lena deberá lidiar con la presencia amenazante de su cuñado Marco, un hombre envidioso y mezquino que no está dispuesto a respetar su duelo. Coincidiendo con el Festival de la Lavanda, recordará su historia de amor con Jonas y todo lo que se llevó consigo, reforzará lazos de amistad y desvelará secretos familiares escondidos durante demasiado tiempo. (sinopsis facilitada por la editorial)

                                                               

Impresiones:


Lena es fotografa y dos meses después del fallecimiento de su pareja Jonas, emprende un difícil viaje a Tármino para cumplir la última voluntad del fallecido, que sus cenizas sean esparcidas por su localidad natal. La empresa no es tarea fácil porque el dolor es reciente y encontrarse con los familiares y amigos del difunto de toda la vida devuelven a Lena un sinfín de recuerdos y sentimientos que le recuerdan una y otra vez la perdida de Jonas.

“Lo mejor que te puede pasar en la vida es amar y ser amado. Y perder esa sensación es mucho más doloroso que no tenerla nunca”

Será a lo largo de esos días, meses e incluso años en Tármino donde Reyes Monforte nos presente una novela llena de sentimientos, escrita desde el más absoluto equilibrio de las emociones pues estas se acercan al precipicio pero no arrojan al lector al drama profundo. Es en ese ambiente de reencuentro con amigos y familiares de Jonas donde reside la trama principal de la novela, que no el sentido único. Mi interpretación de la novela ha sido ver como Lena vive a lo largo de toda la historia un proceso de duelo que pasa por ciertas fases donde en ellas, conoceremos muchos detalles de su vida, de la de Jonas y una serie de secretos que irán sorprendiendo al lector y darán cierto condimento picante a la trama. Lo que si es cierto es que la Lena que  encontramos al principio no es la que llegará al final del libro con nosotros.

A caballo entre un pasado representado por recuerdos, el presente de la novela se enmarca en un espacio temporal actual que va avanzando según las necesidades de contar que tiene la autora, pues existen capítulos donde el tiempo parece que se detiene y da todo el tiempo del mundo al lector para que reflexione con la Lena.

“El duelo cumple etapas íntimas que nadie conoce porque solo te incumben a ti. No son las que te dicen los psicólogos, ni las que encuentras cuando tecleas la palabra “duelo” en Google…”

Esta es una historia sobre el duelo como os comentaba antes pero también gira en torno a la pérdida de un ser querido, algo que en un sentido u otro todos hemos sentido y que es un factor fundamental para convertir su lectura en algo muy personal ya que Reyes Monforte, tiene la capacidad con su estilo y su narración de permitir que cada lector tenga una visión de la historia según su punto de vista o sus sentidos. Hablar sobre las perdidas nunca es fácil pero la autora lo convierte en reconfortante en algunos momentos y para hacer más llevadero el asunto es muy importante no olvidar otro de los elementos invitados a la trama, la amistad, verdadera tabla de salvación cuando uno ha pasado la fase de reclusión en uno mismo.

“Las malas noticias se comparten para aliviar cargas, no para aumentarlas”

Sin lugar a dudas uno de los libros del año que no me cansaré de recomendar por lo delicado y personal de sus temas, tratados con una delicadeza sorprendente, en el que los amantes de la citas y de subrayar frases encontraran un jardín de lavanda repleto de ellas. Otro de los títulos que dejar a la vista porque obra en él la maravilla de tener más de una lectura con el tiempo.

Autora: 

Reyes Monforte  (Madrid, 1975) autora y periodista española, Reyes Monforte ha desarrollado una notable carrera dentro del periodismo radiofónico, dando sus primeros pasos junto a Luis del Olmo en el conocido programa Protagonistas. Desde entonces, ha sido presentadora en medios como Onda Cero o Punto Radio, además de colaborar en varios programas de televisión.

Su paso al mundo literario se inició con un gran éxito de ventas como fue Un burka por amor, libro que ya ha superado las 50 ediciones y que fue llevada a la televisión en formato de miniserie, logrando buenos números de audiencia.Desde entonces ha publicado obras como Amor cruel, La rosa escondida o Besos de arena, con los que ha dado el salto al mercado internacional y se ha confirmado como una de las autoras superventas en España.En el año 2015, resultó ganadora de la XIV edición del premio de Novela Histórica Alfonso X El Sabio con su obra Una pasión rusa.
A Benito Olmo lo conocí hace ahora unos 5 años más o menos con Pérez Gellida que fue quien me lo presentó. Ha pasado tiempo desde entonces y aunque no nos vemos mucho cada vez que coincidimos me encuentro con un escritor que gana en madurez pero que sigue siendo el mismo tipo simpático y con una gran dosis de humildad a pesar que el éxito este tocando a su puerta.

Hablamos de baloncesto, carnavales y de La tragedia del girasol su nueva novela de la que ya os di cuenta en otra entrada que podéis ver aquí. Me encanta hablar con Benito porque habla sin tapujos, suelta tacos, te dice lo que no le parece bien y reconoce errores. Habla tanto que en nuestra conversación hubo varios “pero esto no lo pongas luego” entre risas de una charla que dio pena que se acabara.


Uno sale reforzado de encuentros así porque la ilusión que desprende por lo que hace es contagiosa y ciertas confesiones que tuvo auguran que lo mejor esta por llegar y vamos a tener Bianquetti para rato.



Suspendido de empleo y sueldo, el exinspector de policía Manuel Bianquetti se ve obligado a malvender sus servicios como investigador privado hasta que recibe un encargo aparentemente sencillo: proteger a un importante empresario durante su estancia en la ciudad.

Sin embargo, lo que parece un trabajo rutinario desembocará en un reguero de muertes que obligará a Bianquetti a dar rienda suelta a su instinto de investigador para sobrevivir, llevándole a descubrir que, a menudo, el sol que más calienta también es el que más quema.




Libros en el petate: La tragedia del girasol es un título tan original como el de tu anterior novela. Cuéntanos de donde lo sacaste.

Benito Olmo: Tengo que confesarte que los títulos de mis dos últimas novelas me los puso Cesar Pérez Gellida. Yo tengo que confesar que no soy bueno poniendo títulos por eso Cesar, quien es uno de mis primeros lectores y que tan despiadado es y me dice todo lo que no le gusta, en cuanto la leyó dijo La tragedia del girasol. Me encantó y lo incorporé.

L.P: Por qué estos títulos tan peculiares.

B.O: Es una forma de crear marca. Yo quiero que cuando alguien mire mis libros entre la marabunta de novedades editoriales repare en mi título y le haga pensar y sienta curiosidad por saber de qué van. A partir de ahí quiero que relacionen mis títulos con Bianquetti y crear títulos peculiares que sean fáciles de asimilar por el lector.

L.P: Por tu mente ronda la idea de que haya saga para rato.

B.O: Mi idea es hacer saga pero evidentemente cada nueva novela es un nuevo desafío. Yo escribí La maniobra de la tortuga sin saber si los lectores me iban a demandar más Bianquetti y por mucho que yo haya creado un personaje hecho para una saga, si la gente no cree en él  no tiene sentido darle continuidad y es abocarse al fracaso. La gente ha pedido más y yo he escrito La tragedia del girasol que me ha costado una barbaridad y ya tengo la tercera de Bianquetti en mente. Si los lectores le dan el visto bueno a este segundo libro yo estaré encantado de construir la tercera.

L.P: Ahora mismo te ves siendo infiel a Bianquetti.

B.O: No creo que pueda denominarse ser infiel, de hecho tengo muy avanzada una novela donde no aparece Bianquetti pero es para oxigenarme. La tragedia del girasol me ha costado mucho escribirla porque lo hice a continuación de la anterior. Para mí fue como si escribiera una sola novela en lugar de dos y eso me ha agotado muchísimo y he terminado harto de Bianquetti. Una manera de desconectar es escribir otra cosa y en este caso es totalmente diferente, es también novela negra protagonizada por un personaje distinto pero bajo mi punto de vista está quedando muy bien. El remedio me está sentado bien porque me están entrando ganas de seguir escribiendo nuevas novelas de la saga. Si todo sale bien mi idea será alternar saga con otro tipo de novela.

L.P: En cierto modo es un arma de doble filo porque si funciona uno sigue con esa apuesta pero por otra puedes llegar a encasillarte.

B.O: No tengo miedo a encasillarme como me imagino que no lo tendría Vázquez-Montalbán o Michael Connelly. Yo quiero seguir con Bianquetti y este personaje tiene cuerda para rato (y cuando yo muera no quiero que sea recuperado por nadie, quiero que sea enterrado conmigo dice entre risas). Escribiré sobre Bianquetti pero quiero escribir otras cosas porque no soy solo escritor de novelas del policía de Cádiz, quiero pensar que soy mucho más que eso.

L.P: He visto en esta ocasión un Bianquetti más cascarrabias y más cansado de todo.

B.O: Tenemos a un Bianquetti suspendido de empleo y sueldo no lo olvides.

L.P: Creo que está en un punto  donde no aguanta ni la más mínima y responde a situaciones donde antes ni les hubiera prestado atención. No te entra nada por ese cuerpo castigándolo tanto.

B.O: Para nada, además con lo grande que es soporta lo que le echen. Ten por seguro que voy a seguir castigándolo porque en la siguiente novela le espera mucho más. Yo creo que aguanta bien los castigos y al fin y al cabo estos castigos lo humanizan. Un personaje para que sea humano tiene que tener muchas debilidades, muchos defectos y algunas virtudes también. Todo ello lo hace más humano, más cercano a los lectores y más verosímil. Para que la novela parezca real, el personaje tiene que ser real y tiene que pasarlo mal igual que lo pasamos nosotros porque la vida es muy perra.

L.P: Bianquetti es un imán para las desgracias y las penurias. Dejando aparte su personalidad creo que me atrae más este protagonista por su mala suerte. No crees que puede ocurrir con los demás lectores lo que te menciono.

B.O: Puede ser pero por momentos parece que quiere ser ese imán, que no se conforma con la verdad más sucia o con la justicia más evidente. Creo que esto ya lo hable contigo en otra ocasión, Biaquetti tiene un sentido de la justicia muy primitiva, muy racional y está más cercano del que la hace la paga que del custodio de las leyes y la sociedad. Si ve algo mal no puede estarse quieto y es un rasgo que lo idéntica y creo que se merece muchas de las cosas que le pasan.

L.P: Ves diferencia entre La maniobra de la tortuga y La tragedia del girasol como escritor.

B.O: Veo mucha diferencia. Principalmente porque yo quería que fuera diferente y por ello en esta novela a diferencia de la anterior donde había dos protagonistas y dos tramas que transcurrían en paralelo, en esta quería darle el protagonismo solo a Bianquetti para comprobar si puede ser un personaje de saga y tiene capacidad para aguantar ese recorrido. La otra razón por la que pienso que es diferente es porque me ha costado un montón escribir una nueva novela con un mismo personaje porque yo pensaba, ingenuo de mí, que iba a ser más fácil porque el personaje ya está hecho y sólo hay que retomarlo pero he querido que sea se pueda leer independiente de la anterior, no contar cosas en las que el lector tenga que ir a la maniobra de la tortuga para conocer de que hablo y eso cuesta.

L.P: Te he visto más suelto en los diálogos. Es por esa dificultad que comentabas o porque has insistido mucho en ellos.

B.O: Me lo he currado mucho porque ten en cuenta que La maniobra de la tortuga puso el listón muy alto porque gustó muchísimo y varias personas entre los editores, Pérez Geillida y otras muy cercana a mí me insistían en que debía currármela mucho porque si después de una novela buena sacaba una mala corría el riesgo de desaparecer de las preferencias de los lectores. La he corregido muchas veces y cuando dije que ya no cambiaría nada más trabajé mucho en los diálogos y eso se nota con respecto a la anterior. El primer borrador tenía 600 páginas y al final la novela se ha quedado en 400 así que imagínate la de cosas que he quitado.

L.P: En mi opinión los diálogos en esta ocasión siguen teniendo la esencia del personaje pero se le ha añadido más chispa.

B.O: Cuando uno escribe y empieza en esto y esto lo dice Víctor del Árbol, al final el objetivo es encontrar tu propia voz, tu propia forma de mirar, de ver las cosas y de narrar. Yo creo que sigo en el camino de encontrar mi voz y el estilo de La tragedia del girasol se acerca mucho a lo que quiero conseguir.

L.P: En La tragedia del girasol encontramos una novedad con respecto a la anterior novela y creo que con todas tus anteriores obras. La introducción de una “mujer faltal”. Cómo ha sido la experiencia.

B.O: Ha sido muy complicado (risas). Yo soy un novelista muy clásico y tenía muchas ganas de introducir ese elemento en mis novelas pero me he dado cuenta que es complicado introducir una mujer de ese estilo en una novela sin caer en los clichés de siempre. Este es un personaje que he tenido que construir y reconstruir varias veces hasta que me quedase como yo quería. Un personaje ambiguo, inteligente aunque por momentos ingenua y en otros malvada y pérfida. Me ha costado mucho trabajo dar carácter a ese personaje y eso lo ha convertido en uno de mis favoritos.

L.P: Decía la comparsa Calabazas en aquel pasodoble del carnaval de 1991…
“Y mi vecino solo es un camello, con sus dos jorobas, brotan en una muerte y en otra dinero.
Tengo amigos que de rama en rama se van haciendo el mono”
Qué siente uno cuando tiene tanto campo (Campo de Gibraltar por ejemplo) donde inspirarse.

B.O: Que Bianquetti tenía que tener su novela sobre el narcotráfico era inevitable y más leyendo un artículo donde indica que el 87% de la cocaína que se incauta en este país se hace en  Cádiz. El narcotráfico es una realidad en Cádiz y por eso Bianquetti tenía que tener su novela como trama. Sabes que me gusta retratar un Cádiz de verdad, uno real y por eso la droga tenía que aparecer.

L.P: Pasamos de la violencia de genero al tema de drogas en estratos de alto standing. Cuando dabas forma a la novela veías a Bianquetti en esos ambientes.

B.O: Me gustaba la idea de meterlo en esos ambientes al estilo Stephen King, coger a personajes normales y meterlos en ambientes terroríficos para ellos y eso lo hace muy divertido para mí y de ahí saco sus opiniones, sus contestaciones. No es que me lo haya imaginado, es que lo he obligado a vivir esas situaciones.

L.P: Hablamos de la película. Me he enterado que andas también metido en dar forma al guion.

B.O: Estoy asesorando.

L: P: Estarás aprendiendo un montón.

B.O: No te lo puedes ni imaginar, es un mundo totalmente diferente al que estoy acostumbrado y son dos mundos distintos. Yo no quería meterme en la adaptación porque prefería dejarles a ellos, a los que saben hacer cine pero en cierto modo me han obligado un poco y tengo que reconocer que me lo estoy pasando genial y es un campo que merece la pena explorar y no descarto adentrarme en un futuro en él porque me lo estoy pasando muy bien.

L.P: Si la maniobra va a ser una película, esta podría ser una serie.

B.O: No sé yo, tal vez está la vea mejor para una película también y de hecho conmigo no ha contactado ninguna productora pero si he hablado del tema con una directora de cine muy conocida pero de momento solo hemos charlado sobre el tema y la posibilidad porque le gustaba la novela.

L.P: Hablamos del final y yo sé que no esta bonito si se trata de una novela. No crees que has cerrado muchas puertas para un futuro con ciertos personajes.

B.O: Al contrario, lo tengo todo bien pensado y hay personajes que parece que no van a estar más pero mi intención es que aparezcan con más fuerza en un futuro. Pero no desvelemos ni anticipemos acontecimientos.

L.P: Bueno Benito mejor nos callamos porque se nos esta calentando el pico y al final vamos a contar más de los que debemos.

B.O: Desde luego, al llegar a casa vas a tener que borrar media entrevista (risas)

L.P: Benito como siempre un verdadero placer charlar contigo.


B.O: El sentimiento es mutuo. 















Hijo único es una historia que me llamó bastante la atención por su trama y me resultó interesante ahondar en cómo iba a tratar la autora un tema tan delicado como los sucesos que acontecen en la novela.

Me gusta cuando encuentro protagonistas infantiles, ver esas pinceladas de la inocencia con la que miran el mundo me enternece mucho y me gusta aprender de ese punto de vista que muchas veces no dista tanto de la realidad con la que hay que mirar las cosas.


No me ha resultado una novela adictiva y le ha faltado un punto de intensidad para hacerla imprescindible pero me ha gustado por sus momentos estelares y la carga emotiva que otorga al lector momentos de reflexión muy productivos a nivel personal durante su lectura.

Título: Hijo único.
Título original:Only Child
Autora: Rhiannon Navin
Traducción: Celia Montolió.
Editorial: Harper Collins.
Año: 2018.
Género: Narrativa contemporánea. Drama.
Páginas: 310 páginas.
ISBN: 9788491392354


Sinopsis:
Agazapado en un armario con su maestra y sus compañeros de clase, Zach, de seis años, oye disparos resonando por los pasillos de su colegio. Un pistolero ha entado en el edificio y, en cuestión de minutes, se habrá cobrado diecinueve vidas.
Tras el tiroteo, las familias y lo que antes era una comunidad unida quedan destrozadas. Cada uno se enfrena a la tragedia a su manera. El padre de Zach se ausenta, su madre busca justicia… y Zach se retira a su guarida supersecreta y se sumerge en un mundo de libros y dibujos.
Pero al final, será Zach quien enseñe a los adultos de su vida a mirar hacia delante… como, a veces, solo un niño puede hacerlo. (sinopsis facilitada por la editorial)


                                                              

Impresiones:


La historia se desarrolla en una ciudad ficticia de los Estados Unidos y tiene como protagonista a una familia media americana. Jim el padre es abogado y su mujer Melissa era publicista aunque dejó su trabajo para dedicarse por completo a cuidar de sus dos hijos Andy de diez años y Zach de seis. Estudian en el colegio de primaria McKinley donde un lluvioso día, un joven irrumpe con varias armas y provoca una matanza entre los alumnos y el personal del centro. El caos se apodera del colegio y todo es confuso a medida que pasan las horas. Finalmente los Taylor reciben la noticia de que entre las diecinueve victimas mortales se encuentra su hijo Andy. Como es lógico el mundo se derrumba para la familia, la madre entra en schock y necesita asistencia médica, el padre cae en un profundo silencio y Zach, el protagonista principal de la historia verá como su mundo cambia de la noche a la mañana. Nuevas rutinas, nuevas experiencias para un niño de tan solo seis años que empieza a asimilar que no va a volver a ver a su hermano.

Será entonces cuando la trama se centra en la postura ante lo ocurrido que toma cada miembro de la familia y el particular proceso del duelo que tiene cada uno de ellos.

Una historia que desgraciadamente suele ser de actualidad en los Estados Unidos donde esta noticia ocurre más de lo deseado. Un país donde las armas están al alcance de todo el mundo y hechos como estos adquieren cierto rol de habitual, ya que en la novela narran como los alumnos actúan como les indicaron en los simulacros para casos donde alguien entra en el colegio y dispara a diestro y siniestro contra todo el mundo.

Hijo único por lo descrito puede parecer en ciertos aspectos un thriller o un derroche acción pero salvo los momentos iniciales, el resto es un drama con todas su letras, aunque con ciertos momentos cómicos y situaciones entrañables.

Los personajes principales son tres: Zach que podría decirse que es sobre el que recae toda la fuerza argumental y sus padres, muy distintos entre sí. Ella buscará la venganza y el optará por la apatía y a verlas venir. En medio de todo ese mundo caótico en el que se convierte la familia estará Zach, el narrador de la historia que con su lenguaje de niño de seis años ira describiendo las situaciones y a los personajes. Es el  que tira en todo momento del peso de la historia y en ese aspecto me ha gustado ya que encuentro original ver la narración a través de los ojos de un niño sobre un asunto en el que nosotros no tenemos experiencia y es difícil ponernos en una situación tan dramática.

“El pistolero vino y la vida real se fue, y ahora era como si estuviésemos viviendo una vida nueva de mentira”

Miedos, dolor, soledad, venganza, muerte, duelo, unidad, son temas que se tratan de forma respetuosa a lo largo del libro y que sin lugar a dudas nos hará reflexionar en más de una ocasión y cuestionar comportamientos y valores predeterminados por la sociedad.

Dotado de un comienzo impactante que atrapa al lector desde la primera página, me ha gustado mucho su lectura aunque le ha faltado un punto para que me resultara extraordinaria ya que he echado en falta cierto dinamismo en la trama para que la historia fluyera más. Me ha demostrado que los niños son esos locos bajitos de los que uno a pesar de los años vividos tiene mucho que aprender.
Cuando llevaba más de la mitad de la trama me surgió la inquietud con la consiguiente duda de cómo la autora le daría un final aceptable a esta historia. Al finalizar debo reconocer que me ha gustado mucho el final y hay que aplaudirlo.

Me llevo con esta lectura la palabra “conmiseración” más que por su significado, por el uso que dar de ella en la vida real.

Autora: 




Rhiannon Navin (Bremen, Alemania). Su carrera profesional en el mundo de la publicidad la llevó a Nueva York, donde trabajó para grandes agencias antes de convertirse en madre y escritora a tiempo completo. En la actualidad vive en la ciudad de Nueva York con su marido, sus tres hijos y dos gatos. Hijo único es su primera novela.




Invade Me es uno de esos libros autopublicados que no gozan de una campaña publicitaria al estilo de una editorial grande pero que espero le haga justicia el boca a boca porque sin lugar a dudas, la historia es interesante, muy entretenida y cargada de matices que le dan un dinamismo propicio para entretener al lector durante toda la lectura.


Destinado a ser una saga distópica, su primera entrega sienta las bases de una gran aventura con muchas cuestiones y situaciones que nos harán plantearnos constantemente de qué lado estamos. Una historia donde sin lugar a dudas no puedes quedarte al margen y deberás tomar partido por un bando u otro ya que no hay sitio para los neutrales.



Título: Invade Me. Madre del vacío.
Autores: Manu Franco. Mauro Civera Ro.
Saga: 1/?
Editorial: Autopublicado.
Año: 2018.
Género: Distopía, ciencia ficción, acción, aventuras.
Páginas: 543 páginas.
ASIN: BO7C2QR4XS




Sinopsis:
¿Y si existiera el sistema perfecto? Un sistema que no solo uniera a toda la humanidad, sino que hiciera que, por primera vez, no hubiera ninguna guerra en el mundo, la delincuencia fuera mínima, la hambruna y el analfabetismo erradicados, la población más feliz que nunca y que los progresos humanos se catapultaran al infinito dándonos el mayor salto tecnológico de la historia… 

¿Y si el precio de ese sistema perfecto es que no lo hemos elegido? ¿Y si el coste de vivir esta utopía a escala mundial es que nos ha sido impuesto a la fuerza? ¿Lucharía la humanidad por liberarse o preferiría una feliz y próspera sumisión...?
Este es el concepto del que nace INVADE ME.

(sinopsis facilitada por los autores)



                                                           

Impresiones:


La tierra se encuentra sumida en una espiral de violencia a nivel mundial. Nuevamente los países han sacado a relucir su lado más destructor y la tercera guerra mundial ha dividido el mundo en facciones, en una guerra cruel donde en mayor o menor medida todos los países con intereses económicos han tomado partida con algún bando.

Esto ha originado una crisis económica en los países más frágiles, que sufren las consecuencias de la guerra que se refleja en una escalada de violencia urbana. Fruto de ese saqueo al que se ven sometidas algunas ciudades un niño griego pierde a su madre. Desolado implora que alguien imponga cordura y es aquí donde aparece la figura de un ente extraterrestre llamado IvI que escucha la llamada del pequeño e invade la tierra acabando con todos los ejércitos. Es una invasión violenta solo con los que se resisten y una vez acabado con los ejércitos se implanta un régimen totalitario dirigido por esta personalidad extraterrestre.

Tiene clichés vistos en otras historias pero en líneas generales la novela cuenta con muchos aspectos originales que estoy seguro muchos lectores agradecerán. Lo importante a la hora de crear mundos distópicos  es que sean atractivos y que uno crea que está dentro de ellos y sin duda yo me he sentido dentro de ese escenario tan amplio que dibujan los autores, la Tierra.

Un mundo nuevo, gobernado Por IvI donde las guerras y la violencia han terminado, la esperanza de vida se ha disparado en decenas de años más y las enfermedades tienen cura. La ciencia trabaja unida y en beneficio de las personas. La educación es estricta y el sistema de reinserción social está encaminado a borrar todo rastro de resistencia para implantarte mediante técnicas algo dictatoriales el nuevo camino a seguir. El dinero no existe y cada uno paga con su trabajo y todo queda registrado en tu ADN. El ánimo de lucro ha desaparecido con todo esto y nadie explota ni roba a los demás porque no sirve de nada ya que no es posible sacar beneficios con nada.

El libro esta plagado de momentos en los que el lector se llega a plantear si es la sociedad ideal o por el contrario prefieren un mundo con los defectos de antes pero con la libertad del ser humano a errar y aprender de sus errores, la capacidad de buscar su propia felicidad o luchar por sus sueños con el grado de suerte y de miseria que puede llegar a encontrar por el camino.

El machismo, el tráfico de influencias, los negocios socios, la utilización de la medicina con fines de lucro, la política, de todo opinaran los autores y aportaran datos interesantes que como un abogado defensor y un fiscal ejercerán a lo largo del libro para que vayamos recopilando información para decidir si estamos con IvI o con la resistencia. Porque aunque aún no había hablado de ella, existe una resistencia que lucha por volver a la vida de antes, donde la raza humana era la única con el poder de decidir que hacía con su vida y como dirigirla.

Si esta novela esta llena de escenarios, también los personajes abundan y podemos decir que no tendremos un protagonista principal. Puede que el jefe de la resistencia brille por su historia algo más pero el resto son fundamentales y cada uno con su propia historia, en algunos casos relacionadas con las de otros tejen una trama llena de acción desde el primer momento, con un ritmo frenético casi constante donde en todo momento están ocurriendo cosas.

Al más puro estilo de Mad Max, de V y de otras historias parecidas creo que la Invade me tiene muchos puntos fuertes para no defraudar. Su puesta en escena que te engancha desde el principio, contar con personajes atractivos, originalidad, bien hilada se deja pocos cabos sin atar que empañen la historia y el ritmo es tan trepidante que mantiene un vilo y es difícil que el lector decaiga en la lectura.  Tan maravillosa es, yo diría que casi porque a mis algunas páginas me han sobrado, hubiera metido algo de tijera pero entiendo que  cuando hay tantos personajes y tanto por contar eso resulta difícil.

Espero que los autores vuelvan pronto con la buena nueva de la continuación de la saga porque el libro termina con todo en el aire y con grandes expectativas de lo que puede pasar


Por cierto, el libro tiene una banda sonora genial y con una playlist en spotify que puedes escuchar a continuación.